Murcia investiga cómo obtener nuevas variedades de cerezo autofértiles y con bajas necesidades de frío

Estas especies evitarán la dependencia de suministradores extranjeros a quienes hay que pagar royalties
Por EROSKI Consumer 21 de abril de 2010

El Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA) ha plantado desde comienzos de año 2.500 genotipos de cerezo obtenidos por cruzamiento entre variedades de la especie. Estas acciones se enmarcan en un programa de mejora genética cuyo objetivo es obtener nuevas variedades de cerezo que sean autofértiles y con bajas necesidades de frío, explicó el consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá.

Las nuevas variedades evitarán la dependencia de suministradores extranjeros a quienes hay que pagar royalties, resaltó Cerdá en la presentación de las primeras cerezas recolectadas en el invernadero experimental del IMIDA, en La Alberca. Las variedades recolectadas son de media estación y su calidad es superior a las tempranas que aparecen en el mercado.

A pesar de su maduración más tardía, se han adelantado en el invernadero sin necesidad de calefacción con respecto a las primeras cerezas que se cosecharán en árboles plantados en cultivo tradicional al aire libre. La estrategia de cultivo consiste en cubrir el invernadero cuando se consideran satisfechas las horas de frío, que en La Alberca suelen ser escasas. En tales condiciones se observa una producción escalonada de flores y hojas, lo cual es habitual en especies frutales en condiciones de poco frío. Para el cerezo, especie en la que el fruto tiene una corta duración desde que florece hasta que se recolecta, la aparición de hojas puede tener la ventaja de una mejor nutrición de los primeros frutos cuajados, que son los que antes saldrán al mercado.

La primavera alcanza este año bajas temperaturas, lo que ha retrasado la evolución del crecimiento y maduración de las cerezas. El aumento de temperaturas en invernadero ha adelantado de forma significativa la cosecha. El consejero destacó la viabilidad del cultivo del cerezo en condiciones de invernadero en diversas zonas de la región y recordó que en 2009 se construyó un invernadero en la finca Toli, en Jumilla, sobre una plantación adulta que dará sus primeros frutos este año, y otro en la finca experimental El Chaparral, con diversas variedades de cereza de potencial interés.

El programa de trabajo que desarrolla la Consejería, a través del IMIDA, sobre la introducción del cerezo como cultivo alternativo en diversas comarcas de la región arroja datos sobre el comportamiento de unas 70 variedades. La Consejería firmó convenios de colaboración con Hungría y Bulgaria para experimentar con las condiciones de Murcia las nuevas obtenciones de estos países. Cerdá señaló que la cereza tardía también puede tener su sitio en zonas altas de la región, que cuentan con mayor disponibilidad de agua. La cereza muy tardía «puede beneficiarse de unos precios ventajosos, aunque no tanto como la temprana», concluyó. La producción murciana de cereza ronda en la actualidad las 900 toneladas.

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