Barritas energéticas, bebidas isotónicas… y suplementos nutritivos. En plena fiebre por los complementos de toda clase -y el boom de las tiendas de nutrición- las preguntas obligadas son dos: cuáles funcionan de verdad y cuáles no ofrecen lo que se espera. Entre los suplementos más comunes están las cápsulas de omega 3, a las que se les atribuye la facultad de mejorar la salud cardiovascular. Pero ojo, porque puede que esté tirando su dinero a la basura si las adquiere. Una investigación reciente, que analizamos a continuación, afirma que los suplementos de omega 3 son “poco o nada” eficaces para proteger su corazón. Eso sí: los científicos recomiendan que tome alimentos ricos en este ácido esencial, como el pescado azul, como parte fundamental de una dieta saludable.
Pastillas de omega 3: ¿está tirando su dinero?
«Los suplementos de omega 3 tienen poco o ningún beneficio para el corazón», según un trabajo científico
Uno de los suplementos de moda es el omega 3, que puede adquirirse en forma de cápsulas o pastillas. Su éxito viene respaldado por los beneficios de los ácidos grasos esenciales en el organismo, un componente que se encuentra de forma natural en alimentos como el salmón o los frutos secos.
Los ácidos omega 3, junto con los ácidos omega 6 y el aceite de oliva, están entre las «niñas bonitas» del mundo de las grasas. En otras palabras: ingerirlos en los alimentos es esencial para llevar una dieta sana, cuidan la salud y protegen el corazón. Además, el cuerpo necesita incorporar los ácidos omega 3 y omega 6 a través de la alimentación (por eso se les llama ácidos esenciales), ya que el organismo no es capaz de sintetizarlos por sí mismo.
Pero ¿son iguales de eficaces los suplementos de omega 3 cuando los tomamos en una pastilla? Aquí es donde hay más dudas, ya que los suplementos podrían no tener los mismos beneficios para la salud que el omega 3 que obtenemos a través de los alimentos.
Un estudio publicado en JAMA en 2015 ya puso en duda los efectos «saludables» de estas pastillas, al no encontrar diferencias significativas en la función cognitiva entre personas que ingirieron placebo y otras que tomaron suplementos de omega 3 durante cinco años.
Y ahora, una investigación muy extensa ha valorado los resultados de estos suplementos nutritivos tan comunes en una muestra de población de más de 112.000 personas. Su resultado: existen pocas evidencias de que los suplementos de omega 3 realmente tengan un efecto cardiovascular beneficioso. Los suplementos de omega 3 tienen «poco o ningún» beneficio para el corazón, según reconoce la investigación de la organización científica sin ánimo de lucro Cochrane, con sede en Londres (Reino Unido). Tampoco son eficaces, dicen, para aminorar el peligro de sufrir un infarto.
¿Por qué los suplementos de omega 3 no sirven para proteger el corazón?
Los ácidos grasos omega 3 se encuentran en alta proporción en los tejidos de ciertos pescados y mariscos y en algunas fuentes vegetales, como en el aceite de soja o las nueces. Su consumo en forma de suplementos se promueve de manera global debido a la creencia extendida de que estos ácidos grasos ayudan a prevenir enfermedades cardiacas, incluyendo la reducción de la presión sanguínea y del colesterol.Sin embargo, aseguran los científicos, los suplementos de omega 3 ofrecen pocos o ningún beneficio para el corazón en la mayoría de los indicadores estudiados. Los expertos del Cochrane han analizado el efecto a largo plazo de tomar suplementos de omega 3, y afirman que tienen «poco o ningún efecto» cuando se valora su efecto en la esperanza de vida o en disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares o muertes cardiacas.
Pero siga comiendo pescado
A pesar de las pocas evidencias de que estos suplementos de omega 3 tengan un efecto cardiovascular beneficioso, los expertos sí recomiendan tomar pescado azul (rico en omega 3) dos veces a la semana como parte de una dieta saludable.
Los alimentos ricos en omega 3 naturales son los aceites vegetales, las nueces y las semillas, que contienen ácido alfa-linoico (ALA), así como el pescado azul y el bacalao, ricos en ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA). Además, algunas marcas de leche, yogures, pan y margarinas también incorporan omega 3 (normalmente ALA) añadido en los productos.
Pero cuando se trata de los suplementos de omega 3, los científicos del Cochrane son tajantes: estas cápsulas no cumplen las expectativas de los consumidores que las compran con el objetivo de cuidar su corazón. Además, tienen un coste importante, que ronda -en el mejor de los casos- los 20 euros para 60 unidades. Por lo que los expertos recomiendan, si lo que se quiere es proteger el corazón, invertir ese dinero en consumir más verduras frescas.
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