La contaminación del aire por partículas en suspensión provocaría graves perjuicios para la salud

Su reducción permitiría salvar entre 11.000 y 16.000 vidas anuales en toda Europa
Por EROSKI Consumer 9 de abril de 2010

La contaminación del aire por niveles elevados de partículas en suspensión (PM) provoca graves perjuicios para la salud, según ha alertado la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). Si estos niveles lograran reducirse, permitiría salvar entre 11.000 y 16.000 vidas anuales en toda Europa, apunta la organización.

SEPAR detalla que la exposición al aire contaminado aumenta el número de ingresos hospitalarios por patologías respiratorias, el desarrollo de problemas alérgicos, el diagnóstico temprano de enfermedades respiratorias en niños, la pérdida en la función pulmonar e, incluso, cáncer de pulmón. Ello se debe a estas partículas PM, que abarcan a todas las producidas por la combustión de los vehículos que circulan por las ciudades y, en especial, por los que funcionan con motores diésel. Las más pequeñas -las PM 2,5- se depositan en lo más profundo de las vías respiratorias, en los sacos alveolares.

Un estudio de 2008 sobre polución y salud que midió los niveles de contaminación de diferentes ciudades europeas -entre ellas Madrid, Barcelona o Sevilla- señala que con la reducción de los niveles de PM 2,5 a 20 microgramos/m3 en cada ciudad se evitarían 11.375 muertes prematuras (8.053 cardiopulmonares y 1.296 debidas a cáncer de pulmón). Si se redujeran a 1,5 g/m3, se evitarían hasta 16.926 muertes prematuras, 11.612 debidas a enfermedades cardiopulmonares y 1.901 a causa de cáncer de pulmón.

Es un problema global que afecta a todos los países desarrollados, y sobre todo a las grandes ciudades, destacó el presidente de SEPAR, Juan Ruiz Manzano. La contaminación del aire provoca el triple de muertes que los accidentes de tráfico y casi 10 veces más que los accidentes laborales. Por ello, la coordinadora del Área de Enfermedades Respiratorias y Medio Ambiente de esta entidad, Cristina Martínez, afirmó que «todos podemos ayudar a mejorar el aire mediante conductas que contribuyan a disminuir la contaminación, tales como usar transporte público, controlar la velocidad y el buen estado del automóvil, junto con no fumar y evitar el derroche energético».

«Estas medidas sin duda pueden ayudar a que todos, sobre todo las generaciones venideras, respiren tranquilas», insistió Martínez. La miembro de SEPAR recordó que los niños y los asmáticos son los más afectados por la exposición a concentraciones de NO2, también relacionada con el envejecimiento prematuro del pulmón y con la disminución de su capacidad funcional.

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