HCE: pagar desde móviles con Android

Este sistema de pago, basado en la tecnología NFC, certifica la validez de la tarjeta de crédito y débito en los servidores del banco o entidad crediticia, en lugar de en la tarjeta SIM del smartphone
Por Jordi Sabaté 28 de enero de 2015
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Imagen: Jason Howie

HCE es el acrónimo de Host Card Emulation, una tecnología que se basa en la virtualización de la tarjeta o tarjetas de crédito y débito del usuario en los servidores de las entidades de crédito y los bancos. Funciona a través de una serie de estándares y sistemas de seguridad que van introducidos en los chips NFC de los smartphones con Android. Así, ante el pago en un comercio, el teléfono envía los datos que identifican al usuario por vía 3G o 4G a los servidores del banco, donde confirman su autenticidad y permiten la transferencia a la tienda. En España este tipo de pagos, conocidos como pagos en la “nube”, se están instalando en comercios de manera progresiva y podrían ser la alternativa al Apple Pay que propone Apple para su iPhone. Este artículo explica las ventajas de este sistema de pagos bajo estándares HCE y su funcionamiento, además de enumerar las principales aplicaciones con las que trabaja en nuestro país.

La gran ventaja de pago en la «nube» es que la certificación no depende de la tarjeta SIM del operador

Las grandes ventajas de los pagos en la «nube» mediante estándares HCE respecto a otros sistemas de pagos con el móvil son dos.

La primera es que la certificación no depende de la tarjeta SIM del usuario, por lo que no está ligada al smartphone sino a una aplicación que se descarga y se instala. De este modo, si cambiamos de teléfono o de operador, basta con descargarnos de nuevo la app o mantenerla con el nuevo proveedor sin problemas, siempre y cuando conservemos el chip NFC.

La segunda ventaja es que los pagos en la «nube» funcionan con el mismo sistema que los pagos inalámbricos de las nuevas tarjetas. De esta manera, los comercios lo tienen más fácil para adaptar sus terminales de cobro al estándar HCE que, por otro lado, está abierto a que trabajen con él todas las entidades crediticias. De este modo, es mucho más sencillo que la aceptación de este tipo de pagos se extienda con rapidez.

¿Cómo funciona?

Podemos pagar desde el móvil de otra persona tan solo con instalar la aplicación pertinente

El sistema se basa en la instalación en el smartphone de una aplicación que pertenece a nuestro banco, ya sea porque tenemos cuenta corriente o tarjeta de crédito. Esta app trabajará sobre el chip de la tecnología NFC para configurar un canal seguro mediante el cual se enviará, por la red de datos móviles, la información del cobro que se desea realizar a la «nube» -los servidores- del banco o las entidades crediticias.

Una vez en los servidores, estos contrastarán los datos, certificarán a su cliente y aceptarán el pago. Lo harán con una señal que enviarán de vuelta, de modo que el chip NFC de nuestro smartphone se activará para mandar al terminal del comercio la información del abono. Después, esta cantidad será descontado de nuestra cuenta o cargado en nuestro crédito, según el método o tarjeta que hayamos elegido para pagar.

Es necesario que el smartphone tenga el chip NFC activado

En todo el proceso, ni el hardware del teléfono ni el del operador intervienen, salvo para enviar los datos a la «nube» del banco, de no ser por el NFC, que es un chip estándar para toda la industria. Así, los pagos se pueden realizar desde el móvil de un amigo o la pareja, por ejemplo, con solo tener la aplicación del banco y acceder a ella con nuestra clave y contraseña.

Como en todo pago inalámbrico, existe un límite de seguridad de 20 euros sin introducir una clave personal, fijado por VISA y MasterCard. En este sentido, los pagos por la «nube» funcionan igual que cualquier tarjeta bancaria con chip, aunque con la cualidad de que el soporte puede ser intercambiable. Por otro lado, el hecho de que quien nos presta el móvil no trabaje con el mismo operador que nosotros no interfiere en el pago, a diferencia de lo que ocurría en sistemas anteriores.

Principales iniciativas en España

La tecnología HCE es un estándar abierto que pueden adoptar todo tipo de entidades financieras. No obstante, por necesidades de seguridad e inversión, ha sido adoptada en equipo por bancos aliados con entidades crediticias. Así, la entidad crediticia, sobre todo VISA y MasterCard, desarrolla sus propios protocolos de seguridad y comunicación con la «nube» basándose en HCE, mientras que los bancos crean aplicaciones que se comuniquen con el sistema creado por la entidad. Por lo tanto, las alternativas existentes implican tanto a uno como a otro.

VISA y MasterCard desarrollan sus propios protocolos de comunicación con la «nube» basándose en HCE, mientras que los bancos crean sus aplicaciones

La más conocida y extendida quizá sea la app BBVA Wallet, que trabaja con VISA. La aplicación cuenta con la ventaja de que es un banco con gran implantación, con lo que muchos datáfonos podrían implantar la aceptación de este sistema en los comercios. Hace un año, fuentes del banco hablaban de una expectativa de un 30% como base de clientes.

La otra alternativa existente es Bankinter Pagos TVM, un sistema desarrollado por este banco junto con VISA con especificaciones idénticas a las del servicio de BBVA pero para sus clientes.

Banco Sabadell también estudia el desarrollo de su aplicación junto a MasterCard desde hace un año, pero, por el momento, no ha aparecido ninguna aplicación.

Google y Apple también usan HCE
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Imagen: Google

Por su lado, Google parece interesado en comprar Softcard, una aplicación de pagos en la “nube” que le serviría para mejorar su ya existente, pero inoperativo, Google Wallet, uno de los primeros sistemas en basarse en HCE. De este modo, Google espera oponer resistencia a Apple y su Apple Pay, el sistema de pago lanzado por Apple y, de momento, solo activo en Estados Unidos.

Apple Pay también funciona en base a los pagos en la “nube”, pero, a diferencia de VISA y MasterCard, en el caso de esta compañía y Google, ellos actuarían como entidad bancaria y crediticia a la hora de asegurar el pago y, luego, arreglarían cuentas con el ente financiero donde el cliente tuviera su cuenta. Algunos analistas han querido ver en este sistema una intención por parte de Google y Apple de asumir las funciones de las entidades de crédito o directamente de convertirse en bancos.

En este sentido y de cara al futuro se plantearía un mundo dividido por dos sistemas de pago: los que usan bancos para pagar o los que utilizan empresas tecnológicas. En principio, Apple Pay solo podría ser empleado por los propietarios de iPhone, que de este modo se verían de nuevo ligados al hardware. En el caso de Google, es posible que su app pudiera utilizarse en todo tipo de teléfonos, siempre y cuando Apple abriera su chip NFC a otras aplicaciones, algo que, en principio, no tiene intención de hacer.

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