Potenciar las defensas antioxidantes del organismo podría ayudar a frenar la enfermedad de Huntington

El estrés oxidativo y el daño a determinadas macromoléculas intervienen en el progreso de este trastorno
Por EROSKI Consumer 7 de octubre de 2008

La progresión de la enfermedad de Huntington podría frenarse a través de estrategias terapéuticas que potencien las defensas antioxidantes del organismo, según los resultados de un estudio realizado por primera vez en humanos y elaborado por investigadores de la Universidad de Lleida, que publican sus conclusiones en el último número de la revista «Free Radical Biology and Medicine».

El estudio, dado a conocer por el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), muestra que el estrés oxidativo y el daño a determinadas macromoléculas intervienen en el progreso de la citada enfermedad, caracterizada por desórdenes psiquiátricos y cognitivos, movimientos involuntarios y demencia. La investigación se realizó a partir de muestras de cerebro obtenidas postmortem de afectados por Huntington y se compararon con muestras de otras personas. Se estudiaron las dos áreas cerebrales más afectadas por dicha enfermedad: el estriado y el córtex.

Eliminación de radicales libres

El trabajo permitió comprobar que los cerebros de las personas con Huntington presentaban niveles elevados de proteínas cuya función está relacionada con la eliminación de especies reactivas del oxígeno (ROS), o como se las conoce comúnmente, radicales libres. «En los cerebros de estos enfermos existe una situación que denominamos estrés oxidativo, y como consecuencia, las neuronas (y otras células presentes en el cerebro como las células de la glia) intentan defenderse aumentando las defensas antioxidantes», explicó Elisa Cabiscol, profesora de Bioquímica en la Universidad de Lleida y una de las autoras de la investigación.

En condiciones normales, el balance entre generación de ROS y sistemas antioxidantes permite a las células su correcto funcionamiento. Sin embargo, cuando nos encontramos en una situación de estrés oxidativo, la generación de ROS supera la capacidad de defensa celular, lo que implica una alteración de la célula y en último término, su muerte. «Nuestro estudio ha puesto de manifiesto la importancia del estrés oxidativo en el Huntington, lo que ampara el uso de estrategias terapéuticas que potencien las defensas antioxidantes o eviten la formación de radicales libres para intentar detener o hacer más lenta la progresión de esta devastadora enfermedad», afirmó la investigadora.

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