Entrevista

Marta Margarit, secretaria general de Sedigas

Los consumidores pueden seguir unos sencillos pasos para reducir su factura del gas y cuidar el medio ambiente
Por Alex Fernández Muerza 4 de septiembre de 2015
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Imagen: Sedigas

El gas natural como combustible en las calderas de los hogares o en los coches y autobuses beneficia al medio ambiente y el bolsillo de los consumidores, subraya Marta Margarit, secretaria general de Sedigas (Asociación Española del Gas). La portavoz de esta entidad, que reúne a las empresas del sector gasista español, recuerda que en la actualidad el tráfico de vehículos es el principal causante de la contaminación atmosférica de las ciudades y destaca que el gas natural vehicular (GNV) no genera las emisiones más contaminantes, como las partículas en suspensión, y permite ahorros del 57% respecto a la gasolina. A pesar de ello, en España se utiliza poco esta energía.

¿Qué ventajas ambientales tiene utilizar gas natural en los hogares?

Se debería evitar el uso del carbón y el gasóleo. La calefacción residencial supone el 6% de las emisiones de partículas en suspensión (PM), que tienen efectos nocivos en la salud de niños y adultos. El gas produce casi un 100% menos de emisiones sólidas a la atmósfera que la biomasa, la cual se debería utilizar en zonas sin gas canalizado. Sedigas espera alcanzar 800.000 nuevas calderas a gas en 40 años, ya que hay 50,2 teravatios/hora (TWh) de calderas de gasoil sustituibles por gas canalizado. Su nivel de penetración en España, del 29%, es aún muy inferior a la media europea (50%), y a la de los países que más lo emplean, como Italia (88%), Reino Unido (89%) u Holanda (95%).

¿Es el gas una energía asequible para los consumidores? Los ciudadanos se quejan de que los precios de la energía no paran de subir y cada vez hay más pobreza energética.

“Las tarifas del gas han bajado de media 2,55% desde abril”
Todo el gas consumido en España procede de otros países, y su precio viene altamente condicionado por los mercados internacionales. Desde la entrada en vigor de las nuevas tarifas, el 1 de abril, han bajado de media un 2,55% por el descenso de la materia prima. El 1 de enero de este mismo año ya se había reducido un 3,1%. Actualmente, en el sistema gasista hay más de 1,9 millones de usuarios acogidos a la tarifa de último recurso (TUR). Los cinco millones que podrían tener esta tarifa han elegido acudir al mercado libre.

¿Qué pueden hacer los consumidores para reducir su factura, y de paso ser más respetuosos con el medio ambiente?

Es muy difícil entrar en predicciones sobre precios del gas, pero los consumidores pueden seguir unos sencillos pasos que les hará reducir su factura del gas y cuidar el medio ambiente, como hacer un buen mantenimiento de la caldera; utilizar un sistema de regulación por temperatura con termostato, si la calefacción es individual; bajar el termostato de la calefacción a 16-18 grados por la noche; o apagar la calefacción en ausencias prolongadas. Si nos fijamos en la cocina, se debe ajustar la llama de los quemadores al fondo de los recipientes o cocinar usando tapa. Y no debemos olvidar aprovechar al máximo las entradas de luz solar, levantando persianas; ventilar no más de diez minutos; y cerrar la llave de los radiadores de habitaciones vacías.

Ustedes defienden el gas natural vehicular (GNV) como una alternativa más ecológica y económica que el combustible convencional para los coches. ¿No es demasiado tarde recomendar su uso entre los consumidores cuando existe la tecnología eléctrica?

La solución al vehículo convencional no pasa por una única tecnología, sino por un parque móvil avanzado y potente que integre a más de una. El GNV suma y debe disponer de un hueco igual que todas las energías que signifiquen una solución a los problemas de polución a los que nos enfrentamos a diario.

¿Qué puede hacer el gas para mejorar las emisiones en el sector automovilístico?

“Los vehículos de gas no generan partículas contaminantes y ahorran un 57% frente a los de gasolina”
El mayor causante de la contaminación en las ciudades es el parque automovilístico con el 51% del total, seguido de la combustión residencial, como las calefacciones, con un 12%. El incremento de automóviles diésel frente a otros combustibles ha contribuido también al aumento de PM y óxidos de nitrógeno (NOX), ya que emiten una proporción mucho mayor. Los vehículos propulsados a gas no emiten PM ni derivados del azufre (SOx), reducen las emisiones de NOX en un 80% y de dióxido de carbono (CO2) en un 25%.

¿Cuánto cuesta utilizar GNV?

El gas permite ahorros del 57% respecto a la gasolina y del 37% respecto al gasóleo. Y no hay que olvidar que ofrece considerables beneficios para la disminución del ruido: la reducción puede llegar a 5 decibelios menos respecto a vehículos con diésel, la mitad de la potencia del ruido emitido.

¿Cuáles son los datos del GNV en España frente a los países que más lo emplean?

En España hay 4.000 vehículos con gas natural, fundamentalmente autobuses, camiones de recogida de residuos y taxis. El número actual de estaciones para repostar GNV es de 81, veinte de las cuales se encuentran en la Comunidad de Madrid, donde el número de autobuses urbanos con GNV es de 790 de los 2.000 totales. En Argentina hay en la actualidad 1,4 millones de vehículos que circulan con gas, y en Italia 400.000. En todo el mundo hay siete millones de vehículos propulsados por gas, de los que el 95% son vehículos ligeros. Las instituciones deben buscar un combustible eficiente y sostenible que asegure la calidad de vida de los ciudadanos, y que sea cómodo su repostaje. Ciudades como Madrid, Barcelona o Valladolid son muy conscientes de las ventajas del GNV y gran parte de su flota de autobuses urbanos funciona a gas. Sin embargo, se debe seguir trabajando para que se extienda al resto de municipios españoles.

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