Entrevista

Carlos Tejero, vocal de Comunicación de la Sociedad Española de Neurología (SEN)

Al cerebro no le deben faltar nutrientes ni líquidos en verano
Por Clara Bassi 30 de julio de 2013
Img carlos tejero entrev
Imagen: CONSUMER EROSKI

El cerebro es un órgano central para la vida, pero los consejos para prevenir problemas en él se limitan, a menudo, a entrenar la memoria para evitar su deterioro. Sin embargo, es indispensable para muchas funciones y hay que vigilar que no le falte ningún nutriente, ni líquidos, ni la medicación necesaria en caso de padecer una enfermedad neurológica. La Sociedad Española de Neurología (SEN) ha lanzado un amplio listado de consejos para proteger el cerebro durante el verano que, aunque se dirigen a pacientes con enfermedades neurológicas, sirven para toda la población. Otra recomendación crucial para protegerlo es no relajarse con el uso del casco, a pesar de que moleste con el calor. Es más, la SEN defiende su empleo a ultranza, incluso para los ciclistas, como lo cuenta en esta entrevista Carlos Tejero, vocal de Comunicación de la SEN y neurólogo del Hospital Clínico de Zaragoza.

¿El cerebro humano tiene necesidades específicas durante el verano?

El cerebro necesita que, en verano, se mantengan las medidas preventivas que se suelen aplicar el resto del año para protegerlo. Pero en esta época hay personas que se relajan un poco y no los siguen. Por eso, la SEN ha elaborado un listado de consejos que, aunque estén dirigidos a los enfermos neurológicos, sirven para la población general. Así, al llegar el verano, hay personas que mantienen la misma ingesta de líquidos que durante el año; sin embargo, por una mayor transpiración, se necesita más cantidad. También las hay que abandonan las rutinas de sueño y comida, y esto es devastador para el organismo; otras se olvidan la alimentación equilibrada y se relajan con la medicación. Es frecuente olvidar este control al irse de viaje, pero acaba por pasar factura al cerebro, sobre todo a quienes tienen una enfermedad neurológica.

¿Qué otros factores se deben tener en cuenta para proteger al cerebro?

“La dieta mediterránea es la que mejor le sienta al cerebro”

Debe estar bien tratado con la medicación necesaria en cada caso y no le deben faltar nutrientes ni líquidos en verano. También hay que tener cuidado con las altas temperaturas y, al igual que el resto del año, tanto los pacientes como la población general deben utilizar el casco y no relajarse al circular, ya que los accidentes de circulación ocurren tanto al ir de viaje como en los desplazamientos al trabajo. El uso del casco supone una importante protección para el cerebro.

Entonces, ¿desde la SEN se defiende la propuesta de normativa de imponer el casco a los ciclistas?

La SEN es partidaria de todo lo que pueda evitar accidentes que causen daño cerebral y defiende el uso del casco incluso en las bicicletas.

¿Han aumentado los casos de daño cerebral por prácticas de riesgo como zambullirse al agua desde lugares peligrosos?

En general, se ha producido un descenso de los casos de daño cerebral adquirido, porque han disminuido los accidentes laborales, al haber menos trabajo, y también los accidentes de tráfico, porque la carretera ha mejorado y circulan menos coches. Pero eso no significa que, cuando haya un accidente, no se hubiera podido evitar con las medidas de seguridad oportunas. Los neurólogos, cuando tratamos a jóvenes con daño en la médula cervical por haberse tirado al agua en condiciones que no debería, sentimos un gran dolor, porque se podría haber evitado.

¿Se han incremetado los casos de daño cerebral sobrevenido en los últimos años?

“La SEN defiende el uso del casco incluso en las bicicletas”

Los datos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) apuntan una disminución en el número de donantes de órganos y, por lo tanto, el número de donantes con daño cerebral adquirido traumático. En cambio, el daño cerebral adquirido por ictus sí que ha aumentado un poco, aunque no es demasiado relevante.

¿Qué otros problemas del cerebro se observan debido a un deficiente cuidado durante el verano?

Con frecuencia, en urgencias se ve a ancianos que sufren demencia y que están deshidratados, ya que pierden líquidos y no los reponen al perder el sentido de la sed; debido a ello, se muestran muy lentos, pero no es que su demencia haya empeorado. Esta deshidratación es muy fácil de evitar, si se controla la cantidad de líquido que toman y se estimula la ingesta de alimentos ricos en agua, que son más habituales que en otras épocas del año, como las frutas, las verduras, el gazpacho o el salmorejo. Además, hay que cuidar la alimentación.

¿Cómo es la dieta idónea para el cerebro?

La dieta mediterránea es la que mejor le sienta, ya que incluye una gran variedad de productos frescos, como el pescado, las frutas y verduras, que aportan una gran diversidad de nutrientes en pequeñas cantidades. Una dieta variada ayuda a que no le falte nada a este órgano tan vital. El pescado es muy interesante, aunque se consuma en lata, como el atún y las anchoas.

¿De qué manera le afectan al cerebro la deshidratación y el déficit de nutrientes?

“Los pacientes con demencia, dolores de cabeza, epilepsia o esclerosis múltiple son los enfermos neurológisos a los que más les afecta el verano”

La circulación del cerebro necesita oxígeno y nutrientes. La deshidratación provoca que pierda agua y su funcionamiento se ralentiza, se vuelve más lento. Debido a ello, de forma progresiva la capacidad de reacción, de pensamiento y de asociación de conceptos merma; la posibilidad de aprendizaje disminuye; la persona tiene menos ganas de hablar, de pensar y de moverse, porque le cuesta más hacerlo.

¿Cuáles son los enfermos neurológicos que resultan más afectados por un mal cuidado del cerebro en verano?

Sobre todo quienes sufren demencia y dolores de cabeza, ya que las altas temperaturas, así como los cambios bruscos de temperatura, las alteraciones de los horarios de sueño y comida y la falta de ejercicio, les alteran. También los afectados de epilepsia y de esclerosis múltiple, con el calor, pueden padecer más brotes y dificultades para moverse, así como los que tienen enfermedades neuromusculares. En definitiva, a todas las personas con enfermedades neurológicas les afecta el verano.

Consejos para proteger el cerebro en verano

La Sociedad Española de Neurología lanza unos consejos para cuidar el cerebro en la época estival:

  1. Protegerse del calor, ya que las personas con esclerosis múltiple o alguna enfermedad neuromuscular pueden ver aumentados sus síntomas.
  2. Evitar la deshidratación. En adultos sanos, una deshidratación superior al 2% del peso corporal hace que disminuya la concentración, el rendimiento físico y la memoria a corto plazo y que aumente el cansancio, el tiempo de respuesta y las cefaleas.
  3. Estabilizar los horarios de sueño y comida, porque puede aumentar las crisis en pacientes con migrañas o cefaleas y con epilepsia, sobre todo por falta de sueño.
  4. No descuidar la medicación. Respetar los horarios y las tomas del tratamiento sin olvidarlo al salir de viaje, ni al ir a pasar unos días al extranjero, que es un error habitual.
  5. Cuidar la alimentación con la dieta mediterránea. Aumentar el consumo de alimentos ricos en agua, ya que cerca del 20% del agua que se ingiere procede de los alimentos.
  6. Evitar cambios bruscos de temperatura, ya que las personas propensas a padecer de cefaleas, son las más sensibles a ellos. Además, el aire acondicionado, la ingesta de alimentos fríos o los cambios de temperatura al bañarse pueden desencadenar dolor de cabeza.
  7. Realizar ejercicio, como nadar o pasear, siempre en las horas de menos calor, ya que ayuda a mejorar el estado de ánimo, la memoria y permite controlar la hipertensión arterial, un gran enemigo para nuestro cerebro.
  8. Proteger la cabeza de agresiones externas, mediante el uso del casco todo el año, ya que en verano se observa un aumento de los accidentes de este tipo y porque, como hace calor, hay muchas personas que suelen quitárselo.
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