Más del 80 por ciento de los hipertensos no toma su medicación durante las vacaciones

Si se practicara más deporte desaparecerían entre el 20 y el 30 por ciento de los ocho millones de enfermos que existen
Por EROSKI Consumer 10 de agosto de 2002

La cifra 14/9 sigue siendo peligrosa en verano. Pero ocho de cada diez hipertensos diagnosticados en España no controlan su tensión, según datos de la Sociedad Española de Hipertensión. En estas fechas el descontrol se acentúa; es como si el paciente se tomara «vacaciones». Los expertos insisten en la importancia del ejercicio físico y la dieta para controlar la tensión arterial.

No seguir el consejo médico es un error, a juicio de los especialistas, porque el «bamboleo» de tensiones expone al paciente a mayores riesgos cardiovasculares o a infartos cerebrales. Y más, cuando está demostrado que si la población siguiera un estilo de vida saludable, especialmente en lo que al deporte se refiere, desaparecerían entre el 20 y el 30 por ciento de los ocho millones de hipertensos que hay ahora. De lo que se deduce que el ejercicio físico es la mejor arma para luchar contra la presión arterial alta, según indican los especialistas.

«En los meses de calor los enfermos se relajan, lo que hace que la situación de muchos empeore notablemente. Además, se bebe más alcohol», explica el doctor Manuel Luque, jefe de la Unidad de Hipertensión del Hospital Clínico de Madrid. La relajación hace que las personas se vean menos enfermas. Los médicos creen que éste es el principal enemigo de los hipertensos: no se consideran como tales y les resulta muy difícil cambiar su estilo de vida.Otro gran problema es que más de la mitad de los hipertensos sufre sobrepeso, lo que incrementa el riesgo cardiovascular de estos pacientes y también la posibilidad de sufrir más infartos cerebrales.

Según los especialistas, el ejercicio físico es fundamental para controlar la tensión. Y otro escollo contra el que se topan los enfermos es que no se les «prescribe» ejercicio físico aeróbico, que es el más indicado para esta patología.

Manuel Luque cree que sus colegas no hacen suficiente hincapié en el ejercicio físico, que reduce la tensión arterial de forma directa y ayuda a controlar los problemas de peso: « Los hipertensos han de hacer deporte sin llegar a quedarse exhaustos. Si el músculo se tensa (por ejemplo, al sujetar algo muy fuerte con la mano) y no se extiende posteriormente, sube la tensión alta de inmediato.

«Está demostrado que el deporte aeróbico (moderado, pero que se realiza de forma continuada) disminuye la tensión baja. Los deportes de alto impacto suben la alta, por lo que están contraindicados», indica el doctor Luis Til Pérez, médico del Deporte del Centro de Alto Rendimiento de San Cugat, en Barcelona. Según este especialista, lo ideal es que la persona escoja el ejercicio que más le guste o que le sea más fácil de realizar, durante media hora cinco días a la semana. «Si no puede todos, los beneficios cardiovasculares comienzan a notarse a partir de la realización de ejercicio tres veces por semana», continua el doctor Til.

Para conseguir que los pacientes se tomen las pastillas, los médicos abogan por una sola toma diaria y que sea fácil de recordar: «Muchos son mayores de 60 años y sufren otras enfermedades que les obligan a ingerir una gran cantidad de comprimidos todos los días. Una sola toma de medicación antihipertensiva en el desayuno permite controlar la tensión», asegura el doctor Luque. Si se detectan valores que rayan lo peligroso, la vuelta a estilos de vida saludables puede llegar a ser suficiente, sin tener que recurrir a las pastillas. Sin embargo, cuando la tensión llega a 16/9,5, los médicos suelen empezar a tratar directamente con fármacos.

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