Cómo aliviar las digestiones pesadas (sin recurrir al omeprazol)

Comer en exceso puede generar molestias estomacales. Hay medicamentos que ayudan a aliviar los síntomas, pero recurrir a fármacos antiulcerosos no es lo adecuado: su uso indebido puede conllevar efectos secundarios
Por Sonia Recio 29 de agosto de 2025
molestia estomacal
Imagen: HansMartinPaul
En ciertas épocas del año, como el verano, solemos comer más de lo habitual y a horas irregulares. A esto se suman alimentos ricos en grasas, azúcares o sal, a menudo acompañados de alcohol. Estos excesos pueden pasar factura a nuestro estómago y provocar molestias como pesadez, estreñimiento, hinchazón, gases, reflujo, ardor, náuseas leves o fatiga y somnolencia después de comer. Para aliviarlas, optar por inhibidores de la bomba de protones (IBP), como el omeprazol, no es lo adecuado. El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España advierte que su consumo prolongado o en dosis altas puede aumentar el riesgo de efectos adversos, como la disminución de los niveles de vitamina B12, magnesio y calcio.

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🍕Digestiones pesadas: el peaje por comer en exceso

El verano es una de las épocas del año en las que más alteramos nuestra alimentación. Las vacaciones, los viajes, el calor o el hecho de comer fuera con frecuencia modifican nuestros hábitos diarios. En esta temporada es habitual dejarnos llevar por los excesos: comidas abundantes, alimentos ricos en grasas, azúcares y sal, y un mayor consumo de alcohol.

Aunque estos caprichos puedan parecer inofensivos, su efecto en el sistema digestivo se nota rápidamente. Las digestiones se vuelven más pesadas y, aunque no suelen ser un problema grave, sí resultan molestas e incluso pueden interferir en nuestras actividades cotidianas. Los síntomas más frecuentes son la sensación de pesadez, estreñimiento, hinchazón abdominal, gases, reflujo, ardor estomacal (pirosis), náuseas leves o incluso somnolencia y fatiga tras las comidas.

medicamentos
Imagen: jarmoluk

Cómo tratar los síntomas de las digestiones pesadas

El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España indica que en las farmacias se pueden encontrar distintos medicamentos sin receta, especialmente indicados para aliviar los síntomas de las digestiones pesadas. Eso sí, su uso siempre debe hacerse siguiendo el consejo del farmacéutico.

😬Hinchazón, distensión abdominal, gases, eructos o flatulencias

Para aliviar estos síntomas digestivos, pueden utilizarse por vía oral algunos medicamentos específicos. Entre ellos están los que contienen simeticona, una sustancia que ayuda a eliminar los gases al romper las burbujas que se forman en el sistema digestivo.

También existen combinaciones como la dimeticona con enzimas pancreáticas, que no solo reducen los gases, sino que además facilitan la digestión. Otra opción es el carbón activado, que actúa absorbiendo las partículas de gas en el intestino, ayudando a reducir la hinchazón y el malestar

😬Estreñimiento

En general, los laxantes deben utilizarse únicamente cuando las medidas higiénico-dietéticas —como una alimentación rica en fibra, una adecuada hidratación y la práctica regular de ejercicio— no logren mejorar el tránsito intestinal. Estos medicamentos actúan estimulando el movimiento del colon, o facilitando el ablandamiento de las heces, lo que favorece su expulsión.

😬Reflujo o ardor estomacal

Para tratar el reflujo y el ardor de estómago, existen distintos tipos de medicamentos disponibles en farmacias que deben utilizarse con la orientación de un profesional sanitario. Estos se agrupan en cuatro categorías principales:

  • Alginatos: neutralizan los ácidos gástricos y forman una barrera de gel que flota sobre el contenido del estómago, evitando que el ácido ascienda al esófago.
  • Antiácidos (como el almagato): actúan neutralizando el ácido clorhídrico y bloqueando la acción de la pepsina. También ayudan a contrarrestar los ácidos biliares gracias a su efecto adsorbente.
  • Antagonistas H2 (como la famotidina): reducen la producción de ácido gástrico, tanto en reposo como tras la ingesta de alimentos.
  • Inhibidores de la bomba de protones (IBP) (como el omeprazol): bloquean de forma más prolongada la secreción de ácido en el estómago.

😬 Dolor de tipo cólico

En algunos casos, el farmacéutico puede recomendar el uso de butilescopolamina durante periodos breves. Este medicamento actúa relajando la musculatura del tracto gastrointestinal, lo que ayuda a reducir los espasmos responsables del dolor abdominal.

Los medicamentos antiulcerosos no son protectores gástricos

El uso frecuente de medicamentos como el omeprazol para aliviar molestias estomacales ha generado una idea equivocada: muchas personas los llaman “protectores de estómago” o “protectores gástricos”. Sin embargo, los farmacéuticos advierten que este término es incorrecto y puede llevar a utilizarlos de forma inadecuada.

Los inhibidores de la bomba de protones (IBP), como el omeprazol, no protegen el estómago de forma preventiva. Su función es reducir la producción excesiva de ácido gástrico. Están indicados para tratar afecciones concretas como úlceras, reflujo gastroesofágico o gastritis diagnosticada.

Utilizar los IBP como si fueran un remedio universal frente a cualquier molestia digestiva puede tener consecuencias. Aunque son medicamentos bien tolerados, su uso prolongado (más de un año) o en dosis altas se ha relacionado con ciertos efectos adversos.

  • Disminución de vitamina B12, que puede dar lugar a ciertos tipos de anemia.
  • Reducción de magnesio, que puede causar debilidad muscular y calambres.
  • Pérdida de calcio, que aumenta el riesgo de osteoporosis y fracturas óseas.
alimentación
Imagen: Yamu_Jay

Disminuir el dolor de estómago sin recurrir a fármacos

Más allá del tratamiento farmacológico, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España subraya que la primera línea de acción frente a las digestiones pesadas debe ser la adopción de medidas higiénico-dietéticas orientadas a la prevención.

Entre ellas, destacan las siguientes:

  • Evitar, en la medida de lo posible, comidas muy abundantes, picantes o con salsas pesadas.
  • Hacer más comidas (4-5 al día), pero de menor cantidad, y mantener un horario regular de ingestas.
  • Aumentar el consumo de frutas y verduras (principalmente de temporada) y de fibra.
  • Reducir el consumo de ultraprocesados y alimentos con alto contenido en grasas, azúcares o aditivos.
  • Cocinar los alimentos a la plancha, en lugar de fritos o rebozados.
  • Dedicar el tiempo suficiente a comer (entre 20 y 45 minutos) y masticar con detenimiento los alimentos.
  • Mantener una correcta hidratación, sobre todo en verano. Lo recomendable es ingerir de 1,5 a 2 litros de agua al día (8-10 vasos) e intentar beber, aunque no se tenga sed.
  • Realizar ejercicio físico moderado, extremando las precauciones cuando las temperaturas sean altas,
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