Cuba prohíbe la caza de una de las especies de tortuga marina más amenazadas del Caribe

Se pone fin "a una prolongada y constante" captura de 500 ejemplares al año de tortuga carey
Por EROSKI Consumer 7 de febrero de 2008

El Gobierno cubano, atendiendo las reclamaciones de varios grupos ecologistas, ha prohibido la caza de tortuga carey, una de las especies de tortuga marina más amenazadas del Caribe. Las autoridades cubanas ponen así fin «a una prolongada y constante» captura de 500 ejemplares al año de esta especie, informó WWF/Adena.

Esta medida beneficiará también a las tortugas que desovan en las playas de todo el Caribe y que van regularmente a alimentarse a aguas cubanas, como la tortuga verde o la boba. «Esta decisión tiene un significado muy importante para Cuba, para el Caribe y, en general, para la conservación de las tortugas marinas», señaló Susan Lieberman, responsable del Programa Internacional de Especies. «Cuba -añadió- debe ser puesta como ejemplo por su decisión, con una excelente base científica y pensando en los intereses de su gente a largo plazo».

Las poblaciones de tortuga carey han sufrido en el último siglo un declive del 80% debido a la pérdida de lugares de puesta y de alimentación, la recogida de huevos, la captura accidental en las artes de pesca, los residuos sólidos, la contaminación y la muerte por colisión con embarcaciones. Además, son capturadas por sus vistosos caparazones que se usan en joyería y ornamentación.

Alternativas

Las dos últimas comunidades locales que seguían capturando tortugas carey recibirán ayudas económicas y asistencia técnica para desarrollar alternativas sostenibles, modernizar sus flotas pesqueras, y hacerlas beneficiarias de las actividades de protección de la especie que se emprendan.

Además, se prevé convertir el Centro para la Investigación Pesquera en un organismo regional de referencia para la conservación y la investigación de las tortugas marinas, aprovechando las décadas de experiencia de los científicos cubanos, y se apoyará a la Oficina Nacional de Inspección Pesquera (ONIP) para asegurar el cumplimiento de la prohibición.

En España, las tortugas marinas tienen como principal amenaza la captura no intencionada en la actividad pesquera, especialmente en el palangre de superficie. Asimismo, se enfrentan a la desaparición de las escasas playas de puesta por la construcción de urbanizaciones y puertos, la colisión con embarcaciones, la contaminación, y la ingestión accidental de basuras y plásticos.

Ante esta situación, WWF/Adena considera «imprescindible» que las administraciones españolas apuesten decididamente por la conservación de las tortugas marinas (verde, boba y laúd) y desarrollen una estrategia y un Plan de Recuperación, que minimicen sus amenazas en nuestras aguas.

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