Ante la acuciante crisis del sector musical por las dificultades que implica su adaptación al ámbito digital, surgen diversos modelos de negocio que tratan de paliar el desplome de las ventas de discos. Uno de ellos son las radios musicales, que emiten en streaming de manera gratuita con publicidad o mediante el pago de “tarifas premium”. Por sí solas no solucionan la sangría que provocan los usuarios que comparten, a través de las redes P2P, el material que antes se conseguía en exclusiva en las tiendas. Pero unidas a las ventas digitales en servicios como Emusic o iTunes Music Store, atenúan la caída y quizá salven a la industria. La clave está en saber si su modelo de negocio es sostenible a largo plazo. Carlos de Otto, uno de los máximos responsables del servicio Rockola.fm, asegura en esta entrevista que sí lo es, si se apuesta también por la promoción on line y no sólo por la emisión.
Rockola.fm es mucho más que una radio on line donde escuchar música de forma personalizada. Se encuentra actualidad musical, noticias, entrevistas y conciertos. Además, las nuevas bandas tienen la oportunidad de subir sus canciones a nuestra plataforma.
“Una canción puede escucharse un millón de veces y dar la vuelta al mundo, sin necesidad de que su autor tenga contrato discográfico y haya un experto detrás que diga que es el disco del año”
Si eres amante de la música y te dan la oportunidad de elegir entre un sitio donde escuchar canciones y otro donde, además de música, puedes ver un concierto retransmitido en directo a través de Internet, ¿qué preferirías? En Rockola.fm estamos cerca de los artistas y podemos ofrecer contenidos exclusivos. Se ven vídeos de grupos tocando con una guitarra acústica en nuestros estudios y se puede curiosear qué dice el artista favorito en una entrevista.
Además, no hay que irse a otro lugar para encontrar noticias porque pone al día de todo lo que sucede en el mundillo musical. En definitiva, ofrece música y genera contenidos, por lo que la filosofía es muy cercana a la de un medio de comunicación. Tampoco nos hemos olvidado de los usuarios que sólo desean escuchar música, sin esfuerzo y de forma sencilla, sin tener que crear listas ni buscar autores. Con un clic pueden empezar a escuchar música según sus gustos, gracias a la bola de colores donde se puede seleccionar música en función del estado de ánimo.
Son los oyentes quienes tienen la respuesta. Lo cuentan a través de las redes sociales como Facebook y Twitter o envían correos para pedir cada vez más música en castellano. Es otra manera de establecer un criterio diferenciador; la música española ocupa un lugar muy importante dentro de Rockola.fm. Por otra parte, España es un mercado muy peculiar que exige, entre otras cosas, entender de música local.
“Cada vez nos llegan más correos electrónicos que piden música en castellano”
La tecnología y los medios sociales han democratizado las opiniones. Cada individuo tiene la posibilidad de poner su voz en un contexto que antes estaba reservado para críticos, discográficas, prensa, etc. Una canción puede escucharse un millón de veces y dar la vuelta al mundo, sin necesidad de que su autor tenga contrato discográfico y haya un experto detrás que diga “es el disco del año”. Eso no quiere decir que unos sepan más que otros, pero sí que la manera de medir el éxito puede variar. Pasan cosas muy interesantes y habrá que permanecer atentos.
A la gente le gusta la música por encima de que el soporte sea digital o analógico. Lo que sí es cierto es que Internet es un espacio para todos, incluso para quienes nunca tendrían un pequeño espacio fuera de la Red.
“Internet es un espacio para todos, incluso para quienes nunca tendrían un pequeño espacio fuera de la Red”
Rockola.fm puede ofrecer a cada oyente los contenidos y la música que cada individuo desea escuchar, de forma personalizada. Las posibilidades de segmentación son infinitas, algo que es del todo imposible en el mundo “off line”.
Cada mes tenemos más de 250.000 oyentes. En octubre pasado cumplimos un año y lo celebramos con 300.000 usuarios registrados y el estreno de una nueva versión. Además, Rockola.fm gana presencia en redes sociales. Estos números son muy atractivos para anunciantes que se posicionan junto a la música y que tienen productos dirigidos a nuestra audiencia.
Habrá opciones de pago para evitar la publicidad, disfrutar de contenido “premium” y opciones similares.
“Hay redes P2P donde no se pagan los derechos de autor y esto es ilegal”
Rockola.fm es una forma de conseguir música gratuita sin necesidad de descargar archivos ni utilizar redes P2P. En España, como en otros países, las descargas han descendido en favor de servicios de música en streaming. Por otro lado, Rockola.fm paga los derechos correspondientes a los autores de los cuales se utiliza contenido. Hay redes P2P donde no se pagan estos derechos. En la actualidad esto es ilegal. Consideramos que la actuación de Rockola.fm es legal.
No lo creo. La solución radica en la proliferación de espacios legales para que el usuario consuma toda la música que quiera.
“Declarar Internet como derecho universal no sacará a las discográficas de su crisis”
Como se dice en estos casos, no tenemos la “receta secreta”. Todos los agentes que formamos parte de la industria musical tenemos que escuchar qué sucede a nuestro alrededor y ser críticos con nosotros mismos. Sea cual sea la solución, pasa por entender y adaptarse a un nuevo contexto. Nosotros ofrecemos música que esperamos explotar a través de la publicidad, no por cobrar al usuario.
¿Quién no se ha visto alguna vez en medio de una conversación donde alguien comenta que “si los discos fueran más baratos los seguiría comprando”? ¿Y tiene razón? ¿Los llegaría a comprar?
Quizá dentro de unos años dejen de llamar locos a quienes en su día dijeron que Internet debería considerarse un derecho fundamental. Entre todos tenemos que luchar por la alfabetización digital. A día de hoy, sólo el 56% de los hogares españoles está conectado a la Red, es decir, un 44% de los españoles ni siquiera tiene la oportunidad de decidir si quiere oír música on line. Resulta evidente que si el número de hogares contactados aumenta, las posibilidades de llegar a un mayor número de personas también crecen, aunque esto no resolverá la crisis de la industria musical.