Por fin, ayer jueves, la Agencia Espacial de EE.UU. (NASA) consiguió lanzar el satélite «Aura» para estudiar cómo están afectando a la atmósfera terrestre los contaminantes industriales. La NASA llevaba desde el domingo intentando poner en órbita el «Aura», pero diferentes problemas técnicos lo mantuvieron en la rampa de lanzamiento hasta ayer mismo.
El satélite usará cuatro instrumentos para barrer y examinar la atmósfera a medida que baja rodeando el planeta en una órbita polar, estudiando el movimiento de los contaminantes y prestando especial atención a la capa de ozono que protege la Tierra de la radiación solar. «Aura» recopilará también datos sobre el agujero de la capa.
Asimismo, seguirá la órbita de otro satélite de observación de la Tierra, «Aqua», que estudia los océanos y que fue lanzado en 2002. Otros cuatro satélites estadounidenses y franceses se lanzarán en los próximos años y se colocarán entre «Aqua» y «Aura», formando una flotilla de seguidores del medio ambiente.
Los científicos de la Agencia Espacial estadounidense esperan que los primeros hallazgos sean hechos públicos el próximo mes de diciembre.