En 1990 Robin Santos y sus tres hijos fallecían en un accidente de tráfico por vuelco en New Hampshire (Estados Unidos). Su marido y padre de los tres niños, Paul, sobrevivió. Nueve años después creó una fundación, la Santos Family Foundation, para mejorar la seguridad de los vehículos.
Su primer proyecto se ha orientado a los accidentes por vuelco, uno de los casos menos estudiados. De hecho, en el informe elaborado por la fundación se detectaron dos carencias fundamentales: la dificultad de realizar pruebas de vuelco reales fiables y la inexistencia de «dummies» (muñecos dotados de sensores utilizados en las pruebas de colisión) preparados para evaluar los daños de los ocupantes en este tipo de siniestro.
Las investigaciones se han desarrollado en el Centro Nacional de Análisis de Accidentes de Estados Unidos, NCAC, ubicado en la Universidad George Washington. Sus ordenadores y programas informáticos de simulación de accidentes han permitido salvar las carencias mencionadas, probando la resistencia del techo a hundirse en las más variadas circunstancias y los daños personales que se producen.
Así están respondiendo a las preguntas sobre la resistencia de un vehículo al dar la «vuelta de campana»:
– ¿Cuál es la orientación crítica del vehículo que causa el mayor daño en la estructura del techo?
– ¿Qué efecto tiene la rotura de ventanillas y el parabrisas en la resistencia de la estructura del techo?
– ¿Qué importancia tienen la velocidad angular, horizontal y vertical?
– ¿Cómo afecta la resistencia del techo a los efectos de la colisión en función de la aceleración y el número de cuartos de vuelta?
El software también permite responder las principales incógnitas sobre la seguridad de los ocupantes:
– Cómo afecta su posición en el vehículo y su talla en las heridas causadas por el contacto con el techo, en relación a las velocidades, angular, horizontal y vertical del vuelco.
– Cuáles son los efectos del hundimiento del techo en la violencia de los impactos que sufren los ocupantes.
– Causas y consecuencias de la eyección de los ocupantes fuera del vehículo.
– Para las personas que llevan puesto el cinturón, qué daños evitan los sistemas pretensores y en qué medida evitan los golpes contra el techo.
– En qué medida influyen los airbag y los revestimientos del vehículo a la hora de amortiguar los golpes que sufren los ocupantes.
En Estados Unidos, más de 9.000 personas han muerto en el año 2004 a causa de accidentes con vuelco del vehículo. Otras 200.000 han sufrido heridas de importancia. Este tipo de accidente es uno de los que provoca mayor cantidad de heridas por persona, una media de 3,5.