El tratamiento magnético estimula la germinación y el crecimiento de las semillas

Las semillas que reciben este tratamiento germinan entre un 1% y un 19% más que las que no son tratadas con campos magnéticos
Por EROSKI Consumer 4 de abril de 2012

El grupo de investigación Bioelectromagnetismo aplicado a la ingeniería agroforestal de la ETSI Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha estudiado el efecto que produce el tratamiento de forma previa a la siembra con campos magnéticos estacionarios en la germinación y en el crecimiento de las semillas de triticale, cereal híbrido que procede del cruzamiento entre trigo y centeno. La UPM ha informado de que los resultados alcanzados en este estudio «concuerdan con los obtenidos por el grupo de investigación en otras especies de cereal, leguminosas y pratenses, en los que se concluyó que el campo magnético produce un efecto positivo».

Los campos magnéticos, eléctricos y electromagnéticos existen de forma natural en el entorno y los seres vivos están habituados a convivir con ellos. El campo magnético terrestre oscila entre 0,4 y 0,6 gauss, según la latitud y otros factores geológicos. Durante las últimas décadas, se han desarrollado numerosas investigaciones sobre los posibles efectos de los campos magnéticos sobre los seres vivos, entre ellas se encuentran las que determinan su influencia en la germinación y en el crecimiento de especies de interés agronómico y forestal, que hasta ahora han mostrado casi siempre un efecto estimulante, explicó la UPM, que también precisó que el elevado número de factores que intervienen en la interacción campo magnético-ser vivo «complica el establecimiento de mecanismos de acción, por lo que constituyen a día de hoy meras hipótesis».

Los investigadores de la UPM han estudiado la influencia de los campos magnéticos de 125 ó 250 mT, en la germinación y en las primeras etapas de crecimiento de las plántulas obtenidas a partir de semillas de triticale que fueron tratadas antes de ser sembradas.

Para realizar el pretratamiento, las semillas se depositaron en el hueco de un imán cerámico durante determinados períodos de tiempo (1, 10, 20 minutos, 1 y 24 horas). Posteriormente, se realizaron test de germinación con la colocación de las semillas en placas Petri sobre papel de filtro humedecido. Se estableció asimismo un grupo control de semillas que no fueron tratadas.

El análisis estadístico mostró que las semillas fueron tratadas germinaban entre un 1% y un 19% más que las del grupo de control. El tiempo medio de germinación se redujo hasta en un 6% en semillas que fueron tratadas. De manera análoga, se apreciaron reducciones de hasta el 16% con respecto al grupo control en el tiempo necesario para obtener el 1, 10, 25, 50 75 y 90% de semillas germinadas, destacó la UPM.

Para evaluar los efectos en el crecimiento, las semillas fueron tratadas de la misma forma que en los ensayos de germinación. Se midió la longitud de la raíz a los 2 días de la siembra, la longitud de la raíz y el total (raíz+parte aérea) a los cuatro días de la siembra y por último la longitud y el peso de la raíz y el total a los seis días. El estudio indicó que las plántulas procedentes de semillas tratadas mostraban una longitud y un peso mayores con respecto a las que provenían de semillas sin tratar. La UPM señaló que esto «verifica que el efecto de los campos magnéticos, aparte de incidir en la germinación de las semillas, continuaba estimulando el crecimiento las primeras etapas del desarrollo de las plántulas».

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