Entrevista

Gema García Gálvez, ginecóloga responsable de la Unidad de Suelo Pélvico del Hospital Quirón, en Madrid

El autoconocimiento de la zona íntima mejora las relaciones sexuales y ayuda a detectar enfermedades a tiempo
Por Clara Bassi 2 de octubre de 2012
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Imagen: CONSUMER EROSKI

Más de la mitad de de las mujeres no conoce bien su zona íntima, con independiencia de su edad, y el 80% ignora qué partes de sus genitales intervienen en la respuesta sexual, según una encuesta sobre el autoconocimiento de las mujeres de su zona íntima, realizada por iniciativa de la página de Facebook Centradaenti, de TENA Lady. Esta falta de conocimiento puede atribuirse a una educación sexual aún demasiado pudorosa en España. Sin embargo, se hace necesario dominarla bien para poder identificar posibles cambios patológicos y mejorar las relaciones sexuales, a juicio de Gema García Gálvez, ginecóloga y responsable de la Unidad de Suelo Pélvico del Hospital Quirón, de Madrid. García Gálvez es coimpulsora, junto a la sexóloga Natalia Domínguez, de la iniciativa “Espejo Íntimo”, una aplicación con la que se pretende aumentar el nivel de conocimiento de las mujeres desde el punto de vista ginecológico, urológico y sexual.

¿Cuál es el conocimiento que tienen las mujeres españolas de su zona íntima?

Según una pequeña encuesta piloto realizada en la consulta del Hospital de Quirón a 170 mujeres de entre 25 y 55 años, se ha observado algo que ya sospechábamos: la mitad de las pacientes o, lo que es lo mismo, una de cada dos mujeres no conoce bien su zona íntima con independencia de su edad.

¿No hay diferencias por edades?

Pensábamos que la mujer más joven iba a estar más interesada en su sexualidad, pero ha sorprendido ver que este desconocimiento se tiene con independencia de la edad: desde las mujeres más jóvenes hasta las que ya están en la perimenopausia.

¿A qué lo atribuye?

“La mitad de las mujeres no conoce bien su zona íntima, con independencia de su edad”

Creo que es un asunto cultural. Por mucho que la mujer haya avanzado a nivel profesional y ocupe más cargos de poder a nivel laboral, la educación en algunos aspectos todavía es demasiado pudorosa y cuesta mucho hablar de estos temas. Los aspectos relacionados con la salud ginecológica se tienden a olvidar un poco.

Otro dato que llama la atención de su estudio es que el 80% de las mujeres ignoran qué partes del cuerpo intervienen en la respuesta sexual.

Sí. No vale solo saber en qué consiste un orgasmo. Es interesante tener conocimientos mínimos de cómo el cuerpo reacciona ante las relaciones sexuales, para sacarle más partido a las relaciones de pareja. Sabíamos de antemano que este campo es muy desconocido para la mujer, pero merece la pena adentrarse en él, aunque se debe tratar con respeto y cuidado.

¿Hay algún otro dato llamativo en este estudio?

Quizás el aspecto médico. Hay que intervenir de forma precoz para que las mujeres sepan qué alteraciones en su zona íntima son normales, y no hace falta acudir a urgencias, y cuáles deben tenerlas en guardia. Hay pacientes, sobre todo jóvenes, que aún acuden asustadas a un servicio de urgencias porque se les ha quedado un tampón dentro. Otras acuden para consultar sobre pequeños bultos, granos y verrugas que entran dentro de la normalidad. Es importante distinguir cuándo hay que ir al médico.

¿En qué consiste la iniciativa “Espejo íntimo”?

“La autoexploración es fundamental para saber identificar problemas como el quiste de Bartolino o el prolapso del suelo pélvico”

Es una aplicación diseñada con el objetivo de aumentar el conocimiento de las mujeres de sus órganos genitales. El requisito para acceder (a través de la página de Facebook Centradaenti, de TENA Lady) es ser mujer mayor de 18 años. En ella se ofrecen explicaciones de los genitales externos e internos (de una forma didáctica, pedagógica y con artículos de interés) y permite profundizar desde la capa de la piel hacia la anatomía interior (donde están el útero y los ovarios) y conocer los músculos y el suelo pélvico que intervienen en la continencia y en la respuesta sexual.

Entonces, ¿usted recomendaría a las mujeres que exploren su zona íntima?

Sí, claro. Al llegar la menstruación, muchas púberes no saben muy bien lo que les pasa. Mirar y conocer la zona íntima es esencial para afrontar las primeras relaciones sexuales y detectar de manera precoz las enfermedades de transmisión sexual. Es un tema que hay que abordarlo con naturalidad y sin tabúes.

¿Por qué cree que es tan elevado el desconocimiento de la zona íntima?

Por falta de comunicación. En la escuela se explica, pero sin detalle, y, a veces, abordarlo en la familia es delicado. Sin embargo, es fundamental para prevenir disfunciones sexuales y otros problemas de salud. Antes, el inicio de las relaciones sexuales estaba más tutelado por las madres y se producía en torno a la mayoría de edad. Pero, ahora, hay menores de 15 y 16 años que ya se han iniciado en las relaciones sexuales. Por este motivo, es importante que las madres observen e intenten averiguar si sus hijas tienen alguna inquietud sobre las relaciones sexuales y resolverla. El problema es que las madres son las primeras que se deben informar. Las redes sociales, como Twitter o Tuenti, o chats como el Messenger son una buena opción.

¿Cómo puede ayudar “Espejo íntimo”?

Es una guía didáctica para madres e hijas. Por ejemplo, puede ayudar a la hora de enseñar (o aprender) a ponerse un tampón. Se debe buscar que sea como un juego sencillo y natural, pero mucha gente lo evita por vergüenza o porque no sabe cómo abordarlo.

¿Qué ventajas tiene tener este autoconocimiento de la zona íntima?

“Una de cada tres mujeres sufren pérdidas de orina que provocan deterioro en su calidad de vida”

Diría que dos: mejora las relaciones de pareja y detecta de manera precoz alteraciones, como pérdidas de orina, problemas con el postparto o quistes en la glándula de Bartolino, entre otros. Todavía hoy en día hay mujeres que consultan por un bulto o porque han sufrido incontinencia de orina durante diez o quince años, algo que han considerado normal después de tener hijos o por la edad y sin compartirlo con nadie, cuando es un problema que determina la calidad de vida, provoca infecciones y molestias y, además, tiene soluciones. Hay que concienciar a la propia mujer, pero también a los profesionales médicos. Puede que no se las escuche o que no se las sepa orientar.

Quizás, las campañas de ginecología se han centrado más en la autoexploración del pecho para detectar el cáncer de mama y, aunque se hable de las citologías, no tanto en el autoconocimiento de los genitales femeninos.

El cáncer de mama crea más alarma social. No obstante, hay un problema muy prevalente que parece no importar: una de cada tres mujeres sufren pérdidas de orina que provoca deterioro de la calidad de vida y se debe tratar. Después del parto, todas las mujeres deberían acudir a un control del suelo pélvico para reforzarlo y no dar por hecho que es normal utilizar pañales a partir de la menopausia. Una plataforma como “Espejo íntimo” puede ayudar mucho a la mujer. Toda información que podamos proporcionarle es básica, para que acuda a la consulta médica de forma preventiva y con menos problemas en situación avanzada.

La zona íntima femenina, una gran desconocida

Las mujeres conocen poco su anatomía íntima, según se desprende de la encuesta de autoconocimiento de esta parte del cuerpo realizada por la ginecóloga Gema García Gálvez y la sexóloga Natalia Domínguez para TENA Lady. Sin embargo, el autoconocimiento y la autoexploración son fundamentales para saber identificar problemas como el quiste de Bartolino o el prolapso del suelo pélvico, así como saber ir al médico por motivos justificados y no por causas innecesarias, según explica Gema García Gálvez.

El conocimiento de la respuesta sexual es también escaso. Solo una de cada cinco mujeres encuestadas supo responder que intervienen el bulbo vestibular y el suelo pélvico. La gran mayoría de mujeres, con independencia de la edad, tienen muchas dudas. El 50% no sabe definir qué es el punto G (una zona muy sensible por su gran concentración de terminaciones nerviosas) y el 40% lo confunden con el clítoris. Otra creencia errónea muy asentada es que hay dos tipos diferentes de orgasmo, el vaginal y el clitoriano, cuando, en realidad, solo hay uno y lo que varía es la forma de conseguirlo, como comenta Domínguez.

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