Problemas en los viajes combinados

Los mensajes publicitarios y los catálogos informativos son vinculantes para la agencia de viajes y lo anunciado en ellos es exigible por parte del consumidor
Por EROSKI Consumer 30 de abril de 2002

Un viaje combinado es aquél que está formado por dos de los tres siguientes elementos: transporte, alojamiento y otros servicios no accesorios de los anteriores. El viaje debe ofrecerse por un precio global y la prestación tiene que ser superior a las 24 horas o incluir una noche de estancia.

El denominador común de los problemas que se plantean en estos viajes se centra en el hecho de que los conflictos surgen en un lugar distinto y alejado al de la celebración del contrato. Por lo tanto, un lugar que suele ser extraño para el viajero implica que habrá que informarse bien antes de salir de viaje de las direcciones, teléfonos y lugares útiles para poder reclamar. Otros problemas también usuales hacen referencia a los siguientes aspectos:

La publicidad: Este suele ser un elemento decisivo a la hora de elegir un viaje combinado. Como consumidor se debe saber que los mensajes publicitarios son vinculantes para la agencia de viajes y lo anunciado es exigible por el viajero. Exactamente lo mismo puede decirse de los catálogos informativos. Los cambios que se produzcan en esta publicidad sólo afectarán si lo han comunicado por escrito antes de firmar el contrato y se ha aceptado también por escrito.

El contrato: Ha de ser por escrito y debe reunir toda la información necesaria, teniendo el consumidor derecho a recibir una copia. Entre otras cosas, el contrato debe contener: el destino; medios de transporte; fecha y horas de salida y llegada; tipo y categoría del alojamiento; número mínimo de personas necesario para organizar el viaje; precio; modalidades de pago; plazos para reclamar, etc…

Modificaciones: Cualquier tipo de variación ha de producirse antes de la salida del viaje y han de ser aceptadas por escrito por el viajero. En caso contrario, se podrá o bien resolver el contrato sin penalización (pidiendo el reembolso de lo pagado o realizando un viaje equivalente) o bien aceptar la modificación y su repercusión en el precio. Dependiendo de cuando se produzcan las modificaciones se tendrá derecho a una indemnización.

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