Un estudio elaborado por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) cuantifica que el 60% de los hombres adultos roncan de forma habitual mientras duermen, frente al 40% de las mujeres mayores de edad.
La causa de los ronquidos se debe a las vibraciones que realiza el velo del paladar al pasar el aire durante el sueño. La mayoría de los casos reconocidos son leves y se solucionan con una simple corrección de la postura.
No obstante, en ocasiones pueden ser un síntoma de determinados problemas de salud, entre los que sobresale el conocido como síndrome de apnea del sueño, padecido actualmente, según estimaciones de los neumólogos, por el 2% de las mujeres y en torno al 4% de los hombres adultos, lo que arroja una cifra de aproximadamente un millón de afectados en España.
El síndrome hace aconsejable ponerse en manos del médico, pues la apnea del sueño, además de provocar una excesiva somnolencia al día siguiente, se ha relacionado con problemas de hipertensión, trastornos cardíacos y una probabilidad de sufrir accidentes de tráfico que multiplica por seis la de un conductor normal.
Entre los factores que favorecen el ronquido se encuentran la obesidad, el consumo de alcohol, tabaco o tranquilizantes, y las alteraciones de las fosas nasales como desviación de tabique, pólipos o rinitis. Asimismo, en niños pueden estar propiciados por la hipertrofia de amígdalas y adenoides, conocidas popularmente como anginas y vegetaciones.
Aunque no se sabe exactamente porque los ronquidos afectan a más hombres que a mujeres, los expertos saben que los ronquidos guardan una estrecha relación con la postura. Así, resultan más habituales en quienes se acuestan boca arriba que en quienes lo hacen boca abajo o de lado, y por eso los grandes roncadores suelen dormir mirando hacia arriba.