No es solo que el valor nutricional de las bebidas alcohólicas sea nulo, que su consumo esté en el origen de unas 200 enfermedades o que su etiquetado nutricional sea el más opaco y el que menos información ofrece al consumidor. Desde la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), la doctora Katherine García Malpartida advierte de que el alcohol podría interferir en la asimilación de otros micronutrientes. O causar otras alteraciones metabólicas a largo plazo.
Cómo afectan las bebidas alcohólicas a la asimilación de nutrientes
➡️ Glucosa
El alcohol altera el equilibrio de la glucosa, lo que puede causar hipoglucemias severas, es decir, la bajada de los niveles de azúcar en sangre. Esto provoca síntomas como mareos, confusión y desmayos.
➡️ Triglicéridos
El alcohol se metaboliza en el hígado y, en ese proceso, se producen altos niveles de triglicéridos en sangre (hipertrigliceridemia). Esto provoca, a su vez, que se elimine menos grasa del torrente sanguíneo.
➡️ Obesidad
Este exceso de ácidos grasos acaba acumulándose también en el tejido adiposo, aumentando el riesgo de sufrir sobrepeso y obesidad.
➡️ Proteínas
El consumo de alcohol en exceso daña el hígado y acaba por dificultar la síntesis de proteínas. Si el cuerpo no obtiene suficientes proteínas por los alimentos, pasa a extraerlas de los músculos (sarcopenia). Además, las personas que consumen alcohol de forma crónica generalmente dejan de consumir otros alimentos, por lo que se agrava el déficit proteico y se suman otras carencias nutricionales.
➡️ Folatos
El déficit de folato es la primera causa de anemia en pacientes con consumo crónico abusivo de alcohol, ya que altera la absorción del ácido fólico.
➡️ Vitaminas del grupo B
Consumir regularmente alcohol genera una carencia de vitaminas de este grupo. Esto produce alteraciones neurológicas y psicológicas.
➡️ Vitamina A
Su déficit es frecuente, ya que el alcohol compite en la ruta metabólica del retinol (forma activa de la vitamina A), dando lugar a problemas de visión, sobre todo nocturna.
➡️ Minerales
Se han descrito déficit de minerales debido al aumento de excreción renal de zinc, magnesio, calcio, selenio y potasio.
➡️ Grasa en el hígado
El consumo habitual de alcohol produce esteatosis (acumulación de grasa en el hígado). Si la situación empeora, puede aparecer cirrosis hepática, una enfermedad irreversible que puede causar la muerte.
El negocio de la resaca
La resaca con todos sus efectos (vasodilatación, sensación de calor, aumento de la tasa cardiaca y respiratoria, disminución de la presión sanguínea, sequedad en las mucosas, náuseas, dolor de cabeza…) es el resultado de la interferencia del alcohol en el normal funcionamiento de nuestro sistema nervioso.
Imagen: Sam Williams
“La mayor parte de los problemas se derivan del acetilaldehído, una sustancia que se genera a partir de la metabolización del alcohol. Hasta que no se elimina, poca cosa podemos hacer. A lo sumo, una aspirina o ibuprofeno y beber mucha agua para contrarrestar la deshidratación”, explica Álex Pérez, dietista-nutricionista en el Centro de Salud CAP Vallcarca-Sant Gervasi (Barcelona).
En los últimos años han proliferado toda suerte de remedios para paliar la resaca. Son complejos vitamínicos con abundancia de vitaminas del grupo B para aliviar el trabajo del hígado en la metabolización del alcohol. Pero ninguno tiene los efectos cuasi milagrosos que dan a entender.
Tampoco lo son los inyectables posresaca: preparados intravenosos de suero salino, magnesio, calcio, vitamina C y mucha vitamina B. En realidad, estos micronutrientes podrían obtenerse bebiendo zumos o caldo. No son lesivos, pero no cuentan con ningún aval científico.
Lo que sin lugar a dudas no ayuda contra la resaca es volver a beber. Solo sirve para introducir más metanol en el cuerpo, que retrasará la aparición del formaldehído responsable de la resaca. Es decir, solo retrasaremos lo inevitable.
