Trucos para viajar y ahorrar dinero con tus tarjetas

Es importante conocer las condiciones de las tarjetas para evitar comisiones inesperadas en el momento de viajar
Por Javier Mezcua, Helpmycash 23 de diciembre de 2015
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Imagen: Drew Coffman

Son muchos los españoles que ya han comenzado sus vacaciones navideñas. Esta época es frecuente pasarla en familia, pero los hay que también aprovechan para viajar y escapar de la rutina. Para estas personas las tarjetas bancarias se han convertido en grandes aliadas, ya que gracias a ellas en sus viajes no tiene que depender del efectivo. El problema llega cuando se consulta el extracto a la vuelta y aparecen comisiones inesperadas por sacar dinero en un cajero automático, por pagar en otra divisa e incluso por conceptos tan peregrinos como la “surcharge fee”, una comisión aplicada solo por utilizar el cajero. En este artículo se analiza cada una de estas comisiones y se ofrecen consejos para poder esquivarlas.

Imagen: Drew Coffman

Las tres comisiones del turista

Cuando se viaja, es habitual llevar un par de tarjetas, tanto por comodidad como por la seguridad ante un posible robo. Y si, además, se va a un país donde la divisa es distinta, con ellas no hay que preocuparse de cambiar efectivo antes, ya que los propios «plásticos» permiten sacar dinero o pagar compras en otra moneda. Pero estas mismas facilidades pueden suponer un coste extra que, dependiendo del uso que se le dé a la tarjeta, puede llegar a ser de varias decenas de euros.

  • 1. Comisión por sacar dinero. El cargo más habitual al que tiene que hacer frente el turista es la comisión por retirar dinero en un cajero ajeno a la entidad. Dependiendo de dónde esté situado, la comisión será más o menos elevada. Por lo general, sacar efectivo en el extranjero, pero dentro de la zona del euro, conlleva una comisión de entre el 2% y el 5,5% con un mínimo de entre 2,10 y 5,5 euros por operación. Y si el cajero está localizado en un país fuera de la eurozona, el tanto por ciento aumenta hasta el 4% o 5,5% con un mínimo de entre 2,40 y 5,5 euros; o lo que es lo mismo, retirar 20 euros en un cajero en Estados Unidos puede costar más de cinco euros.

  • 2. Comisión por cambio de moneda. Otra comisión habitual cuando se viaja es el cargo por cambio de divisa. Cuando se retira efectivo o se paga una compra en una moneda distinta a la que está denominada la tarjeta o la cuenta asociada, algunos bancos cobran un tanto por ciento del importe de la operación.

  • 3. Comisión por usar un cajero. La tercera comisión más típica es la llamada «surcharge fee». Se trata de una comisión ajena al banco del usuario que aplica el proveedor del cajero automático por permitir su empleo. Esta comisión se ha popularizado este año en nuestro país a raíz de que algunas entidades decidiesen aplicar un sobrecoste de dos euros a los usuarios que utilizasen sus cajeros con «plásticos» emitidos por otra entidad.

¿Cómo evitar las comisiones del viaje?

Pero estas tres comisiones pueden evitarse siguiendo unos trucos muy sencillos:

  • 1. Tarjetas para sacar dinero gratis en cualquier cajero. Aunque la mayoría de las tarjetas de débito solo permiten retirar dinero de forma gratuita de los cajeros de la propia entidad, existen algunos «plásticos» con los que es posible acceder a cualquier terminal de España y del mundo totalmente gratis. Para encontrar una tarjeta que no cobre comisiones por este servicio se puede utilizar un comparador de tarjetas que dejará ver con rapidez qué «plásticos» ofrecen las ventajas que se necesitan y permiten sacar dinero de muchos cajeros sin coste alguno.
  • 2. Olvidarse de la comisión por cambio de divisa. Quizá sea la comisión más difícil de evitar, pero se puede. Existen tarjetas que no aplican este cargo. Lo idóneo es disponer de una que esté exenta y, en caso de no tenerla, comparar las condiciones de todos los «plásticos» para saber cuál resulta más favorable.
  • 3. Evitar la temida «surcharge fee». El error consiste en creer que esta comisión es universal en el extranjero y resignarse a pagarla cuando se puede evitar con facilidad. No todos los cajeros la cobran, por lo que solo hay que ir probando terminal por terminal. Además, los cajeros automáticos están obligados a avisar al cliente de cualquier comisión que le cargarán por la operación, por lo que es tan sencillo como anularla y buscar otro cajero que esté libre de ella.

Visto este análisis, la tarjeta perfecta para viajar sería aquella que, además de no tener cuotas anuales, permitiese sacar dinero de forma gratuita de todos los cajeros del mundo, o al menos de los de España, y no aplicase ningún cargo por cambio de divisa. Si el usuario tiene una tarjeta con esas características y es capaz de encontrar cajeros que no apliquen una «surcharge fee», podrá utilizar los «plásticos» allá donde quiera y olvidarse de las temidas comisiones bancarias.

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