Mi banco cierra, ¿qué pasa con mi dinero?

Si cierra algún banco problemático, los ahorros de los clientes estarían asegurados hasta un límite y la obligación de pagar lo que deben también persistiría
Por Elena V. Izquierdo 21 de junio de 2012
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Imagen: Robyn Gallagher

Todavía no se conocen con exactitud las condiciones que pondrá la Unión Europea para entregar los 100.000 millones de euros del rescate bancario que se acordó el 9 de junio, pero se augura que el cierre de alguna entidad problemática española podría ser uno de los requisitos para el cobro. Esto pone en alerta a los ciudadanos que se preguntan qué ocurrirá con sus cuentas corrientes, depósitos, créditos o hipotecas, si el banco en el que tienen su dinero desaparece. A continuación, se intenta dar respuesta a estas dudas. En principio, los ahorros de los clientes están asegurados hasta un límite y persiste la obligación de pagar lo que deben.

Hace menos de cuatro años se hablaba del sistema financiero de España como uno de los más solventes del mundo y se decía que la economía de nuestro país jugaba en la Champions Leage. El año pasado, las pruebas de resistencia o «stress test» a la banca dieron unos resultados positivos para la mayoría de las entidades españolas y, según las informaciones oficiales, nada hacía presagiar el negro futuro que se avecinaba para los establecimientos financieros. Pero en mayo, uno de los mayores bancos españoles, Bankia, tuvo que ser nacionalizado y hace unos días el sistema bancario español fue rescatado. La semana pasada se empezó a hablar de la posibilidad de cerrar los bancos que den pérdidas y cada nueva noticia económica es un sobresalto para los ciudadanos, que perciben un futuro incierto y temen por su dinero.

1. ¿Qué pasaría con mis ahorros?

Aunque el banco cierre, el dinero que los clientes tengan depositado en cuentas corrientes o en depósitos está garantizado. Pero no hasta cualquier cantidad: el límite está en 100.000 euros por cliente y entidad. Esto bastaría para la mayoría de los ciudadanos, pero a otros no les llegaría y perderían parte de sus ahorros.

Un cliente, único titular con 50.000 euros en un depósito del banco A que cierra, recuperaría íntegramente su dinero, pero si tuviera 120.000 solo 100.000 estarían asegurados, con lo que podría perder 20.000 euros. Si tuviera 100.000 euros en el banco A y 20.000 en el B, que también desaparece, recuperaría los 120.000 euros.

Aunque el banco cierre, el titular seguiría pagando la hipoteca

Por tanto, si es posible, conviene repartir el dinero en distintas entidades ante la posibilidad de que una de ellas cierre, porque de esta forma se podría obtener todo el dinero depositado.

Otra opción es poner varios titulares en las cuentas. Si una persona tiene 250.000 euros en un depósito, podría perder 150.000; sin embargo, si está a nombre de tres personas recuperarían íntegramente su dinero. Los otros dos tendrían que aparecer como titulares, no como autorizados. Aquí surgiría un inconveniente: si el dinero es solo de uno de ellos y los otros quieren sacarlo, pueden hacerlo. Para los cotitulares también sería problemático porque deberían declarar a Hacienda un capital que realmente no es suyo.

Aunque, ante la incertidumbre económica, la tensión y la inestabilidad actuales, una de las preguntas que surge es si realmente el Fondo de Garantía de Depósitos tiene dinero para hacer frente a la desaparición de más de un banco y pagar el dinero a los clientes. Es de suponer que, con el capital del rescate, los ahorros están más seguros y que, si no, el Estado se haría cargo de resarcir a los ciudadanos por sus pérdidas.

2. ¿Seguiría pagando el crédito y la hipoteca?

En el supuesto de que un banco desapareciera, el Estado se encargaría de la liquidación. Al igual que los clientes seguirían teniendo su dinero, también deberían seguir pagando sus préstamos o hipotecas, con la única diferencia de que se lo abonarán al Estado o a la entidad que se haga cargo del banco desaparecido.

Lo lógico es que se hiciera en las mismas condiciones que hasta ese momento, con idénticas comisiones, intereses, plazos y bonificaciones que las firmadas por el cliente, tanto en las hipotecas como en los préstamos.

3. ¿Qué ocurriría con las acciones?

Quienes tengan acciones de una entidad que cierre sí que deben estar preocupados, porque es posible que pierdan todo su dinero.

Quien tenga acciones de una entidad que cierre podría perder todo el dinero invertido

Si la entidad desapareciera, sus acciones carecerían de valor, salvo que fuera posible integrarlas en otra entidad que se hiciera cargo de los activos y los pasivos del banco clausurado.

4. ¿Qué sucede con los pagarés en caso de cierre?

Estos productos no están garantizados por el Fondo de Garantía de Depósitos. En el caso de los pagarés, los clientes saben que obtendrán unos intereses más elevados de los que podrían conseguir con un plazo fijo o una cuenta remunerada, pero también tienen sus riesgos.

El banco emite el pagaré y el cliente se obliga a mantenerlo durante un tiempo. Finalizado este periodo recibe su dinero más los intereses que haya pactado. Pero no están respaldados por el Fondo de Garantía de Depósitos sino por la propia entidad que los emite. Por lo tanto, si esta desaparece, el cliente perdería su dinero y, al ser un acreedor del banco, ocuparía uno de los últimos lugares para recuperar sus ahorros.

5. ¿Perdería el plan de pensiones?

En principio, no habría riesgo de perder el dinero invertido a lo largo de los años. Esto es así porque hay una separación entre el gestor del fondo de pensiones y el depositario. Si el banco cerrara, se liquidaría el fondo y se devolvería el capital a sus titulares.

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