La rinitis y el asma son síntomas de la misma enfermedad y no dos patologías distintas como se creía

Una investigación a nivel mundial concluye que estas dos manifestaciones de la alergia deben ser tratadas de forma conjunta
Por EROSKI Consumer 20 de septiembre de 2003

La revisión de más de tres mil trabajos científicos sobre la rinitis alérgica ha establecido que esta afección y el asma son manifestaciones de una misma enfermedad, la alergia, y no dos patologías distintas como se creía hasta ahora. En la elaboración de este trabajo, titulado «La rinitis alérgica y su impacto sobre el asma», han participado 55 sociedades científicas de todo el mundo, entre ellas la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic).

Esta investigación introduce el nuevo concepto de «enfermedad alérgica», asumiendo el origen tanto del asma como de la rinitis alérgica, y prevé un tratamiento de conjunto y no por cada síntoma. También se ha demostrado que muchos de los síntomas que provocan la enfermedad alérgica se confunden con otras enfermedades y no se detecta la alergia que subyace. Según Ignacio Anepara, jefe del Servicio de Alergología del Hospital de Basurto, más de la mitad de las rinitis alérgicas están sin diagnosticar. «La gente lo considera un constipado, aunque se repita todos los años, y no consulta, y si lo hace, el médico de atención primaria tiene poco tiempo por paciente y a menudo no diagnóstica la alergia», afirma.

La rinitis alérgica se produce a causa de sustancias que desencadenan alergias y provoca una inflamación de las membranas mucosas de la nariz. Cuando la rinitis alérgica se produce a causa de alérgenos exteriores comunes, como polen de árboles, césped y malezas o moho presentes en el aire, se llaman alergias de temporadas o fiebre del heno. También puede desencadenarse por alérgenos interiores comunes como moho, sustancias de animales domésticos, excrementos de insectos o ácaros, y sus síntomas pueden durar todo el año.

Los expertos creen que entre un 10 y un 15 por ciento de españoles sufre rinitis alérgica, aunque este porcentaje continúa en aumento. Además, en algunas zonas con mayor presencia de pólenes, como en el centro de la península, la cifra es mayor.

Hay tanta proximidad entre asma y rinitis alérgica que el estudio ha demostrado, según Antonio Peláez, que «la rinitis alérgica exacerba el riesgo de sufrir asma». El 38 por ciento de los pacientes que sufren rinitis presenta también asma bronquial y entre el 90 y el 95 por ciento de los afectados por asma perenne sufre rinitis. Para prevenir la aparición del asma en pacientes con rinitis alérgica, el doctor Peláez recomienda la vacunación. «La inmunoterapia -advierte- es el único tratamiento capaz de evitar que una persona que sufra rinitis devenga asmático». Así, en la investigación se establece que la rinoconjuntivitis alérgica es generalmente un precursor del asma bronquial en niños. A veces, la rinoconjuntivitis alérgica y el asma se producen simultáneamente en niños, por lo que «los resultados indican que la vacunación con los alergenos de pólenes de gramíneas o árboles puede reducir el desarrollo de asma en niños con rinitis alérgica».

La rinitis deteriora la calidad de vida de quienes la padecen, y aunque no es una enfermedad grave, produce una afectación de diversos campos de la vida de una persona, advierte el presidente de la Seaic, Antonio Peláez; «el físico, porque puede producir cefaleas y astenia; el psíquico, porque baja el estado de ánimo; y el social, puesto que limita la convivencia». También puede ser origen de accidentes, sobre todo en la conducción o el manejo de máquinas peligrosas.

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