Cuatro de cada cinco españoles recurren a las «dietas milagro» para adelgazar

Los especialistas alertan del peligro para la salud que pueden entrañar estos regímenes
Por EROSKI Consumer 7 de mayo de 2008

Cuatro de cada cinco españoles que quieren adelgazar utilizan las denominadas «dietas milagro«. Esta cifra «es tremenda», señala Alberto García, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, quien advierte de que estos productos «mágicos» -que se dispensan por teléfono, Internet e incluso en las farmacias- pueden entrañar graves riesgos para la salud.

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Imagen: CONSUMER EROSKI

Para alertar sobre este tipo de productos y debatir sobre los hábitos alimentarios actuales se han convocado las «I Jornadas sobre dietas y productos milagro», encuentro auspiciado por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM) junto con las Facultades de Farmacia de las Universidades de Alcalá de Henares, Alfonso X el Sabio y Complutense de Madrid.

Representantes de estas entidades coincidieron ayer en resaltar la práctica inutilidad y el peligro para la salud de las dietas milagro. «La pérdida de peso con estos productos se basa en el efecto de la monotonía en la dieta, por aburrimiento. Pero estas dietas o bien están disociadas, y eliminan alguno de los nutrientes esenciales, o bien tienen un mero efecto placebo», explicó el doctor Baltasar Ruiz-Roso, director del Departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Complutense.

Una dieta milagro, basada por ejemplo en la exclusión de los hidratos de carbono, «no se mantiene, toda vez que la pérdida de peso es puntual». «Lo cierto es que se producen graves desequilibrios nutricionales, porque no son dietas completas y carecen de todos los nutrientes necesarios», afirmó el especialista.

La reducción de estos aportes energéticos necesarios puede causar importantes trastornos de salud, desde «contraer una depresión hasta provocar patologías más serias por sobrecargar el trabajo del hígado y del corazón». Otras consecuencias son los daños renales, enfermedades cardiovasculares, disminución de masa muscular y efectos psicológicos negativos, entre otras.

Dieta personalizada

La dieta ideal debe ser «individualizada y personalizada», dijo Alberto García. «La dieta debe estar ajustada a los hábitos alimentarios de cada persona y el tratamiento correcto, si se trata de sobrepeso, debe proceder de un farmacéutico o un diplomado en nutrición; si es obesidad, debe combatirse bajo control médico. Pero en ningún caso el tratamiento se puede extrapolar a otras personas», indicó Ruiz-Roso.

Este experto recordó que la obesidad es «prácticamente una epidemia mundial». En España, afecta al 15% de la población adulta, mientras que otro 40% tiene sobrepeso. Y entre la población infantil, de dos a 16 años, afecta a un 16% y estamos a la cabeza de la UE.

Según Ruiz-Roso, lo adecuado para atajar tanto la obesidad como el sobrepeso es mantener una dieta equilibrada y una correcta actividad física. Para el doctor Fernando de Jesús, decano de la Facultad de Farmacia de la Universidad Alfonso X el Sabio, si hubiese que elegir algún tipo de alimentos por su eficacia en la prevención de enfermedades serían los vegetales.

Clasificación de las principales «dietas milagro».

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) señala que este tipo de regímenes se pueden clasificar en tres grandes grupos:

– Dietas hipocalóricas desequilibradas: en estas se incluyen la dieta de la Clínica Mayo, Dieta ?toma la mitad?, Dieta Gourmet, Dieta Cero. Estas dietas provocan un efecto rebote, caracterizado por una rápida ganancia de peso, que se traduce en un aumento de masa grasa y pérdida de masa muscular. Esto obedece a que el metabolismo se adapta a la disminución drástica de la ingestión de energía mediante una disminución del gasto energético. Estos regímenes suelen ser monótonos, además de presentar numerosas deficiencias en nutrientes, sobre todo si se prolongan por largos períodos de tiempo.

– Dietas disociativas: Dieta de Hay o Disociada, Régimen de Shelton, Dieta Hollywood, Dieta de Montignac, Antidieta, etc. Se basan en el fundamento de que los alimentos no contribuyen al aumento de peso por sí mismos, sino al consumirse según determinadas combinaciones. No limitan la ingestión de alimentos energéticos sino que pretenden impedir su aprovechamiento como fuente de energía con la disociación. Según la AESAN, esta teoría carece de fundamento científico y los resultados obtenidos sólo obedecen a un menor consumo de energía. Además, este tipo de consumo es casi imposible porque no existen alimentos que solamente contengan proteínas o hidratos de carbono.

– Dietas excluyentes: se basan en eliminar de la dieta algún nutriente. Estas dietas pueden ser: ricas en hidratos de carbono y sin lípidos y proteínas, como la Dieta Dr. Prittikin y la Dieta del Dr. Haas; ricas en proteínas y sin hidratos de carbono: Dieta de Scardale, Dieta de los Astronautas, Dieta de Hollywood y la Dieta de la Proteína Líquida (producen una sobrecarga renal y hepática muy importante); y ricas en grasa: Dieta de Atkins y Dieta de Lutz. Estas últimas se conocen como dietas cetogénicas y pueden ser muy peligrosas para la salud, produciendo graves alteraciones en el metabolismo.

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