Perfiles nutricionales: ¿podrían regularse también los mensajes de los envases?

Los envases de los alimentos dirigidos a menores también contienen publicidad, pero los mensajes que encontramos en ellos son más difíciles de controlar con la herramienta de los perfiles nutricionales
Por Salomé García Gómez 8 de abril de 2022
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Imagen: Getty Images
Los perfiles nutricionales guiarán la regulación publicitaria de alimentos dirigida a los menores de 16 años. Un paso más allá podría ser convertirlos en un marco para otras medidas de prevención, como limitar la venta en centros educativos o sanitarios. O satisfacer una vieja petición de los nutricionistas: eliminar el uso de alegaciones nutricionales y de salud en el etiquetado de alimentos poco saludables.

Qué mensajes hay en los envases de los alimentos

Los envases de los alimentos también contienen publicidad. Descuentos, juguetes de regalo, ofertas 2×1 y alegaciones nutricionales como “fresco”, “natural”, “bueno para los huesos” o “ayuda al crecimiento de los niños” son algunos ejemplos. Estos mensajes, en particular, hacen que los consumidores (en este caso, los padres) perciban erróneamente esos productos como más saludables o nutritivos de lo que en realidad son.

¿Podrían utilizarse los perfiles nutricionales para regular esos mensajes? “La regulación de los perfiles nutricionales debería venir acompañada de una regulación del marketing en los envases, o sea, del etiquetado frontal. No basta con no verlos en la tele porque al cabo del día recibimos muchos impactos visuales y auditivos en la calle y en el supermercado. Una cosa sin la otra está incompleta”, recalca Alba Santaliestra, presidenta del Colegio de Dietistas Nutricionistas de Aragón.

Por qué es tan difícil controlarlos

Sin embargo, los mensajes de los paquetes son un campo escurridizo. Las alegaciones nutricionales (reducido en azúcares, alto en hierro, fuente de fibra, bajo en grasa…) y de salud (el calcio contribuye al mantenimiento normal de huesos y dientes, la vitamina D ayuda al normal funcionamiento del sistema inmunitario…) sí están reguladas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Pero solo indica que el alimento contenga ese nutriente en cantidad suficiente, no que el producto cumpla con unos perfiles nutricionales determinados. Los mensajes como “natural”, “casero” o “de la abuela” no están regulados y pueden usarse libremente.

El doctor Javier Morán, director del Instituto Universitario de Innovación Alimentaria (IIA) de la UCAM-Universidad Católica de Murcia, apunta que al mirar la etiqueta de un producto el consumidor busca, además de la fecha de consumo preferente o de caducidad, la información nutricional, las calorías, los beneficios nutricionales y saludables, en caso de haberlos.

Estos últimos son fáciles de disfrazar o camuflar en el envase con un diseño atractivo y reclamos pseudosaludables. “La acción más concreta que tiene un impacto directo en el campo de la legislación alimentaria es la propuesta de introducir un sistema armonizado de etiquetado nutricional obligatorio en el frontal de los envases”, declara.

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