Alimentos y plantas que reducen las arrugas

De ellos se obtienen extractos cuyos principios activos se estudian por sus potenciales propiedades para el cuidado de la piel
Por Maite Zudaire 16 de marzo de 2010
Img zarzamora
Imagen: Janet Morrell

Las propiedades y funciones que se atribuyen a los alimentos y a las plantas cada vez van más allá de la nutrición al ser humano. De algunos de ellos, se obtienen extractos con interesantes funciones potenciales en el campo de la cosmética, para el cuidado y la protección de la piel y el cabello. Un ensayo reciente se centra en ciertos componentes de la zarzamora (“Rubus fruticosus”) con efectos antiarrugas. Otros centros de investigación buscan por medio del consumo de alimentos y plantas, o su uso tópico, un aumento en la producción de ácido hialurónico por parte de las células cutáneas, ya que juega un papel determinante en la regeneración y salud de la piel.

Antiarrugas, antiirritante e hidratante

Imagen: Janet Morrell

Los laboratorios farmacéuticos y cosméticos centran numerosos esfuerzos y recursos en el estudio pormenorizado de distintos componentes de alimentos y plantas. En ellos, hallan compuestos de distinta naturaleza que se extraen para darles una aplicación cosmética. Muchos de estos centros de experimentación coinciden en clasificar los compuestos por sus propiedades afines. De este modo, estudian el efecto potencial en la reducción de líneas de expresión y arrugas de los beta-glucanos, los extractos de zarzamora y frambuesa y las hojas de «Aloe Barbadensis».

A los dos últimos componentes se les confiere la cualidad añadida de aumentar la elasticidad y firmeza de la piel debido a su efecto en la estimulación de la formación de colágeno y de glucosaminoglucanos, como el ácido hialurónico. Esta sustancia, que desempeña un papel determinante en la regeneración cutánea, se concentra en las articulaciones, los cartílagos y la piel.

Algunas investigaciones han identificado a los esteroles de las semillas de colza («Brassica Camprestris») y de la avena («Avena Sativa») como una barrera protectora de la piel, con acción antiirritante e hidratante potente, tras su aplicación tópica. A los compuestos del extracto de la raíz de jengibre se les otorga la capacidad de ser antiirritantes y antiinflamatorios cutáneos. Ciertos laboratorios confieren al extracto de las semillas de argan («Argania spinosa»), un árbol que crece silvestre en Marruecos, la cualidad de actuar de manera eficaz contra el envejecimiento por su acción antiarrugas.

A todos estos se unen otros ingredientes más conocidos como el propio colágeno (para el mantenimiento de la estructura y la elasticidad de la piel), el ácido hialurónico o la coenzima Q10 que se añaden a cremas, mascarillas, maquillajes y champús, o a alimentos como bebidas y yogures. Estos se postulan como nutricosméticos eficaces para alimentar la belleza del cuerpo humano «desde el interior».

Extracto de zarzamora

En la formación de las arrugas intervienen numerosos compuestos biológicos. Entre ellos destacan unas enzimas: las metaloproteinasas de la matriz humana (MMPs). La expresión de las arrugas aumenta con la edad y todavía es más acentuada en las zonas expuestas a los rayos ultravioleta del sol, como la cara y el dorso de las manos. La acción del extracto de la hoja de la zarzamora («Rubus fruticosus») como potencial supresor de la acción de las metaloproteinasas (MMP-1, MMP-2 y MMP-9) se ha constatado en diversos ensayos.

A la planta china «Radix astragalis» se le otorga la capacidad de generar ácido hialurónico en las células de la piel humana

Un grupo de expertos del Centro de Investigación de Ingredientes Cosméticos de una empresa alemana ha estudiado la actividad del extracto de la hoja de zarzamora en la piel humana, en concreto en los fibroblastos, las células de la dermis, el estrato intermedio de la piel que le aporta fortaleza, elasticidad y textura. Los resultados demostraron una reducción de la actividad de la metaloproteinasa MMP-1, con una inhibición casi completa a una dosis de 0,1%.

Los autores también han confirmado que este extracto inhibe la acción de la interleuquina 1(alfa), una citoquina conocida por inducir la expresión de las metaloproteínas. En una dosis de 0,2% de extracto de zarzamora, la inhibición fue del 40% en comparación con el grupo control. Las actividades biológicas descritas para el extracto de zarzamora son el punto de partida para profundizar en el estudio de esta planta por su potencial eficacia en la prevención y el tratamiento del envejecimiento orgánico en general, y de la piel en particular.

En la misma línea de búsqueda de componentes antienvejecimiento, el uso tópico de otros compuestos orgánicos como los retinoides (derivados del retinol o vitamina A) se ha revelado igual de activo y eficaz para diversos trastornos cutáneos; desde la mayoría de tipos de acné, la psoriasis y el fotoenvejecimiento. Se ha comprobado su efecto peeling -descamación que renueva las células de la epidermis- y la estimulación en la síntesis de nuevo colágeno.

El Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Universidad Nacional de Taiwán (China) aporta los resultados de una investigación reciente sobre los efectos estimulantes del «Radix astragalis». A esta hierba popular china, utilizada de manera tradicional para el cuidado de la piel, se le otorga la capacidad de producir ácido hialurónico en las células de la piel humana. En un ensayo «in vitro», se probó el efecto en cultivos de estas células primarias, de preparaciones fermentadas y no fermentadas de la planta, dado que la fermentación es un método tradicional de procesamiento de hierbas.

Los investigadores evaluaron la expresión génica del ácido hialurónico sintasa, una enzima que permite la síntesis de éste. También comprobaron que los principios activos relacionados con la regeneración cutánea fueron más abundantes en los preparados fermentados. Debido a su uso habitual en China, igual que sucede en otros países asiáticos, estos productos pueden desempeñar un papel prometedor en las aplicaciones cosméticas antienvejecimiento.

LEGISLACIÓN EN NUTRICOSMÉTICA

El gran número de productos, de uso tópico o de consumo directo, que contienen ingredientes que aluden a propiedades regeneradoras en piel y cabello obliga a la legislación europea a hacer cambios para instaurar un sistema transparente en el mercado de los denominados nutricosméticos. La clave está en que tanto los consumidores como los profesionales puedan acceder a las pruebas científicas sobre sus propiedades saludables y que estos mensajes se basen en la evidencia científica de los efectos, se conozcan sus acciones, la seguridad de su uso y las posibles consecuencias adversas.

Esta obligatoriedad y transparencia en la información ya se aplica a los alimentos a partir del Reglamento 1924/2007, relativo a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos. Respecto a los productos cosméticos, las continuas modificaciones de la Directiva 76/768/CEE sobre cosméticos han incitado a la búsqueda de mejores métodos para evaluar los efectos del tratamiento y uso seguros de los mismos. El objetivo es no permitir la comercialización de productos antiarrugas con mensajes engañosos y beneficios prometedores, pero infundados.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube