Obtener un crédito sin pasar por el banco

Como alternativa a los préstamos bancarios, es posible buscar financiación en los establecimientos comerciales, los montes de piedad y los concesionarios de vehículos
Por Elena V. Izquierdo 18 de abril de 2012
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Cuando una persona quiere solicitar un crédito, es habitual que la primera opción que contemple sea pedírselo al banco, pero hay alternativas que pueden ser más económicas y, además, con más posibilidades de éxito. Los bancos han cerrado el grifo pero, en paralelo, los comercios se muestran más abiertos a financiar sin intereses los productos que venden. Tienen que facilitar que los clientes compren y la mejor forma de hacerlo es que abonen sus compras en cuotas periódicas. Acudir a un monte de piedad para empeñar una joya a cambio de un préstamo o trabajar con la financiera del concesionario cuando se compra un vehículo son otras alternativas que se pueden tener en cuenta.

Préstamos sin bancos

La concesión de créditos ha caído en picado y, con ellos, se han llevado numerosos negocios basados en la compra a plazos. Es difícil pagar de una sola vez un automóvil o todos los muebles de una vivienda. Por eso, los propios establecimientos asumen en muchos casos la financiación. Otras veces se puede recurrir a préstamos entre familiares o a casas de empeño.

1. Financiación en los propios comercios

Cada vez más comercios, grandes almacenes o cadenas de electrodomésticos financian sin intereses las compras de sus clientes, aunque en general, estos tienen que pagar una pequeña cantidad, en torno a 20 euros, para cubrir los gastos de gestión.

Muchos comercios conceden créditos sin intereses para la compra de sus productos

Las personas que tengan la tarjeta de crédito del establecimiento necesitarán cumplir pocas condiciones más. En todo caso, son unos requisitos mucho más livianos que los exigidos por los bancos. También es posible que los comercios cobren un interés, aunque a menudo es más bajo que el de las entidades financieras.

En una época en la que el consumo se ha retraído y es difícil acceder al crédito que entregan los bancos, la mejor solución que han encontrado los comercios es financiar sin coste para el cliente la compra de sus productos. De lo contrario, los establecimientos tendrían mucho más difícil vender artículos cuyo coste es elevado.

2. Crédito en el concesionario

Cuando se adquiere un coche, el comprador cuenta con la opción de pedir el crédito en un banco, pero también puede suscribirlo en el propio concesionario. Muchas marcas tienen su propia financiera y, en algunos casos, proponen unas condiciones ventajosas frente a otros establecimientos.

Es más sencillo firmar el crédito con la financiera de la marca que hacerlo con el banco. Por una parte, el propio concesionario lleva a cabo todos los trámites y es más flexible al aplicar un descuento en los intereses o en la comisión de apertura porque de la concesión del crédito depende la venta del coche.

3. Préstamos en el monte de piedad

Es una de las formas más seguras de conseguir dinero para quien pueda aportar un objeto de valor, casi siempre una joya o un conjunto de ellas. En el monte de piedad valoran la pieza que lleva el solicitante, la guardan en depósito y le entregan un préstamo de entre el 80% y el 100% de su valor, que el usuario devolverá en el plazo fijado, con unos intereses que oscilan entre el 5% y el 10%.

Una vez reintegrado el dinero que el monte de piedad prestó, se pueden recuperar los bienes. Si no se paga, las piezas pasan a subasta y, en el supuesto de que se abone por ellas una cantidad superior a la valoración, el prestatario recibirá el resto del dinero.

4. Préstamos en casas de empeño

Cuando devuelve el préstamo en el monte de piedad, el ciudadano recupera los bienes que aportó como garantía

Con la crisis ha aumentado mucho este tipo de negocios. Funcionan de una manera similar a los montes de piedad, pero el porcentaje de dinero que prestan se reduce al 60% o 70% del valor del bien aportado. Conviene estudiar muy bien los intereses que cobran porque lo habitual es que sean muy elevados.

Si no se devuelve la cantidad que se prestó, la casa de empeño se queda con la joya, pero no entregan el dinero de más que se pueda conseguir en la subasta.

5. Crédito rápido

También se puede acudir a empresas que conceden el crédito en 24 horas, desde el momento en que se acepta la solicitud. Los requisitos que piden hoy son algo más rígidos que hace unos años, en pleno boom de estos productos financieros.

Sin embargo, este tipo de empresas no son una opción muy recomendable porque los intereses que se abonan son muy elevados, llegan al 25%, y el prestatario puede encontrarse en poco tiempo en una situación de endeudamiento.

6. Préstamo de familiares o amigos

Es otra de las alternativas y, tal vez, la más barata. Si los padres, los hermanos o los amigos tienen una buena situación económica, pueden ser ellos quienes presten el dinero.

Hay varias maneras de hacerlo: de forma verbal o por escrito.

  • Cuando se hace sin papeles y Hacienda detecta un incremento del patrimonio del receptor y un empobrecimiento del prestamista, puede entender que es una donación encubierta y hacer que la persona que ha recibido el dinero pague el impuesto de donaciones.
  • Cuando se hace por escrito, hay que identificar a los intervinientes, la cuantía del préstamo, en qué plazo se devolverá, si tiene o no intereses. Se puede hacer en un documento privado, que es de carácter gratuito, o pasar por un notario.

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