Cómo reducir el riesgo de accidente

Para prevenir situaciones extremas, lo más recomendable es mantener la distancia de seguridad, adecuar la velocidad de entrada en curvas y sobre calzadas deslizantes y moderar las maniobras de frenado y la velocidad.
Por EROSKI Consumer 30 de enero de 2004

Tras numerosos estudios de accidentes de tráfico, se ha llegado a la conclusión que la principal causa de los mismos es e la persona que va al volante. Dicha responsabilidad viene unida a factores como la falta de atención, el cansancio, el alcohol y, por supuesto, la velocidad excesiva. Mientras que el estado de la carretera, la mala señalización o el mal funcionamiento del vehículo no representarían ni el 10 por ciento de las causas de siniestro. Por estos motivos, conviene que tengamos en cuenta las siguientes advertencias:

–Uno de los imprevistos que se presentan con mayor frecuencia es la frenada de emergencia ante un obstáculo. Lo primero que ocurre ante una frenada de emergencia, a veces necesaria por una distracción, velocidad excesiva a la llegada de una curva, distancia de seguridad insuficiente, etc., es el bloqueo de las ruedas. Este bloqueo impide que la dirección del automóvil se pueda controlar.

–Una de las ventajas de los vehículos equipados con ABS es la elevada capacidad de dirección, manejabilidad y estabilidad en casos de frenadas bruscas. Mediante este sistema se podrá frenar totalmente corrigiendo los movimientos de giro. El sistema ABS funcionará de una forma rápida y muy fuerte sobre el pedal de freno al pisar el embrague de inmediato al comienzo del proceso de frenado. En el caso de que no se disponga del sistema ABS, la presión sobre el pedal de freno será enérgica y corta, para desbloquear las ruedas.

–Para prevenir situaciones extremas, lo más recomendable es mantener la distancia de seguridad, adecuar la velocidad de entrada en curvas y sobre calzadas deslizantes, moderar las maniobras de frenado y la velocidad.

–Se debe recalcar que cuando se quiera detener el vehículo bruscamente, se debe pisar el pedal de embrague al mismo tiempo que el de freno. Si no se hace así, una parte de la fuerza de frenado se pierde para contrarrestar el impulso del motor.

–Cuando ante una situación de riesgo no da tiempo a detener el vehículo con los frenos, esquivaremos el objeto. Para realizar esta maniobra, el primer golpe de volante debe realizarse con progresión y manteniendo en todo momento las manos al volante.

–La carga del automóvil influirá en las maniobras de desviación. Los vehículos de tracción trasera tienen tendencia al derrapaje de la parte posterior y los de tracción delantera retardan el efecto del impulso de giro. Si el automóvil va cargado se requerirá mayor esfuerzo para su manejo.

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