Helados caseros de frutas: cuatro ideas deliciosas

Elaborar helados frutales en casa resulta muy fácil y, además, es una excelente manera de aprovechar las frutas y sus sabores de forma muy sencilla y económica. Toma nota de estas ideas deliciosas
Por Peio Gartzia 11 de julio de 2025
bolas helado melocotón

Los helados, el postre estrella del verano, son una manera estupenda de aprovechar las frutas, sus sabores y sus nutrientes. Los meses cálidos llenan de color y variedad a las fruterías. Cerezas, melocotones, sandías, melones o mangos son algunas de las variedades que se pueden encontrar en esta época del año. Todas están en su máximo esplendor y resultan muy apetecibles. Tanto, que a veces resulta complicado elegir: volvemos a casa con muchas piezas de fruta y, después, cuesta evitar que se echen a perder. A continuación compartimos cuatro opciones deliciosas y prácticas para hacer helados caseros de frutas, con diferentes texturas y sabores.

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1. Helados de agua o sorbete

polos de naranja caseros
Imagen: silviarita

En general, los helados de frutas se elaboran con frutas acuosas y su zumo. La manera más fácil es presentarlos en forma de granizados, sorbetes o los clásicos polos.

Estos helados se preparan con zumos o pulpa de frutas naturales, más un almíbar si hiciese falta ante la falta de dulzor de la fruta. Los granizados se elaboran con frutas muy acuosas (como sandía, piña, melón, naranja, mandarina o limón) u otras más exóticas, como mango o maracuyá.

  • Para ello, tan solo hay que hacer zumo de la fruta deseada —naranja, limón, etc.— o licuar una sandía (idónea para preparar un granizado). También se pueden mezclar sabores de frutas que combinan de maravilla, como los melocotones con frambuesas o con kiwi.
  • Una vez licuadas las frutas, se cuelan para que el zumo quede limpio. Lo vertemos en una sorbetera o en unos moldes de helados con un palito en el interior.
  • Dejamos congelar durante unas cuatro horas —o hasta que se solidifique— y ¡listo! Ya tenemos un exquisito polo o helado de hielo casero.

💡 Si no tienes tanto tiempo y quieres hacer un granizado rápido, mezcla unos hielos con zumo de fruta en un robot de cocina. El conjunto, triturado, se transforma en un crujiente helado al que se le puede agregar un poquito de sabor con unas notas de licor al final.

2. Helado de crema y leche

helados cremosos de frutas y leche
Imagen: silviarita

Para los gustos más cremosos, lo más fácil es mezclar un yogur con unos trocitos de frutas (cerezas, manzana o fresas) en proporción de igualdad de peso, hasta formar un conjunto homogéneo. Es mejor introducir la mezcla en moldes individuales para su mejor congelación y posterior presentación.

También es posible mezclar la fruta con leche y, para darle mayor consistencia, añadir una yema de huevo cruda, triturada y, si hiciese falta, edulcorada con un poco de azúcar o de miel. Una vez que la mezcla quede uniforme, ponemos a congelar en un molde.

☝️ Importante: de vez en cuando hay que remover la mezcla en su interior para que quede cremosa y no cristalice mientras se congela.

Si quieres hacer un mix de fruta con lácteo, puedes probar diferentes variantes, tanto del tipo de leche (entera, desnatada, condensada, concentrada, evaporada, en polvo…), como de los yogures (enteros, desnatados, griegos, etc.) o las frutas elegidas.

Eso sí, siempre se debe hervir antes la leche que vayamos a utilizar. En este proceso, hay que añadir algún aroma, como vainilla, canela o piel de limón. Si la leche es en polvo, habrá que rehidratarla. También se puede mezclar con el azúcar para mejorar la calidad, el sabor, el aspecto y la estabilidad del helado.

3. Bavaroisse

bavaroise de sandía y chocolate
Imagen: Al Gonzalez / iStock

Se hace con gelatina, huevo, zumo de frutas y nata semimontada. También se pueden agregar purés de frutas y licores (y en algunos casos, sustituir los zumos de frutas por crema inglesa). El bavaroisse es el típico helado un tanto gelatinoso que muchas veces se hace con uvas, manzana y pera, o con fresas, piña y naranja.

  • Rehidrata las gelatinas y disuélvelas en agua caliente.
  • Deja enfriar un poco para que coja consistencia, añade el zumo y, por último, mezcla con la nata semimontada. Luego, introdúcelo en la nevera durante un par de horas como mínimo.
  • Para desmoldarlo, una vez que ha cuajado, hay que sumergir el recipiente en un poco de agua caliente. Otra opción es untar el molde de aceite y espolvorear con azúcar glasé antes de verter en él la mezcla y enfriarla.

4. Biscuit glacé o helado

receta de biscuit glace
Imagen: nata_vkusidey / iStock

El biscuit es un batido de yemas con un aroma, al que se le agrega poco a poco un almíbar. Cuando el conjunto esté bien emulsionado, se añade nata semimontada (en algunos casos pueden ser claras a punto de nieve, distintos licores y aromas). Una vez elaborada la mezcla, se vierte en moldes y se mete en el congelador.

Se utiliza para frutas como plátano, frambuesas, manzana o mezclando frutas con otros elementos de sabor más intenso, como frutas rojas con queso crema (que sustituiría a la nata semimontada).

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