Cómo conducir con nieve o con hielo de manera segura

La nieve y el hielo empeoran las condiciones de conducción y aumentan las probabilidades de sufrir un accidente, por eso hay que cuidar el estado de los neumáticos antes de salir a la carretera y llevar cadenas
Por EROSKI Consumer 17 de diciembre de 2022
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Imagen: Sangeeth Sangi

La nieve reduce la adherencia de los neumáticos y la visibilidad los conductores. Si, además, las temperaturas se colocan por debajo de los 3 ºC, aumenta la probabilidad de que se formen placas de hielo sobre el pavimento. El hielo, como recuerda la Dirección General de Tráfico (DGT), es una superficie muy deslizante que puede hacernos perder el control del vehículo y, por tanto, sufrir un accidente. ¿Cómo conducir en estas condiciones?  En este artículo te contamos qué recomendaciones dan los especialistas en seguridad vial.

Lo más seguro cuando hay nieve y hielo es no conducir. Más todavía si tenemos poca experiencia de conducción en estos escenarios. Lo dicen los expertos en la materia y el sentido común: evitar los desplazamientos innecesarios reducirá no solo las probabilidades de sufrir un accidente, sino también el tráfico en las calles y la saturación de las vías. Sin embargo, para muchas personas no existe una alternativa al coche o no es posible quedarse en casa. ¿Qué hacer en estos casos? Aquí van algunas recomendaciones.

❄️ Cómo preparar el viaje: consejos ante la nieve y el hielo

1. Neumáticos de invierno o cadenas ¿Funcionan?

«Si no se usa el calzado adecuado para el vehículo, hay más peligro de que este patine y tener un accidente», explican los especialistas en seguridad vial de la Fundación Línea Directa. Los neumáticos de invierno y las cadenas son recomendables y, en muchos casos, imprescindibles para poder circular.

Las cadenas suelen despertar muchas dudas. Los especialistas recuerdan lo siguiente:

  • Se deben poner en las ruedas motrices del coche. En los turismos suelen ser las delanteras, pero hay que estar seguros. Si no lo sabemos, debemos mirar el manual del vehículo.
  • Si son cadenas metálicas, hay que estirarlas para evitar que estén entrelazadas, después se estira el cable de acero por la parte trasera de la rueda y se engancha en ambos extremos. Tras esto se coloca y estira la cadena rodeando el neumático por la parte que hace contacto con el suelo.
  • Por último, se enganchan todos los tensores de la parte delantera para fijar las cadenas. Finalmente, se debe mover el vehículo unos centímetros para comprobar que están bien colocadas.

¿Y si son de tela? En este caso, «se empieza por la parte de arriba para después cubrir toda la superficie que no está en contacto con el asfalto. A continuación, el conductor tendrá que mover el coche para cubrir la parte que falta», detallan.

Este vídeo de Real Automóvil Club de España (RACE) puede ayudarte a verlo más claro:

2. ¿Hielo? Ojo con la velocidad y con las marchas

Conducir con nieve o hielo implica reducir la velocidad. Lo prudente es «circular a menos de 40 km/h y con suavidad para que no patinen las ruedas» y evitar acelerar o frenar de forma brusca para no perder el control del vehículo.

Pero lo verdaderamente esencial, apuntan desde Fundación Línea Directa, «es ir con la marcha más larga posible para no perder adherencia al traccionar». La excepción: si se ha de bajar una cuesta. «En este caso se debe ir con la marcha más corta para que sea el propio motor el que retenga al coche», añaden.

3. Saber qué hacer cuando se pierde el control del coche

Subviraje y sobreviraje son dos conceptos que tenemos que conocer. Estas dos cosas pueden pasar si perdemos el control del automóvil y que obligan a actuar de formas distintas.

  • Subviraje (el coche gira de menos): se debe levantar el pie del acelerador para recuperar la tracción.
  • Sobreviraje (gira de más): se levanta el pie también, pero se debe acompañar contravolantando en el sentido contrario al que haya girado el vehículo.

4. Luces, incluso de día para mejorar la visibilidad

Las nevadas disminuyen la visibilidad, advierte la DGT. Por ello, llevar las luces encendidas incluso cuando sea de día es otra de las claves que recuerdan los expertos de seguridad vial de la Fundación Línea Directa. Las luces mejoran la visibilidad del coche. Eso sí: hay que estar siempre atentos al tráfico; sobre todo, a los conductores que vienen en sentido contrario. «A veces estas luces, en contacto con las superficies nevadas o heladas, pueden hacer daño a la vista de otros conductores y provocar que pierdan visibilidad», apostillan.

5. Mantener las distancias y seguir las huellas de otros coches

Alejarse de otros vehículos y mantener una importante distancia de seguridad es clave para evitar accidentes. Cuando el asfalto está cubierto de nieve o helado, la capacidad de reacción y de frenada se reduce, por lo que si estás alejado de otros vehículos, ayudará a evitar algunos sustos.

Sin embargo, los demás vehículos pueden servirte de ayuda. «Circular por las rodadas que han hecho otros coches es una forma muy inteligente de circular por la nieve, ya que estará más compactada y será más sencillo y seguro conducir por ahí», indican los expertos.

Cómo conducir con nieve o hielo en la carretera ¡Prepara el viaje!

Si no nos queda más remedio que conducir cuando las condiciones son adversas, es muy importante planificar el desplazamiento y llevar todo lo necesario para hacerlo con confort y seguridad. La DGT insta a consultar el estado de las carreteras por las que vamos circular. También hay que conocer el código de colores y su significado.

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Imagen: DGT

Además, como medida de prevención, es aconsejable repostar y llenar el depósito y contar con un ‘kit de supervivencia’ que contenga agua, alimentos, linterna, batería recargable, y ropa de abrigo.

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