Los gatos tienen sus peculiaridades que, de no ser respetadas y comprendidas, pueden alterar su bienestar mental. De ahí que para garantizar la salud mental del felino, convenga respetar su naturaleza y conocer las necesidades que se derivan de ella. En este artículo se exponen cinco pautas para conseguirlo: respetar su carácter, cubrir sus necesidades, mantener su salud física, evitar el exceso de soledad con la compañía de otros animales e interactuar con ellos.
Gatos con problemas psicológicos y de conducta
Un gato que habita en un espacio adaptado a sus necesidades psicológicas y físicas tiene más probabilidades de disfrutar de salud mentalAgresividad, miedo y comportamiento destructivo son algunas de las características de comportamiento de un felino con alteraciones de salud mental. «Los casos de gatos con desequilibrios psicológicos son habituales y pueden derivarse de situaciones asociadas a cambios en la rutina, como variaciones de sus dueños o modificaciones en su horario de estancia en casa», analiza Miguel Ibáñez, veterinario y director del Centro de Medicina del Comportamiento Animal de la Universidad Complutense de Madrid.
Entonces, ¿cómo garantizar el bienestar psicológico del felino? Unas sencillas pautas en el hogar ayudan a conseguir que sea feliz y, por tanto, tenga una mente sana. Son las siguientes.
Respetar el carácter del gato
Los gatos son cazadores nocturnos solitarios y tienen su propio sistema de comunicación felina, que incluye las marcas dejadas con sus garras, que necesitan tener afiladas. Peculiaridades como estas definen su carácter y conviene que sus dueños las conozcan para entenderle y poder garantizar que el gato tenga cubiertas sus necesidades para que sea feliz.
Además, cada felino tiene su carácter. «Hay algunos muy dependientes de sus dueños, que desarrollan un gran apego con ellos», comenta Ignacio Salmerón, veterinario, especialista en gatos.
Lo importante es ofrecer a cada felino lo que necesita, según su carácter: espacio y libertad o cercanía y atención. Hay que tener en cuenta que «los gatos llevan menos años domesticados que los perros, y no se les puede exigir un comportamiento similar con respecto a su convivencia con las personas», añade Salmerón.
Cubrir las necesidades que se derivan de su naturaleza felina
Un felino que habita en un espacio adaptado a sus necesidades psicológicas y físicas tiene más probabilidades de disfrutar de salud mental. Parte de la casa de una persona que convive con uno o varios gatos debe estar adaptada a los felinos con accesorios. Necesita una o varias bandejas higiénicas para hacer sus necesidades, un rascador donde afilar sus uñas, juguetes y un escalador para trepar.
La salud física del gato, una garantía para su bienestar psicológico
Un gato que no padece dolor o enfermedades tiene más probabilidades de disfrutar de una apropiada salud mental. Los felinos tienden a camuflar su malestar físico, pero una inadecuada salud tiene consecuencias para su bienestar mental. «Los gatos tienden a sufrir en silencio, porque todavía son menos dependientes de las personas que otros animales, como los perros», explica Ibáñez.
Una alimentación e hidratación adecuadas, así como lograr que el felino esté activo y entretenido, son pautas para mantener una salud física que repercuta en su bienestar psicológico.
Gatos urbanos con dueños muy ocupados: mejor con otros animales
Los gatos son animales sociales que necesitan el contacto con otros seres vivos. Sin embargo, no es extraño que pasen horas solos en casa mientras sus dueños trabajan.
Decantarse por la introducción en el hogar de un nuevo miembro de la familia con cuatro patas, ya sea felino o can, es una manera de conseguir que los animales estén acompañados y activos. Pero esta decisión debe ser adoptada desde la responsabilidad y con el compromiso de los propietarios de no eludir sus obligaciones de cuidado e interacción con sus gatos o perros.
Con o sin compañía de otros animales, conviene recordar que el felino es un mamífero cazador y necesita desarrollar su conducta predatoria en casa con juguetes como el kong (contiene comida en su interior) o un simple ovillo de lana.
Los gatos necesitan contacto con sus dueños y sentirse queridos
Un gato que se lame demasiado suele padecer ansiedad o estrésMuchos gatos muestran un gran apego por sus dueños y necesitan contacto a diario: descansar en su regazo o recibir sus caricias, atención y mimos.
La idea de que los felinos son seres independientes de su familia humana, que priman su propio espacio frente a la interacción con personas u otros animales, es errónea. Un gato que no se siente querido, integrado o apreciado por sus dueños puede perder su salud mental.
Algunos de los síntomas que presenta un felino con problemas psicológicos derivados del exceso de soledad son el acicalamiento compulsivo, con consecuencias como la dermatitis o la alopecia y, por otro lado, la obesidad. «Cuando un gato se lame demasiado, en un 90% de los casos, se debe a la ansiedad; mientras que muchos casos de obesidad felina son consecuencia del estrés», comenta Salmerón.