Invierno lejos de casa: la respuesta de ACNUR para proteger vidas

Desde Siria y Líbano hasta Afganistán, Egipto y Ucrania, ACNUR trabaja para que el invierno no sea una amenaza más para las personas refugiadas y desplazadas que lo han perdido todo
Por Comité español de ACNUR 25 de enero de 2025
campaña de invierno de ACNUR
La temporada invernal es especialmente difícil para las personas refugiadas y desplazadas, que se enfrentan a temperaturas extremas sin recursos básicos para protegerse. En regiones y zonas afectadas por conflictos como Siria, Líbano, Afganistán, Egipto y Ucrania, ACNUR pone en macha proyectos esenciales para garantizar que las familias vulnerables enfrenten el frío con dignidad y seguridad. A través de la mejora de infraestructuras, la distribución de abrigo, combustible y asistencia económica, la Agencia de la ONU para los Refugiados logra un impacto significativo en la vida de miles de personas.

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El invierno agrava las dificultades para millones de personas desplazadas. En Siria y Líbano, donde el conflicto ha dejado cicatrices profundas, muchas familias regresan a comunidades devastadas sin techo seguro. En Afganistán, donde las temperaturas caen hasta -25 °C, y en Egipto, donde continúan las llegadas de refugiados sudaneses que huyen del conflicto, la necesidad de refugio, calor y apoyo económico es crítica. Por su parte, en Ucrania, la devastación causada por la guerra ha dejado a cientos de miles de familias con hogares dañados o destruidos, luchando por mantenerse cálidas en medio del frío y la incertidumbre.

Reconstrucción para el futuro 

En Siria, más de 200.000 personas han regresado desde la caída del gobierno a finales de 2024, concentrándose en regiones como Alepo, Dar’a y Ar-Raqqa. ACNUR lidera proyectos esenciales de reparación de viviendas, distribuye kits de invierno y proporciona materiales de construcción. Estas intervenciones buscan ofrecer un espacio cálido y seguro para familias que, tras años de conflicto, intentan reconstruir sus vidas en condiciones extremas​.

campaña de invierno ACNUR
Imagen: Markus Korenjak / ACNUR

En Líbano, donde la crisis económica y social agrava las dificultades del invierno, ACNUR apoya a comunidades desplazadas en refugios colectivos y distribuye miles de kits de emergencia. Además, pone el foco en rehabilitar infraestructura crítica, tras el acuerdo de alto al fuego alcanzado en noviembre, y en ofrecer asistencia económica que permita a las familias comprar combustible y alimentos​​. Tal y como comenta Hameeda, una refugiada siria en Beirut, «gracias a las mantas y los calentadores que hemos recibido, mi familia está preparada para afrontar este invierno con más esperanza».

Apoyo a las comunidades más vulnerables 

La situación humanitaria sigue siendo crítica en Afganistán, con la mitad de la población enfrentando hambre aguda y millones de personas desplazadas. Ante esta complicada realidad, ACNUR, en colaboración con sus organizaciones socias, ha lanzado planes de respuesta conjunta para brindar ayuda humanitaria vital a 1,3 millones de personas entre finales de 2024 y principios de 2025. Las intervenciones incluyen la distribución de estufas tradicionales Bukhari, leña y asistencia económica para que las familias puedan adquirir ropa térmica y combustible

Además, ACNUR trabaja en la rehabilitación de viviendas, instalaciones sanitarias y aulas escolares, fortaleciendo el tejido comunitario. Para familias como la de Zamir, un padre en Bamyan, estas mejoras significan mucho más que un techo. «Nuestra nueva casa nos protege del frío y nos da esperanza de un futuro más estable», afirma con gratitud. 

La mejora de infraestructuras y la provisión de refugio son esenciales para proteger a las comunidades más vulnerables, especialmente en un contexto donde las carreteras quedan intransitables y las temperaturas descienden a niveles mortales.

personas refugiadas en invierno
Imagen: Ximena Borrazas / ACNUR

En Egipto, donde la llegada de personas desplazadas por el conflicto en Sudán no cesa, ACNUR distribuye ayudas económicas destinadas a que las familias más vulnerables puedan hacer frente al aumento de los gastos derivados del invierno y facilita la asistencia médica para aquellas personas refugiadas que arrastran enfermedades crónicas y que corren el riesgo de empeorar con la bajada de temperaturas. Este apoyo no solo proporciona un alivio inmediato, sino que fomenta la autosuficiencia de las comunidades más vulnerables.

Al trabajar en áreas fronterizas, ACNUR asegura que las necesidades urgentes de abrigo, ropa y alimentos sean cubiertas, incluso en las condiciones más adversas​.

Resiliencia y reconstrucción en medio del conflicto y del frío

asistencia de ACNUR en invierno
Imagen: Iryna Tymchyshyn / ACNUR

La guerra en Ucrania ha desplazado a millones de personas, dejándolas en una situación de extrema vulnerabilidad. El impacto del conflicto no solo ha destruido hogares, sino que también ha expuesto a las comunidades a las duras condiciones invernales.

Ante este panorama, ACNUR ha intensificado su respuesta tanto en Ucrania como en los países vecinos, liderando esfuerzos de reparación de viviendas y distribuyendo kits de emergencia con materiales de construcción, generadores y combustible. Estas intervenciones son esenciales para garantizar que las familias puedan protegerse del frío y reconstruir sus vidas.

Desde el inicio del conflicto, más de 28.600 hogares han sido reparados, devolviendo seguridad y dignidad a quienes lo han perdido todo. Para Tetiana, una madre ucraniana que reconstruye su hogar, este apoyo ha sido vital: «Gracias a las ayudas de ACNUR, hemos logrado mantenernos calientes y reparar las partes más dañadas de nuestra casa», explica mientras sigue trabajando para devolver a su familia un espacio seguro donde vivir.

refugio del frío en invierno
Imagen: Iryna Tymchyshyn / ACNUR

La respuesta de ACNUR: calor, dignidad y seguridad

El plan de invierno puesto en marcha por ACNUR a finales de 2024 y que se alargará durante los primeros meses de 2025 se centra en atender las necesidades más urgentes de las personas desplazadas durante los meses más fríos del año.

Esto incluye la reparación de viviendas y el acondicionamiento de refugios colectivos para proporcionar espacios seguros donde las familias puedan protegerse del frío. Además, mediante transferencias económicas directas, ACNUR garantiza que las familias vulnerables puedan cubrir sus necesidades básicas, como la compra de combustible, ropa de abrigo o alimentos esenciales.

Para complementar estos esfuerzos, se tiene previsto la distribución de artículos fundamentales como mantas térmicas, estufas y kits de cocina, que marcan una diferencia inmediata en la vida de quienes lo han perdido todo. Asimismo, el apoyo psicosocial desempeña un papel crucial al ayudar a las personas a lidiar con el trauma del desplazamiento y el impacto emocional de enfrentarse al invierno en condiciones extremas.

brindar abrigo en invierno
Imagen: Shawkat Alharfoush / ACNUR

Desde Siria hasta Ucrania, cada una de las operaciones en las que ACNUR está presente es un recordatorio del poder de la solidaridad y el compromiso con las comunidades desplazadas a la fuerza. El trabajo que desarrolla en estas operaciones no solo proporcionan alivio inmediato, sino que ayuda a recuperar la dignidad y la esperanza de quienes más lo necesitan.

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