El freno de cuña, para 2010

Inventado por la casa alemana Siemens, necesita una décima parte de energía que los frenos convencionales, reacciona más rápido y reduce la distancia de frenado
Por EROSKI Consumer 8 de marzo de 2006

El sistema de freno de cuña es muy sencillo, aunque necesita de la electrónica para funcionar correctamente. En los frenos convencionales, un sistema hidráulico presiona con fuerza dos zapatas sobre el disco de frenado que va unido a la rueda del vehículo.

El novedoso sistema desarrollado por el alemán Bernd Gombert para Siemens consiste en una cuña que, arrastrada por el movimiento de la propia rueda, se encaja en un tope. El mecanismo bloquearía la rueda produciendo un peligroso derrape. Aquí es donde interviene la electrónica.

Un conjunto de sensores mide la velocidad de las ruedas cien veces por segundo y transmite las órdenes a unos motores eléctricos que permiten que la cuña se introduzca en el tope justo lo necesario para procurar una frenada progresiva, segura y efectiva.

El gasto de energía es mínimo, ya que la cuña aprovecha la propia energía cinética de la rueda para ejercer la presión de frenado. Además, al funcionar con la corriente de 12 voltios y al ser un sistema puramente eléctrico, resulta ideal para vehículos híbridos, que son cada vez más populares en los mercados occidentales.

La simplicidad del sistema ahorra peso y costes de mantenimiento. Evita por tanto la revisión y recambio periódico del líquido de frenos de los sistemas hidráulicos tradicionales. También puede utilizarse como freno de aparcamiento automático, ahorrando el sistema mecánico actual.

Este freno de cuña es una pieza más en el complejo puzzle del sistema de asistencia electrónica a la conducción (Driving assistance systems) que las firmas de electrónica y automoción del viejo continente están desarrollando para los automóviles del futuro.

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