Trenes con energía solar

Varios proyectos ferroviarios de todo el mundo pretenden aprovechar el sol como fuente de energía ecológica
Por Alex Fernández Muerza 27 de febrero de 2014
Img cercanias
Imagen: Gonmi

El tren es más ecológico y económico que los demás medios de transporte, pero podría serlo todavía más si su fuente de energía fuera por completo renovable. Este es el objetivo de varias iniciativas ferroviarias en todo el mundo que pretenden aprovechar el sol como fuente de energía ecológica. Este artículo señala los diversos proyectos de trenes propulsados con energía solar en Europa, España incluida, India y Estados Unidos.

La energía solar viaja en tren

La línea ferroviaria entre Amberes (Bélgica) y Ámsterdam (Países Bajos) se nutre de la energía solar que producen 16.000 paneles fotovoltaicos ubicados en el túnel del recorrido de 40 kilómetros que une ambas ciudades. La obra comenzó a gestarse en 2011 de la mano de Solar Power Systems (SPS), una empresa belga de paneles solares, y Enfinity, una financiadora especializada en el mercado de las centrales fotovoltaicas. En este vídeo promocional de sus impulsores se puede observar el trazado del túnel con los paneles y algunos de sus principales datos.

En 2020 el 35% de la energía de los ferrocarriles de la UE deberá ser renovable
El sistema funciona de la manera siguiente. La energía producida por los paneles se almacena en una central que se distribuye luego por dos redes: por un lado, para abastecer la señalización, la iluminación y las estaciones de calefacción de la línea; y por el otro, para los trenes que recorren las vías. Cuando los paneles no ofrecen la energía suficiente (las nubes y la lluvia protagonizan el clima de la zona), el sistema se conecta a la red eléctrica ordinaria.

Según sus responsables, la producción solar generada evita la emisión anual de 2.400 toneladas de dióxido de carbono (CO2), principal gas de efecto invernadero implicado en el cambio climático. La iniciativa se enmarca además en el objetivo de la Comisión Europea de lograr que en 2020 el 35% de la energía consumida por los ferrocarriles de los Estados miembros sea de origen renovable.

En India, la compañía estatal de trenes quiere utilizar también la energía solar, en este caso para el aire acondicionado de sus vagones. Las altas temperaturas sufridas en buena parte del recorrido ferroviario del país suelen dejar inoperativo este sistema, dado su alto consumo energético. El objetivo es también reducir la dependencia de los combustibles fósiles.

Robla Solar, una iniciativa española

En 2011, la Universidad de León y la entidad pública empresarial Ferrocarriles de Vía Estrecha (Feve) daban a conocer el proyecto Robla Solar. Su propósito era unir las localidades leonesas de La Robla y Matallana, a 15 kilómetros de distancia, con un tren impulsado por energía solar y que también aprovecharía la energía cinética del frenado. Esta última tecnología es también muy interesante porque le saca partido al gran potencial de los ferrocarriles, y que de hecho ya utilizan Renfe o metros y tranvías de ciudades como Bilbao, Madrid o Sevilla. En este sentido, destaca el proyecto Ferrolinera 3.0, que quiere usar esa energía del frenado de los trenes para recargar coches eléctricos en las 1.500 estaciones de toda la red ferroviaria española. Desde el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) señalan que podrían convertirse en la mayor red de puntos de recarga del país para «miles y miles» de vehículos.

Según los responsables del proyecto, el tren se recargaría en los extremos del trayecto, y necesitaría energía extra de la red convencional para ponerse en marcha. Los paneles solares serían de silicio amorfo para adaptarse a la forma de la carrocería. El objetivo, además de desarrollar todas estas tecnologías, pasaría por darle una rentabilidad turística al viaje.

A pesar de sus ventajas, el proyecto Robla Solar no se ha materializado porque «llegó la crisis y cerró la ocasión, a pesar de estar planificado y justificado y ser una idea muy innovadora en planteamientos y soluciones», señala uno de sus promotores, Luis Panizo, director de área de Innovación Tecnológica de la Universidad de León.

Hyperloop, un proyecto futurista

¿Un tren movido por energía solar capaz de viajar a velocidad casi supersónica? Suena a ciencia ficción, pero la persona que lo propone está acostumbrada a llevar a cabo proyectos «difíciles»: Elon Musk, fundador del sistema de pago por Internet PayPal, la compañía espacial SpaceX o la empresa de vehículos eléctricos de alta gama Tesla Motors.

El proyecto, al que ha denominado Hyperloop, consistiría en hacer circular por un tubo al tren, dividido en cápsulas, a una velocidad de unos 1.220 km/h (la barrera del sonido está en 1.234 km/h). El tubo estaría elevado sobre unos pilares, y en su interior los vagones o cápsulas se desplazarían levitando. La energía provendría de placas solares instaladas a lo largo del recorrido.

La intención de Musk sería unir las ciudades de Los Ángeles y San Francisco, a una distancia de 550 kilómetros, en unos 30 minutos. Según cálculos de su impulsor, costaría entre 6.000 y 10.000 millones de dólares, frente los 70.000 millones de dólares estimados para la línea de tren de alta velocidad que se prevé construir para dichas ciudades californianas en 2029. Sin embargo, diversos expertos han señalado que el Hyperloop costaría en realidad unos 100.000 millones de dólares.

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