Un trabajador necesita destinar todo su sueldo de 6,6 años para comprar un piso de 90 metros

El precio del metro cuadrado construido se ha duplicado desde 1997 en toda España
Por EROSKI Consumer 16 de septiembre de 2003

Un trabajador de retribución media necesita, con precios de 2002, destinar todo su sueldo de 6,6 años para comprar un piso de 90 metros, mientras que en 1997 le hubiera bastado con aportar sus ingresos de 4,1 años. Esta comparación revela que el esfuerzo para adquirir una vivienda se ha incrementado notablemente en los seis últimos años, al multiplicarse prácticamente por dos el precio del metro cuadrado construido, mientras los salarios crecían con moderación.

La evolución comparada de salarios y precio de la vivienda es uno de los trabajos que publica la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) dentro de un monográfico dedicado a este tema. Los autores del análisis sobre política monetaria, crédito bancario y mercado inmobiliario exponen que, mientras el salario bruto anual aumentó, en términos nominales, el 97,8% entre 1987 y 2002, pasando de 8.396 a 16.612 euros, el precio de la vivienda se incrementó el 284,1% en el mismo periodo, desde 317,2 euros por metro cuadrado en 1988 a 1.220,9 euros por metro cuadrado en 2002.

Si en 1988 eran necesarios 2,6 salarios medios anuales para comprar una vivienda de 70 metros cuadrados, en 2002 se necesitaban 5,1 salarios anuales. Para una vivienda de 90 metros cuadrados se ha pasado de 3,4 salarios anuales en 1988 a 6,6 el pasado año.

Pero lo más llamativo es el avance registrado en los últimos seis años. Los que optaron o pudieron comprar en 1997 pagaron un precio por metro cuadrado equivalente a 684,80 euros. Entonces, un trabajador precisaba dedicar el salario de 3,2 años para comprar un piso de 70 metros y el de 4,1 años para adquirir uno de 90 metros. El pasado año, el esfuerzo se había disparado a 5,1 y 6,6 años respectivamente.

Los autores de este informe piensan que factores como la bonanza económica, la economía sumergida que ha aflorado con el euro, la baja rentabilidad de los productos tradicionales de ahorro, la incertidumbre de las bolsas y los bajos tipos de interés, han dado lugar a un «boom» inmobiliario sin precedentes. Reconocen que, seguramente por la fuerte presión de una economía en expansión, el funcionamiento del mercado hipotecario no ha logrado atenuar la escalada de los precios.

Por el lado del crédito bancario, apuntan que la elevada concesión de préstamos hipotecarios de los últimos años no augura un riesgo potencial de impago elevado. El crédito para la compra de vivienda propia se ha multiplicado por seis en la pasada década, desde 41.382 millones de euros en 1992 a 226.483 millones en 2002.

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