Las alergias alimentarias son más comunes entre las personas asmáticas

Las personas proclives a estos trastornos y con asma deberían controlar ambas incidencias de forma estrecha
Por EROSKI Consumer 5 de octubre de 2010

Las alergias alimentarias son más comunes entre personas asmáticas y podrían contribuir a los ataques de asma, según un estudio llevado a cabo por la Asociación de Salud Hebrea Nacional de Estados Unidos y difundido en la revista «Journal of Allergy and clinical Immunology». «Las personas con una alergia alimentaria y asma deberían controlar ambos trastornos estrechamente y ser conscientes de que podrían estar relacionados», explicó Andrew H. Liu, responsable del trabajo.

Los autores analizaron datos de 8.203 personas de entre uno y más de 60 años que completaron una encuesta nacional sobre salud y nutrición en el periodo 2005-2006 y que pasaron por pruebas sanguíneas en relación a anticuerpos para cuatro alimentos específicos: cacahuetes, leche, huevos y marisco. En función de los niveles de anticuerpos IgE descubiertos en sangre, a los participantes se les clasificó como sensibilizados a uno o más de los alimentos o no sensibilizados. A los participantes sensibilizados se les subdividió según sus posibilidades de tener alergias alimentarias como improbables (10%-20%), posibles (50%) o probables (más del 95%).

Tras analizar los datos obtenidos, los científicos determinaron que las alergias probables eran dos veces más comunes entre los participantes que habían recibido un diagnóstico de asma. Las probabilidades de tener alergias alimentarias crecían con el aumento de la gravedad del asma. Quienes en ese momento tenían asma eran 3,8 veces más propensos a una alergia alimentaria que los diagnosticados de asma pero que no lo padecían, mientras que quienes habían visitado las urgencias por asma en el año anterior eran siete veces más propensos a tener alergias alimentarias que las personas diagnosticadas con el trastorno pero que no acudieron a urgencias. El 15,8% de los participantes que pasaron por urgencias por asma tenían niveles de IgE que indicaban posibles o probables alergias alimentarias.

Los investigadores explican que no pueden determinar si las alergias alimentarias en realidad causan ataques de asma o si el asma y las alergias alimentarias son manifestaciones de un perfil alérgico grave. Sin embargo, los autores apuntan a que las reacciones alérgicas a los alimentos podrían desencadenarse en algunas personas con asma sólo cuando se combinaran con un ejercicio extenuante.

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