La OMS trata de sensibilizar sobre la importancia de la seguridad vial en el Día Mundial de la Salud

Los accidentes de tráfico serán en el año 2020 la tercera causa de muerte y discapacidad, según un informe de este organismo
Por EROSKI Consumer 7 de abril de 2004

El Día Mundial de la Salud, que promueve cada 7 de abril la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1950, está dedicado este año a la seguridad vial. Y es que cada año fallecen en el mundo 1.200.000 personas en accidentes de tráfico. En España, más concretamente, 4.000 ciudadanos mueren anualmente y 40.000 ingresan heridos en los hospitales a causa de percances en las carreteras. Estos datos ponen de manifiesto que la seguridad vial es un problema de salud y no una mera problemática de transporte.

Con motivo de este Día, que lleva por lema «La seguridad vial no es accidental», la OMS ha publicado el primer informe global sobre la incidencia del tráfico y sus previsiones resultan del todo desalentadoras. En 2020, la agencia sanitaria cree que los accidentes de circulación serán la tercera causa de morbilidad y muerte (ahora son la novena en el planeta y la cuarta en España), sólo ampliada por las patologías relacionadas con el corazón y las enfermedades mentales.

Para la OMS son 16 los factores que influyen a la hora de tener un accidente de tráfico. Entre ellos ser varón y joven, velocidad inadecuada y excesiva, ingestión de alcohol u otras sustancias, fatiga, viajar de noche, mal estado del vehículo, defectos del trazado de la carretera o falta de visibilidad por condiciones atmosféricas.

La entidad hace especial hincapié en la necesidad de concienciar a la juventud, ya que los accidentes de tráfico son la segunda causa de muerte en el mundo para el sector de población comprendido entre los 15 y los 29 años de edad. Y la tercera de los 30 a los 44 años. En nuestro país, según datos del Ministerio de Sanidad, la edad media de las 40.000 personas que ingresan cada año en un hospital tras sufrir un accidente de tráfico es de 36,2 años.

Problema de salud

Los accidentes de tráfico deben considerarse un problema de salud. Por ello, la OMS ofrece a los gobiernos unas bases para reducir su incidencia. Entre ellas destaca una: «convertir la seguridad vial en una prioridad». A partir de ésta, coordinar todas las actuaciones en una sola entidad, establecer objetivos y poner en marcha planes nacionales de seguridad vial.

Además, la OMS pide que se establezcan normas de seguridad en los vehículos, mensaje destinado a los países en vías de desarrollo; así como promulgar y hacer cumplir leyes que exijan el uso del cinturón de seguridad y el casco, el respeto a los límites de velocidad y el control de la conducción bajo los efectos del alcohol.

Para los países desarrollados propone «condicionar la financiación de la infraestructura de carreteras al cumplimiento de las medidas de seguridad», así como crear normas adecuadas para el diseño de carreteras «que promuevan la seguridad de todos los usuarios».

Pero no sólo los gobiernos y sus administrados son responsables de los accidentes, también los fabricantes de vehículos. La OMS les pide tres cosas. La primera es que todos los turismos cumplan las mínimas normas de seguridad, es decir, que incluyan cinturones y sistemas básicos de seguridad, independientemente del lugar donde se fabriquen. La segunda, que la fabricación de los coches tenga en cuenta una parte delantera más segura, y la tercera, que publiciten los vehículos de forma responsable, haciendo hincapié en la seguridad.

Mejorar las normas y programas

Por otro lado, la OMS insta a los gobiernos a promover la mejora de las normas de otorgamiento de los carnés de conducir y de los programas de educación sobre seguridad del tráfico. Considera que la prevención es un factor primordial para reducir las tasas de mortalidad y siniestralidad, por lo que reclama a los ejecutivos de los países que fomenten la educación vial y una conducción más segura.

En este sentido, España prevé un endurecimiento de la normativa con la instauración de varias medidas que hacen referencia tanto al aumento de las penas por conducir a una velocidad excesiva y bajo los efectos del alcohol, como a la realización de cursos de reciclaje para no perder el permiso, entre otras. Las autoescuelas también resultarán afectadas, ya que está previsto que tengan que mejorar el material didáctico y que se les exija un 20% mínimo de aprobados en relación con la media provincial.

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