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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 13 % de las y los adolescentes de entre 10 y 19 años sufre algún trastorno como ansiedad, depresión o TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad), y los factores como el entorno familiar, escolar y comunitario tienen un impacto significativo en su salud mental.
Por ello, cuidar esos entornos, ofrecer la atención que merecen y escuchar aquello que les preocupa resulta fundamental para que niños y niñas puedan desarrollar todo su potencial. Así, podremos dotarles de las herramientas y ayuda necesarias para encarar los problemas o malestares emocionales a los que se puedan enfrentar.
Con el compromiso de transformar la realidad de la salud mental de la infancia y adolescencia, UNICEF España ha creado recientemente el movimiento NTP: Coméntalo para trabajar en soluciones y propuestas reales. Esta alianza promueve la acción y la movilización, haciendo un llamamiento a compartir y hablar sobre los problemas y malestares de niños, niñas y adolescentes.
Bienestar de niños, niñas y adolescentes
En muchos de los países más ricos del mundo, el rendimiento escolar, el bienestar mental y la salud física de la infancia se han deteriorado considerablemente después de la pandemia de COVID-19. En concreto, el nivel de satisfacción vital de los niños y las niñas se ha resentido especialmente en 14 de los 32 países de los que se dispone de datos.
Por ejemplo, en España, la satisfacción vital de la infancia ha descendido del 80 % al 76 %. Asimismo, el 41 % de los adolescentes manifiesta haber tenido o creer haber tenido un problema de salud mental en los últimos doce meses. Sin embargo, uno de cada tres de ellos no ha hablado con nadie sobre esos problemas y más de la mitad no ha pedido ayuda. Los datos evidencian, por tanto, que todavía existe un cierto estigma en torno al tema.

Factores que determinan la salud mental en la adolescencia
Entre los factores que determinan la salud mental en la adolescencia, las y los jóvenes identifican una serie de factores internos y externos que influyen directamente en su bienestar emocional.
👍 Factores que favorecen la salud mental
- Los hábitos de sueño.
- El ejercicio físico.
- Llevar una dieta equilibrada.
- Una buena relación con sus progenitores.
- El apoyo de personas cercanas.
- Hacer las cosas que les gustan y les hacen sentir bien.
👎 Factores que perjudican la salud mental
- La baja autoestima.
- El consumo de alcohol y otras drogas.
- Tener problemas de salud física.
- Tener dificultades económicas.
- Ser víctima de bullying o ciberbullying.
- Tener problemas familiares.
Claves para proteger la salud mental de niños, niñas y adolescentes
Expertos en psicología adolescente identifican siete puntos importantes que hay que tener en cuenta para ayudar y proteger la salud mental de los niños, niñas y adolescentes:
1. Normalizar la ansiedad
Debemos saber y trasladar que la ansiedad es una respuesta normal ante situaciones estresantes. Para hacerle frente es importante que busque apoyo en personas adultas de su confianza, quienes, a su vez, deben prestar atención y aprender a escuchar.
2. Crear distracciones saludables
Las distracciones saludables, como hacer deporte o actividades al aire libre, ayudan a lidiar con aquellos problemas que no tienen solución.
3. Fomentar la conexión social con limitaciones
Las redes sociales pueden ser una excelente manera de relacionarse de manera divertida. Sin embargo, es fundamental establecer límites en el tiempo de pantalla para evitar un aumento de la ansiedad y activar los controles parentales para evitar que hagan un mal uso de las tecnologías.
4. Fomentar el autocuidado y el desarrollo personal
Podemos animarles a que aprovechen su tiempo libre para aprender algo nuevo, como tocar un instrumento musical o escribir.
5. Permitir la expresión de sus sentimientos
Es importante validar sus sentimientos y permitirles expresar su tristeza y decepción por aquellos problemas que no están bajo su control. Es necesario brindar un espacio seguro para que puedan compartir sus sentimientos y buscar apoyo cuando lo necesiten.
6. Promover la empatía y la tolerancia
Recordándoles la importancia de ser amables consigo mismos y con los demás, y fomentar la conciencia sobre el impacto que nuestras palabras y acciones pueden tener en los demás.
7. Manejar nuestras frustraciones y estrés como adultos
Para no transmitir ansiedad a las y los más jóvenes. Debemos esforzarnos por manejar nuestras emociones y no trasladar nuestras preocupaciones a nuestros hijos e hijas.
Frente a los problemas de salud mental, los chicos y chicas deben ser capaces de expresarse, pero la sociedad y las personas que formamos parte de su entorno más cercano debemos saber escuchar. Nos encontramos, por tanto, frente a un gran desafío que nos atañe a todos y todas y que marcará el bienestar de nuestra sociedad en el presente y en el futuro.


