La EFSA trabaja para obtener conclusiones sobre el riesgo de la semicarbazida

Por EROSKI Consumer 7 de octubre de 2003

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, en sus siglas inglesas) ha recibido información por parte de la industria alimentaria de la detección de semicarbazida (SEM) en algunos análisis científicos en determinados plásticos selladores usado en las tapas de los tarros de vidrio de alimentos.

Los tarros de vidrio son conservas de miel, alimentos infantiles, conservas vegetales, alimentos esterilizados, salsas o mostazas. Hasta el momento, las investigaciones indican que la explicación más plausible sobre la presencia de semicarbazida (aún no demostrada por análisis efectuados en laboratorio), podría estar relacionada con el azodicarbonamida, un espumante termoplástico utilizado desde hace muchos años.

Como resultado de la información proporcionada por la industria, la EFSA formó, el pasado 24 de julio, un Grupo de Expertos para seguir de cerca la situación. La conclusión de la primera reunión de este grupo ha sido que, a la vista de los datos poco concluyentes obtenidos tanto en el aspecto analítico como en el toxicológico, es prematuro emitir un dictamen de evaluación de riesgos.

En este sentido, la industria deberá llevar a cabo estudios adicionales para confirmar o, por el contrario, desestimar la presencia de SEM y determinar el nivel potencial de riesgo mínimo. La propia EFSA iniciará en breve estudios de genotoxicidad al considerar que no hay suficientes datos para establecer una conclusión, informa la Agencia Española de Seguridad Alimentaria.

La EFSA ha asegurado además que proporcionará información, según avancen los estudios y las conclusiones del Grupo de Expertos. Hasta el momento circulan dos teorías sobre cómo aparece la semicarbazida en los alimentos. Por un lado, la propia EFSA establece que este compuesto puede pasar a los alimentos desde el anillo protector de PVC que tienen algunos tarros, mientras que la Agencia de Alimentos del Reino Unidos (FSA, en sus siglas inglesas) establece que surge como resultado de algún proceso químico durante su elaboración o envasado.

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