Extinciones masivas

Las grandes desapariciones de especies cambian el futuro de la Tierra de forma impredecible
Por Alex Fernández Muerza 13 de septiembre de 2010
Img extinciones listado

Durante los últimos 550 millones de años se han producido cinco extinciones masivas que acabaron con gran parte de la vida en la Tierra. La sexta se está produciendo en la actualidad según diversos expertos que denuncian la velocidad a la que desaparecen las especies. Un acto provocado por los seres humanos. Y aunque el Homo sapiens domine en estos momentos el planeta, en un escenario de extinción masiva no se garantiza su futuro: sus consecuencias son impredecibles, según un estudio publicado en Science. Ahora bien, los ciudadanos pueden contribuir a frenar la pérdida de especies con diversas acciones fáciles de llevar a cabo.

Las extinciones masivas cambian el futuro

Las grandes extinciones en masa producen cambios tan drásticos en la Tierra que afectan incluso a los mecanismos de la evolución. Así lo sugiere un reciente estudio publicado en la revista Science. Su responsable, el paleobiólogo John Alroy, de la Universidad Macquarie en Sydney (Australia), asegura que tras una extinción masiva no se puede predecir cómo quedará la biodiversidad posterior. La situación de las especies en el pasado no sirve para saber cómo será su futuro.

Este trabajo choca con las hipótesis de paleontólogos como Jack Sepkoski, que fuera profesor del propio Alroy y el primero que, en la década de 1980, señaló que la Tierra ha experimentado cinco grandes extinciones masivas en los últimos 550 millones de años, en los que la vida ha dejado registro fósil. Según estos expertos, si se mira la proporción en la que cada grupo produce nuevas especies, se podría predecir a los ganadores y perdedores tras un fenómeno de desaparición extrema.

La situación de las especies en el pasado no sirve para saber cómo será su futuro
Algunos biólogos de la evolución han pensado también que la vida podría recuperar su composición presente con el tiempo y las condiciones suficientes. Pero esto no ha sido así, señala Alroy. Para realizar esta afirmación, este investigador ha utilizado un método estadístico a partir de la base de datos Paleobiology, que recopila los registros de casi 100.000 colecciones fósiles de todo el mundo.

No obstante, el paleontólogo Charles Marshall, de la Universidad de California en Berkeley, recuerda en un comentario anexo al artículo de Science que la comunidad científica tiene que revisar el método estadístico de Alroy y que la base de datos Paleobiology podría estar incompleta.

Img fosilEl debate sobre las extinciones masivas sigue con varios interrogantes. Uno de ellos pasa por saber si se puede predecir cuándo se producirán o si las especies tienen fecha de caducidad. El registro fósil sugiere que cada 26-30 millones de años se produce una desaparición catastrófica. Algunos microorganismos pueden sobrevivir unos diez millones de años, mientras que los mamíferos tienen una media de un millón de años.

Las causas de las extinciones masivas son diversas, si bien en todas ellas siempre hay un cambio climático producido por factores anteriores: movimientos de placas tectónicas, sismos, alteración de las corrientes marinas, impactos de grandes meteoritos, etc.

La sexta extinción masiva, en la actualidad

El trabajo de Alroy tiene importantes implicaciones para el futuro cercano de la humanidad. Cada vez más investigadores sostienen la idea de que la Tierra sufre en la actualidad la sexta extinción masiva. Si bien las cinco anteriores se han producido por causas naturales, esta última estaría provocada por el desarrollo insostenible del ser humano. Si el trabajo de Alroy es correcto, aunque el Homo sapiens predomine en todo el planeta, no significa que podrá mantener esta situación más adelante.

Las causas de las extinciones masivas son diversas, si bien en todas ellas siempre hay presente un cambio climático
Los expertos que defienden la idea de la sexta extinción se basan en diversos datos. Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), las especies se extinguen a un ritmo 100 veces superior al observado en los registros fósiles históricos. El listado de especies amenazadas es cada vez mayor: más del 30% de los anfibios, el 23% de los mamíferos o el 12% de las aves están en grave peligro. Algunas previsiones sostienen que, de seguir este ritmo, a mitad de siglo habrán desaparecido el 30% de las especies. La Lista Roja de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) refleja en cada actualización este creciente problema.

Los consumidores pueden contribuir a frenar la pérdida de especies. Reducir, reutilizar y reciclar, evitar comprar productos que contengan sustancias nocivas para el medio ambiente o que se hayan obtenido o creado de manera anti-ecológica o hacer un consumo energético racional son algunos de los consejos básicos para conservar la biodiversidad, y en definitiva, para nuestro presente y futuro.

Las cinco grandes extinciones masivas de la historia

En todas ellas, más de la mitad de las especies desaparecieron para siempre:

Finales del Cretácico (hace unos 65 millones de años): la más reciente y famosa, ya que supuso la extinción de los dinosaurios, cuyo dominio en el planeta había durado más de 150 millones de años. También supuso la desaparición repentina de otras muchas especies, como los amonites marinos. Se apunta al impacto de un cometa de grandes dimensiones en la península de Yucatán como posible detonante. No obstante, también podría estar involucrada una gran erupción volcánica en el territorio de la actual India. El 70% de las especies conocidas desapareció. Su marca ha quedado reflejada en lugares como el flysch de Zumaia.

Finales del Triásico (hace unos 210 millones de años): gracias a esta cuarta extinción masiva, animales como los dinosaurios pudieron extenderse en la Tierra. Las causas precisas todavía se desconocen.

Finales del Pérmico (hace unos 250 millones de años): en esta tercera gran extinción, el 54% de las familias de seres vivos desaparecieron (una familia puede abarcar entre unas pocas y miles de especies). Se cree que se originó a partir de la coincidencia de varios fenómenos destructivos, como un cambio climático, movimientos de placas tectónicas o un meteorito gigante.

Finales del Devoniano (hace unos 370 millones de años): tampoco se conoce el origen exacto de esta segunda gran extinción, en la que desapareció el 19% de todas las familias de seres vivos.

Finales del Ordovícico (hace unos 440 millones de años): un enfriamiento global repentino y severo pudo ser la causa de esta primera gran extinción en la historia de la Tierra. El 25% de las familias de seres vivos desaparecieron, la mayoría de ellas marinas, ya que en aquella época no había casi especies terrestres.

Además de estas grandes cinco extinciones, la Tierra ha sufrido otros graves eventos traumáticos que han afectado de manera dramática a ciertos grupos de organismos. Hace 55 millones de años, los movimientos tectónicos del Atlántico norte provocaron un intenso vulcanismo, cambios en las corrientes marinas o el aumento del CO2 en la atmósfera. El consecuente calentamiento global propició la extinción de organismos como los foraminíferos, pero benefició a los mamíferos. En este sentido, las extinciones masivas suponen la desaparición de muchas especies, pero favorecen el desarrollo de otras. Los antepasados de los seres humanos lograron evolucionar gracias a la extinción de sus grandes competidores.

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