La «hoja de ruta» para el impulso de la Formación Profesional (FP) fue presentada ayer ante el Consejo General de la FP -órgano que reúne a las agrupaciones empresariales y sindicales más representativas, así como a las comunidades autónomas- por parte de la ministra de Educación, Política Social y Deporte, Mercedes Cabrera, y el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho.
El Gobierno se ha comprometido a impulsar la Formación Profesional mediante una «hoja de ruta» cuyo objetivo es atraer a 200.000 estudiantes más a la FP de Grado Medio y hacer efectiva la educación a lo largo de toda la vida mediante la estrecha colaboración entre el ámbito educativo y el laboral, destacaron los ministros. Para ello, la «hoja de ruta» se asienta en cuatro ejes primordiales: la excelencia en la educación, el reconocimiento de la experiencia, la ampliación de la oferta y el carácter europeo de la nueva FP.
Ambos ministros presentaron el proyecto de real decreto para la evaluación y acreditación de la experiencia laboral, que se aprobará en Consejo de Ministros a principios de 2009. En una primera fase, más de 80.000 trabajadores podrán acreditar su experiencia laboral, convalidarla por algunos módulos que componen los ciclos de FP y recibir la orientación necesaria para completar esa formación, según los cálculos del Gobierno.
Primeras convocatorias
Las primeras convocatorias nacionales para estas acreditaciones se centrarán en los empleos relacionados con el sistema de autonomía personal y atención a la dependencia, la educación infantil y el sector de las energías renovables, señalaron los ministros. Además, recomendarán a las demás administraciones que sigan esta línea en sus convocatorias ya que se trata de sectores con alta demanda en el futuro inmediato.
El procedimiento de acreditación de la experiencia tendrá tres fases. La primera será de asesoramiento individualizado sobre la conveniencia de que el candidato acceda a la fase de evaluación, una vez analizada su trayectoria profesional.
Posteriormente, la fase de evaluación para cada una de las áreas de competencia en las que el candidato se haya inscrito, de la que se encargará una comisión formada por al menos cinco personas, tendrá por objeto comprobar si demuestra la competencia profesional requerida en los criterios y en una situación de trabajo, real o simulada.
Por último, en la fase de acreditación se expedirá certificación de cada una de las competencias profesionales, acordes con los títulos de FP, que el candidato haya demostrado.
Servicio de orientación
Todos los candidatos que hayan participado en el proceso para acreditar su competencia laboral recibirán un informe. Aquellos que hayan acreditado su competencia en un área concreta recibirán la orientación para completar la formación conducente a un título de FP o a un certificado de profesionalidad. En el caso de no haber logrado acreditar su competencia, recibirán orientación para poder conseguirla en posteriores convocatorias.
Los dos ministerios mencionados pondrán además en marcha una Plataforma de Información y Orientación Profesional donde se ofrecerán los detalles para participar en las diferentes convocatorias para acreditar las competencias profesionales adquiridas a través de la experiencia y toda la información relacionada con los itinerarios formativos con los que los trabajadores podrán acceder a un título de Formación Profesional.
