Autos clásicos: compra, venta y reparación

Una restauración o reparación mal realizada puede llegar a devaluar el valor final del coche
Por Javier Sanz 26 de junio de 2007

Internet está dinamizando el mercado del auto clásico y facilitando la tarea de encontrar coches y piezas por todo el mundo. Gracias a la Red y a una creciente cultura automovilística, la afición en España hacia los coches clásicos está creciendo. Hay que destacar dos fenómenos:

– Los coches se restauran cada día mejor, gracias a las facilidades para encontrar piezas, al número creciente de profesionales debidamente formados y al surgimiento de una pequeña industria de refabricación de recambios. – El urbanismo moderno ayuda a la afición por el coche clásico: son muchas las personas que tienen una casa amplia o un chalet en las afueras de las ciudades, con el suficiente espacio en su garaje particular para poder guardar y trabajar en los cuidados necesarios para este tipo de máquinas.

Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer hasta equipararnos con Europa. No hay que olvidar que España fue, a principios del siglo XX, un país relativamente bien motorizado y con una gran afición al automóvil que murió tras la Guerra Civil, víctima de la difícil situación económica y de una política que prohibía la importación de coches. De ahí que la lenta recuperación del auto clásico en los últimos años en España se percibe claramente en las revistas especializadas.

Compra y venta

Santiago García Floro comparte esta misma percepción. Su empresa, Cars 1247, ubicada en La Carolina (Jaén) se dedica a la compra, venta, alquiler, reparación y restauración de autos clásicos. Reconoce que Internet ha impulsado mucho el mercado, tanto de vehículos como de piezas. Sin embargo, apunta una vertiente negativa: en la Red no existe el filtro previo que una persona encuentra en las revistas especializadas. Comenta el caso reciente del aluvión de oferta en la Red provocada por la crisis de América Latina, donde «han vendido todo lo que tenían, haciendo bajar los precios tanto de coches como de repuestos y piezas». Este especialista apuesta por la compra-venta directa entre particulares expertos o a través de especialistas, como es su caso, que siempre ofrecen una mayor garantía y permiten una prueba del coche.

Reparaciones

Ante la reparación de un clásico, el propietario de Cars 1247 recomienda acudir a un taller especializado por dos razones: la hora de mano de obra en un taller oficial tiene un precio muy elevado y además, al no ser especialistas en un coche antiguo, tardarán más horas en hacer la reparación.

Los talleres de coches clásicos, a su vez, suelen estar especializados en marcas o modelos concretos, por ejemplo, en coches americanos, motos antiguas o Rolls Royce. Por tanto, la mejor opción es buscar un especialista en la marca o modelo concreto que se quiere reparar: son ellos los que menos tiempo van a tardar en encontrar o fabricar las piezas necesarias, los que mejor van a hacer la reparación y a la vez, los más económicos.

Acerca de las piezas, Santiago García explica que en la mayoría de las ocasiones hay que fabricarlas, aunque también se pueden encontrar piezas nuevas procedentes de ‘recambistas’, de fábricas que replican componentes de algunos vehículos antiguos de los que aún existen muchos ejemplares, etc. La tercera fuente son las procedentes de coches siniestrados o que se dan de baja para venderlos por piezas.

Restauración

Con relativa frecuencia se descubren en antiguos garajes o casonas abandonadas vehículos antiguos en mal estado de conservación. Devolverlos «a la vida» es un proceso laborioso, completamente artesano, que exige la búsqueda de información relativa a ese modelo concreto para poder respetar escrupulosamente todas sus partes y devolverle el aspecto original auténtico que tuvo al salir de fábrica.

El dueño de Cars 1247 describe ejemplos de las restauraciones que realiza. Comienza por desmontar el coche completamente y estudiar cada pieza por separado. Si su estado es aceptable se limpia y se vuelve a utilizar y si el deterioro es evidente se rechaza y se reemplazarla por otra idéntica, bien buscando una igual en el mercado o reproduciéndola a mano. Eso sí, «hay que tratar de ser lo más original posible».

Así lo determina el Reglamento de Vehículos Históricos de 1995: «aquellos coches con piezas constitutivas originales y cuyos recambios, en caso de no existir ya los originales, sean reproducciones o piezas equivalentes, debiendo estar debidamente identificadas». Otro experto de la restauración, Mariano González, añade un nuevo argumento: una mala restauración devalúa el vehículo. Para muchas personas el auto clásico es un negocio basado en la compra un coche destartalado, su restauración y su venta a un precio muy superior. Con esta idea buscan una restauración lo más económica posible, una mala práctica que juega en contra del valor final del propio vehículo. «Es un proceso que puede llevar alrededor de 1.200 horas y todo el que quiera un clásico de verdad debe entender como necesario e imprescindible la inversión de tiempo y dinero», advierte.

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