5 mitos y verdades sobre las verduras congeladas

Las verduras congeladas son alimentos saludables que, sin embargo, son objeto de numerosos mitos
Por ASEVEC 21 de julio de 2016
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Imagen: iprachenko

Las verduras frescas y, también, las congeladas son una pieza importante en la nutrición de las personas, ya que aportan numerosos beneficios. Son bajas en calorías y, a su vez, muy completas por ser fuente de vitaminas, minerales y fibra, que constituyen nutrientes esenciales para el cuerpo humano. Las verduras poseen vitamina B2, B8, B9 o vitamina C, entre otras. Mantienen el organismo vivo, intervienen en la producción de energía, regulan el funcionamiento del sistema nervioso y circulatorio, mantienen la estructura ósea y muscular e influyen en la síntesis de otras sustancias como los glóbulos rojos o las proteínas. Sin embargo, hay algunos mitos sobre las verduras congeladas. Estos son los cinco principales.

Incorporar fruta y verdura al menú diario es muy bueno para la salud. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la ingesta de, al menos, cinco piezas diarias de fruta y verdura. A pesar de que en los últimos años su consumo se ha elevado, aún es difícil de encajar en la dieta diaria, sobre todo las verduras y en concreto en las comidas de los más pequeños. Los expertos lo achacan a su sabor menos dulce, a la presentación de los platos o incluso a la dificultad que puede suponer cocinar estos vegetales.

Por ello, las verduras congeladas pueden ser una buena solución, ya que permiten cocinarlas en menor tiempo, se presentan limpias y sus distintas variedades están disponibles durante todo el año. Sin embargo, son muchos los mitos acerca de las verduras congeladas que han pasado de boca en boca. ¿Qué hay de cierto en ellos?

1. Las verduras congeladas tienen conservantes

Las verduras congeladas son muy saludables y están libres de conservantes, ya que el frío es su método natural de conservación. Es más, la mayoría no tienen ni aditivos, ni sal agregada. Por ello, es aconsejable introducir verduras congeladas en la dieta diaria.

2. Las verduras congeladas pierden sus propiedades

El proceso de ultracongelación al que se someten las verduras congeladas preserva intactas sus propiedades, porque detiene las reacciones que las alteran. Esto hace que la conservación sea prolongada y se mantengan el color y la textura agradable de estos alimentos, llegando a la mesa en las mismas condiciones y con la misma calidad con las que son recogidas en la huerta, con todas sus vitaminas y minerales.

3. Las verduras congeladas no son frescas

La composición nutricional de las verduras congeladas es similar a la de las frescas. Gracias al proceso de ultracongelación, las propiedades nutricionales existentes en las verduras recién cosechadas se mantienen hasta su consumo. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) determinó ya en 1998 que los vegetales congelados podían ser denominados «saludables» con el mismo criterio que los frescos.

El proceso de ultracongelación comienza en el mismo momento de la recogida de las verduras en la huerta, desde donde se traslada a las fábricas, y allí las verduras se lavan, se escaldan, para después someterse a ultracongelación, propiamente dicha, a temperaturas inferiores a -20 ºC, lo que aumenta la vida útil de los alimentos y evita que los microorganismos se desarrollen. Todo ello, bajo estrictos controles de seguridad.

4. Cocinarlas es complicado y lleva tiempo

Las verduras congeladas resultan muy prácticas, ya que las variedades están siempre disponibles y, en muchas ocasiones, no es necesario ni descongelarlas. Presentan la ventaja de poder ser consumidas en la cantidad deseada, conservando el resto de nuevo en el congelador. Llegan a casa limpias y cortadas y esto puede suponer un gran ahorro de tiempo en la cocina. En pocos minutos se puede disfrutar de un buen plato de verduras.

5. Es preciso lavarlas antes de cocinar

Las verduras congeladas se presentan listas para su utilización, gracias a los procesos previos de limpieza a los que son sometidas. Las verduras llegan al consumidor lavadas, troceadas, precocidas y libres de desperdicio, por lo que son medioambientalmente sostenibles y ecológicas.

Por ello, y con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre la necesidad de incorporar las verduras en la dieta diaria como hábito de vida saludable, la Asociación Española de Fabricantes de Vegetales Congelados (ASEVEC) ha puesto en marcha un espacio en Internet que permite conocer en profundidad y con rigor el mundo de las verduras ultracongeladas. En el portal se ve desde el proceso de fabricación de las verduras ultracongeladas, las zonas españolas donde se recogen las diferentes variedades, consejos de salud y hasta su mejor tratamiento y uso en la cocina para elaborar deliciosos platos.

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