Salmón de gran tamaño

Expertos estadounidenses consiguen salmones que crecen más y de forma más rápida que las variedades silvestres en un mismo periodo de tiempo
Por Natàlia Gimferrer Morató 8 de julio de 2013
Img salmonahumado
Imagen: Hans Hauke

La Agencia de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA) estudia la posibilidad de la llegada al mercado de un salmón de gran tamaño. En Boquete, Panamá, se lleva a cabo un estudio sobre la viabilidad de este nuevo salmón desde hace más de dos décadas. Los expertos evalúan las propiedades de este nuevo salmón, una pieza que puede triplicar el peso estándar de estos peces y convertirse en el primer alimento con modificaciones genéticas apto para comercializar y consumir de manera habitual. El artículo explica el proceso que se sigue para que pueda aprobarse este nuevo salmón y qué argumentan las valoraciones en contra.

Las especies con las que trabajan los expertos proceden del Atlántico. De la mano de los avances tecnológicos y científicos, los investigadores han logrado un crecimiento mayor y más rápido que sus pares silvestres en un mismo periodo de tiempo. Los responsables denominan este hallazgo el «súper salmón». Durante 17 años, los expertos han estudiado las especies y han logrado que en unos 18 meses el salmón aumente de peso y tamaño, la mitad de tiempo que tardan sus homólogos no modificados. Desde que se inició el estudio, la empresa responsable espera la decisión de la FDA acerca de su comercialización, aspecto que parece estar muy cerca a día de hoy.

La base del estudio es el uso de genes de la especie de salmón Chinook y de la anguila marina. Los salmones se modifican mediante el uso de genes de estas dos especies para que así maduren antes y alcancen un mayor tamaño. De esta manera, las especies transmiten estos genes a su descendencia híbrida. Los responsables de este hallazgo aseguran que esto no supone ningún riesgo para la salud ni del consumidor ni del salmón y que están a la espera de que se apruebe para comercializar en EE.UU.

El nuevo salmón busca la aprobación

La FDA estudia si aprueba o no la comercialización del «súper-salmón»

La investigación se encuentra en su fase final de estudio. Ahora es el turno de la FDA, que debe valorar si da el visto bueno. Los expertos analizan el posible impacto ambiental de estos animales y verifican que sean seguros para el consumo humano. Todo apunta, a priori, que el «súper salmón» podrá consumirse por ahora en EE.UU. El pasado mes de diciembre la FDA emitió un primer comunicado en el que aseguraba que el salmón transgénico AquAdvantage no causa un impacto significativo para el medio ambiente, lo que significa que en este nuevo informe tampoco tiene por qué aparecer ningún problema para su autorización. Cuando la FDA da el primer visto bueno, se dar la aprobación.

El principal problema que apunta la FDA es que estos salmones modificados genéticamente puedan escapar de su hábitat de crecimiento y desbancar a la población natural del salmón del Atlántico debido a su gran tamaño. Pero parece ser que la Agencia estadounidense concluye que, aun en el caso de que el «súper salmón» pudiera escapar de sus tanques y llegara a aguas marinas, la probabilidad de que llegue mar adentro es casi nula ya que las aguas de Panamá, donde se crían, son demasiado cálidas para que puedan sobrevivir. Sin embargo, organizaciones ecologistas y algunas industrias alimentarias no están de acuerdo y aseguran que esto podría afectar al ecosistema marino. Debido a estas contraposiciones, la FDA continúa su investigación y está a la espera de veredicto.

Valoraciones en contra

Las objeciones a este nuevo alimento han tardado poco. La revista especializada Proceedings of the Royal Society ha publicado un estudio que alerta sobre los riesgos de que el salmón modificado genéticamente se escape de su hábitat natural. Aseguran que las posibilidades existen, así como sus riesgos potenciales. Los científicos canadienses, responsables del estudio, demuestran los posibles impactos ecológicos en el caso de que un «súper salmón» pase a aguas silvestres y pueda cruzarse con la trucha marrón, aunque también aceptan que la posibilidad es muy baja, pero no por ello debe obviarse por la FDA. La empresa responsable hace caso omiso a las alertas del estudio canadiense y argumentan que la Universidad de Washington State publicó en 1995 una investigación en la que queda constancia que el híbrido entre el salmón del Atlántico y la trucha marrón es estéril. Eso significa que un híbrido no supone una amenaza ecológica ya que no puede reproducirse.

EL DEBATE DE LOS OMG

¿Están los consumidores preparados para el consumo de alimentos genéticamente modificados? Existen opiniones para todo: los detractores afirman que el sistema de regulación estadounidense, el principal responsable en este tipo de asuntos, no está preparado para lidiar con los posibles efectos de estos alimentos al consumidor. Este sector de la población teme que la aprobación del “súper-salmón” abra la puerta para un futuro consumo habitual de diferentes especias de animales genéticamente modificadas. A su favor, expertos científicos en el tema afirman que organismos no son malos ni suponen un peligro para el medio ambiente ni para la salud del consumidor, siempre y cuando se usen de forma adecuada, el problema es el mal uso que se haga de ellos. Además, explican que la naturaleza crea y modifica organismos de manera natural, hacerlo en un laboratorio no supone peligro alguno. El debate está servido y ambos bandos están a la espera de la decisión de la FDA ya que podría marcar un antes y un después.

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