Barcelona estrena el límite de velocidad variable

Este sistema modifica la velocidad máxima permitida en función de la congestión, la contaminación, los accidentes y la meteorología
Por EROSKI Consumer 16 de enero de 2009

El Servicio Catalán de Tráfico (SCT) puso ayer en marcha el límite de velocidad variable en los accesos a Barcelona por la autovía de Castelldefels, la C-31, y la autopista del Garraf, la C-32, pero no empezará a sancionar a los conductores infractores hasta dentro de dos meses.

Img trafico
Imagen: CONSUMER EROSKI

Se trata de la primera fase de implantación de un sistema que modifica la velocidad máxima permitida en función de la congestión, la contaminación, los accidentes y la meteorología. Tras el verano se implantará en la B-23/AP-2, y en 2010 en los accesos norte de la ciudad condal.

En las carreteras donde ya se aplica el límite máximo de velocidad de 80 kilómetros por hora, como es el caso de la C-31 y la C-32, este límite se mantendrá vigente, aunque en las de la segunda corona en las que se empiece a utilizar la velocidad variable, el límite máximo puede bajar hasta 40 kilómetros por hora en casos de congestión.

En la C-31, el tramo donde se utilizará la señalización variable será el comprendido entre Castelldefels y la Plaza Cerd de Barcelona (19,4 kilómetros) y en la C-32, entre Castelldefels y el Nus del Llobregat (14,3 kilómetros).

El objetivo es reducir la contaminación, y con ello mejorar la calidad del aire, así como disminuir las congestiones y la accidentalidad

Con esta iniciativa, que se enmarca dentro del Plan de Actuación 2008-2009 de la Generalitat, se pretende reducir la contaminación, y con ello mejorar la calidad del aire, así como disminuir las congestiones y la accidentalidad.

Reclaman más flexibilidad

El director del SCT, Josep Pérez-Moya, valoró muy positivamente el estreno del sistema, aunque admitió que habrá que introducir mejoras en breve para dotarlo de mayor «agilidad». Asimismo, reconoció que la circulación había sido igual de fluida que el resto de días. Ayer los límites de velocidad en la C-31 y la C-32 oscilaron entre los 80 y los 50 kilómetros por hora, con lo que no se llegó al mínimo de 40.

El sistema ha levantado polémica sobre todo por la negativa de Tráfico a ser más flexible y permitir que por la noche, cuando hay menos circulación, se puedan rebasar los 80 kilómetros por hora máximos establecidos. El presidente de la Generalitat, José Montilla, ya ha dicho que mientras no se cumplan los niveles de contaminación que manda la Unión Europea (UE) no se modificará el límite.

Montilla descarta modificar el límite de velocidad mientras no se cumplan los niveles de contaminación que manda la UE

Desde el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) consideran que el uso de la velocidad variable para gestionar la congestión en las carreteras «es la estrategia adecuada para mejorar la movilidad y la contaminación».

No obstante, el RACC pide que, a partir de la experiencia, se estudien alternativas para adaptar, cuando las condiciones de congestión lo permitan, la flexibilización de la velocidad. «Hay que apostar por la flexibilidad, y si toca ir a 60, porque hay mucha congestión, que se vaya a 60. Si no hay congestión y se puede ir a 100, que se pueda ir a 100», dijo Miquel Nadal, director de la Fundación RACC.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube