Profesionalización en el sector turístico hostelero

Los expertos aseguran que el sector necesita profesionales mejor preparados para poder cubrir los puestos más básicos, atendidos muchas veces por personas inexpertas durante cortos periodos de tiempo
Por Blanca Álvarez Barco 7 de mayo de 2007

Camareros, recepcionistas, auxiliares… Son trabajos cada vez más demandados y, en muchas ocasiones, difíciles de cubrir por profesionales. Una dificultad que se creía superada en un país como el nuestro donde el turismo es uno de los principales motores de la economía. ¿A qué se debe, entonces, esta dificultad? La razón principal se encuentra en que no son tareas atractivas para los jóvenes que han estudiado Turismo y Hostelería, que desean acceder a puestos de mayor responsabilidad. Ante la falta de personal especializado, los puestos vacantes terminan generalmente en manos de personas sin formación específica (jóvenes estudiantes que desean ganar un dinero extra, inmigrantes recién llegados a España…), que tienen ganas de trabajar, pero con una preparación inadecuada para atender a la demanda de la cada vez más exigente clientela. Por este motivo, desde el sector turístico y hostelero se exige un cambio en la Formación Profesional orientada al Turismo, con la incorporación de estudios más técnicos y especializados.

Una larga tradición hostelera

Una larga tradición hostelera

Una de las principales industrias del mundo es el turismo. Según las previsiones de la Organización Mundial de Turismo, en 2020 será la primera actividad mundial. Sus expectativas son enormes especialmente la zona del Mediterráneo, en estos momentos principal destino turístico del planeta, con más 240 millones de visitantes cada año. Estas visitas suponen el 30% del total del mercado mundial, y las previsiones indican que la tendencia de crecimiento se mantendrá. España es uno de los principales beneficiarios de esta actividad; el turismo supone la primera fuente de actividad y ocupación, y uno de los motores de la economía española. Según el Instituto Nacional de Estadística, la hostelería emplea en nuestro país al 20% de las personas dedicadas al sector servicios. En este sentido, la Federación Española de Hostelería prevé, además, que la evolución de puestos de trabajo en el sector sea de 45.000 nuevos empleos cada año.

“La evolución de puestos de trabajo en el sector hostelero será de 45.000 nuevos empleos cada año”

Desde mediados de los años sesenta España es un destino turístico de primer orden, pero durante demasiado tiempo se puso el acento en el crecimiento de las infraestructuras hoteleras, sin control ni planificación. Términos como calidad o excelencia del servicio sonaban ‘a chino’ en el sector turístico español hasta bien entrados los años noventa. Unos conceptos, sin embargo, perfectamente asimilados por Suiza, Francia o Estados Unidos, donde era prioritaria la preocupación por el nivel de servicio y las instalaciones, el mantenimiento de la excelencia gastronómica y la mejora continua los servicios complementarios. Gonzalo Gurriarán, director general de los hoteles Palafox, relata el cambio vivido en España, donde desde los años noventa ha crecido de manera notable la preocupación por el crecimiento cualitativo, más que cuantitativo, tanto desde el sector privado como desde las instituciones, aunque -indica también- siguen predominando las estadísticas, la importancia concedida a la evolución de estancias de visitantes, mientras que no se incide tanto en medir la satisfacción del cliente o la rentabilidad de las inversiones.

Pero los tiempos han cambiado definitivamente para este sector, y una clientela cada vez más experta y exigente obliga a una mayor profesionalización de las personas dedicadas a las actividades turísticas y hosteleras, profesionales de los que se exige también cada vez más una mejor preparación. Pero, ¿se cuida lo suficiente la formación del personal hostelero en España?

Mayor especialización

No cabe duda de que los puestos de mayor responsabilidad, las plazas de gerencia y dirección del sector turístico español están en manos de personas altamente cualificadas, con una sólida formación. El problema aparece en los puestos intermedios y básicos, como plazas de recepcionistas, auxiliares, cocineros y ayudantes de cocina, camareros… ocupaciones muy necesarias en este sector y para las que tradicionalmente no se exigía una formación especializada. Estos puestos básicos suelen terminar siendo cubiertos por personas muy jóvenes, no especializadas, y que trabajan por periodos cortos de tiempo (para ganar un dinero extra durante el verano, para ayudarse en los estudios…), o por inmigrantes que se enfrentan a este tipo de trabajo por primera vez. Aunque no faltan las ganas por hacerlo bien, la escasez de preparación específica entre este colectivo es notoria. Un problema que los expertos quieren solventar para poder responder a las exigencias actuales del mercado.

El problema es que los puestos básicos suelen terminar siendo cubiertos por personas muy jóvenes, no especializadas, y que trabajan por periodos cortos de tiempo

En la actualidad, la actividad turística se guía por la obtención de resultados comerciales o económico-promocionales, por lo que el aspecto de la formación es esencial, tanto la de los futuros profesionales como la formación permanente de los profesionales ya en activo. Los expertos no dudan de que los recursos humanos son la base de una empresa (aún más en el caso de organizaciones dedicadas a la actividad turística) y no debe escatimarse en su preparación, que para poder alcanzar la calidad deseada debe oscilar entre los tres y cinco años. La Asociación Española de Directores de Hotel sugiere que en los centros de Formación Profesional se prepare al personal de base que asegure los distintos servicios, mientras que en las Escuelas Universitarias de Turismo y las Escuelas Superiores de Hostelería se forme a los alumnos para acceder a los puestos de mando intermedios y de dirección, de manera que sean siempre profesionales de la materia los que cubran la totalidad de los puestos de la actividad turística y hostelera en España.

Los expertos abogan por contar con trabajadores que posean una formación profesional específica que garantice la calidad de la prestación de su servicio. El camino para conseguirlo no es otro que un sistema educativo que integre los conocimientos necesarios para garantizar una mayor profesionalidad del sector, así como la puesta en marcha de centros de formación de los oficios turísticos. Porque sólo con una formación que garantice un buen nivel de preparación se alcanzará la excelencia en el servicio. Pero, además, hay que tener en cuenta que la actividad turística tiene una larga tradición en España, y un futuro prometedor, por lo que contar con la preparación adecuada es una inmejorable rampa de lanzamiento para el profesional, que podrá acceder a un mejor puesto de trabajo cuanto mejor sea su formación.

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