Un entrante para comidas informales

Las tartaletas, rellenas del ingrediente deseado, son conocidos entremeses que abren el apetito antes de comer
Por EROSKI Consumer 27 de julio de 2007

Los entremeses son platos que no se incluyen en el menú y se sirven al principio de la comida. Su función es la de abrir el apetito y excitar el sentido del gusto, algo que convierte en esencial la buena presentación de los mismos. Por otra parte, los entremeses consiguen dar tiempo extra a la cocina para la preparación del menú. Un ejemplo típico de entremés son las tartaletas.

¿Qué son las tartaletas?

Las tartaletas son pastelillos de base harinosa y normalmente tienen un tamaño pequeño. Su elemento principal es el relleno, que puede ser de diversos géneros, pero acostumbran a presentar varias decoraciones con otros ingredientes, haciendo de las tartaletas un conjunto vistoso a la vez que sabroso.

Las masas que habitualmente se utilizan para su elaboración son las de hojaldre y la pasta quebrada, aunque también se puede utilizar la pasta choux y la que se usa para hacer brioche. Con estas masas se da a las tartaletas diferentes formas como por ejemplo de barquito, de cesta o de cazoleta entre otras. Normalmente, todas las variedades se pueden comer de un solo bocado.

Las tartaletas pueden tener muchas formas e ingredientes de relleno, tanto fríos como calientes

Dentro de las variedades de tartaletas entrarían también los volovanes, elaborados con hojaldre y rellenos de ingredientes de todo tipo, tanto fríos como calientes.

Ideas para la elaboración

Las tartaletas presentan muchas variedades y combinaciones de alimentos para su elaboración. Deben tenerse en cuenta, sin embargo, dos consejos básicos. En primer lugar, cuando las tartaletas lleven salsa mayonesa o rosa (además de lechugas), se conservarán y se servirán en frío. En segundo lugar, cuando éstas lleven quesos grasos o nata, las hornearemos ligeramente y las serviremos templadas.

Algunas ideas para el relleno de las tartaletas podrían ser:

  • Lechuga picada, mayonesa, cebolleta y pepinillo en vinagre y unas tiras de salmón ahumado.
  • Lechuga cortada en tiras, unos dados de melocotón, pechuga de pollo asada, salsa rosa y un tomatito cóctel.
  • Mezcla de bonito en conserva escurrido con pimiento verde y pimiento rojo picados finamente y ligados con salsa de tomate. Se sirve frío.
  • Lechuga y tomate troceado junto con txaka (carne de cangrejo), huevo duro picado. Se liga toda la mezcla con mayonesa.
  • Jamón de pato con uvas peladas, un poco de foie gras. Se sirve ligeramente horneado.
  • Recortes de jamón ibérico con queso emmental y una colita de langostino. Se sirve ligeramente horneado.
  • Cebolla pochada, jamón york troceado, un poco de nata liquida y quesos para gratinar. Se sirve la mezcla gratinada al horno.

Los rellenos no se acaban aquí. Nuestra nevera, imaginación y sentido común nos pueden dictar muchas más combinaciones.

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