La OMS alerta del incremento de casos del síndrome de la clase turista

El peligro de sufrir una trombosis a causa de un viaje largo se prolonga durante un mes
Por EROSKI Consumer 13 de marzo de 2008

El síndrome de la clase turista se ha convertido en un problema importante para la salud pública mundial. Un estudio elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha determinado que las trombosis relacionadas con los vuelos en avión se han incrementado en los últimos años como consecuencia del aumento de los viajes largos y la propensión de muchos pasajeros a padecer complicaciones circulatorias.

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Imagen: CONSUMER EROSKI

Un viaje de cuatro horas de duración ya se puede considerar como largo e incluso «varios vuelos en un corto espacio de tiempo» pueden provocar el síndrome, indica el informe. En general, el riesgo de sufrir una trombosis se duplica durante los viajes de más de cuatro horas en cualquier medio de transporte que obligue a permanecer sentado.

El estudio Wright (Who Research into Global Hazards of Travel) confirma la mayor probabilidad de sufrir el síndrome que presentan aquellos pasajeros que padecen sobrepeso, son de estatura excesivamente alta o baja, toman anticonceptivos orales, han tenido traumatismos recientes, sufren varices en las extremidades o están enfermos de cáncer. El 77% de los afectados presentaba alguno de estos factores de riesgoNo obstante, el informe señala que el riesgo absoluto de tromboembolia venosa (TEV )tras estar sentado e inmóvil durante más de cuatro horas sigue siendo relativamente bajo (1 por 6.000, aproximadamente).

La OMS observa que el riesgo absoluto de tromboembolia venosa afecta a 1 pasajero de cada 6.000, aproximadamente

Así, el síndrome de la clase turista ya no está asociado solamente a vuelos transoceánicos sino que hay que tomar medidas preventivas también en las rutas europeas. Además, un pasajero que viaje en avión más de cuatro horas tiene 3,5 más probabilidades de sufrir trombosis venosa que el que no viaja.

Aspirina

La pasividad desencadena un proceso de acumulación de plaquetas que provoca un trombo de las células que, sumadas unas a otras, pueden atascar una arteria y reventarla. Pero el peligro de sufrir una trombosis a causa de un viaje largo no termina cuando uno llega a su destino. El riesgo se prolonga durante un mes. Para reducirlo, los médicos ya no aconsejan que se tome media aspirina antes de la partida, sino que se tome una entera la víspera y, como mínimo, otra al día siguiente del viaje; incluso es mejor si se toman en los dos días posteriores.

Los expertos recuerdan, además, la conveniencia de no llevar ropa ajustada; colocarse calcetines comprensivos, que favorecen la circulación sanguínea; hacer ejercicio con las piernas durante el vuelo para evitar la inmovilidad, y no consumir alcohol.

FACTORES DE RIESGO Y CONSEJOS DE PREVENCIÓN:

–Realizar viajes largos en avión, coche, autobús o tren o en cualquier medio de transporte que obligue a permanecer sentado.

–Tener un índice de masa corporal superior a 30 y una altura inferior a 1,60 metros o superior a 1,90.

–Ser propensos a padecer complicaciones circulatorias.

–Padecer sobrepeso.

–El peligro de sufrir una trombosis a causa de un viaje largo no termina cuando uno llega a su destino. El riesgo se prolonga durante un mes. La Fundación para el Estudio y Prevención de las Enfermedades de las Venas ofrece algunos consejos básicos:

oSi tiene que realizar un viaje de larga duración, procure escoger asientos situados en el pasillo, ya que permiten mayor libertad de movimientos.

oNo coloque equipaje debajo del asiento delantero, pues disminuirá el espacio y la capacidad de movimiento de sus piernas.

oSi está dentro del grupo de personas con alto riesgo de trombosis, utilice medias o calcetines de compresión durante el vuelo para ayudar a que las venas dilatadas recuperen su forma original.

oSi quiere dormir durante el vuelo, hágalo con las piernas estiradas y relajadas.

oEvite la ropa ajustada, ya que impide la adecuada circulación sanguínea.

o La baja presión atmosférica en cabina hace que el cuerpo pierda fluido corporal y que la sangre se vuelva más espesa, con el consiguiente riesgo de trombosis. Para evitarlo, se recomienda beber abundante agua, no tomar alcohol antes y después del vuelo, así como bebidas que contengan cafeína, ya que pueden provocar deshidratación.

oNo se siente con las piernas cruzadas, ya que impide el buen riego sanguíneo.

oRealice paseos cortos cada 1 o 2 horas. Haga ejercicios de contracción y estiramiento de la musculatura de la pantorrilla (elevando los dedos del pie, como para andar con talones y, al revés, elevando los talones como para andar de puntillas).

oSi tiene factores de riesgo (ha sido sometido a alguna operación de cirugía mayor, ha sufrido traumatismo reciente de las extremidades inferiores, con historia previa de trombosis o predisposición familiar a sufrirla, o tiene problemas de circulación venosa) consulte a su médico antes de efectuar un viaje de largo recorrido.

oEs aconsejable tomar aspirina antes del vuelo, siempre que no existan contraindicaciones.

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