Caldos sabrosos

• Para que los caldos tengan mejor sabor, mejor color y menos grasa, antes de poner los huesos y la carne o el pescado en el agua de la cocción, colócalos en una bandeja o fuente refractaria de horno, rocíalos con aceite y mételos al horno precalentado hasta que se doren un poquito, dando vueltas de vez en cuando.
• Aunque la idea resulte tentadora, no utilices los jugos que la carne y los huesos han ido soltando. Ahora sí, mézclalos con las verduras, añade agua fría y déjalo cocer durante un largo tiempo (al menos 3 horas). Consigues un sabroso caldo y sin apenas grasa.

• Si lo que quieres es que la grasa desaparezca por completo, enfría el caldo, y cuando ya esté hecho y colado, retira la capa sólida que se forma en la superficie.

• Si lo que te queda es de un color deslucido, quema un poco de azúcar en un cazo y cuando esté casi hecha caramelo, añade un vaso de agua. Ese líquido que se forma se le llama salsa París y si se lo añades al caldo de carne no da sabor, pero sí color.

Aunque hay tantos tipos de caldo como se desee en función de los ingredientes que utilices, carnes, pescados, mariscos, verduras, algas o especias varias, en general se dividen en dos: caldos de fondo blanco y caldos de fondo oscuro.

• Se caracterizan porque todos los ingredientes se cuecen a la vez y se echan a la cazuela o la olla , es decir se echan en crudo y muy lentamente, entre tres y cuatro horas, se van haciendo. Son los caldos de pollo, de gallina, las sopas de verduras; de cebolla, de tomate y de pescado.
• Sobre la base de agua, además de los ingredientes principales mencionados anteriormente también se pueden echar fideos en cualquiera de sus modalidades o arroz y quinoa, entre otros.
• Este caldo también se puede utilizar para la elaboración de purés y cremas, además de base para cocinar arroces.

• 🥣 La diferencia respecto al caldo blanco es que los caldos oscuros obtienen ese nombre, y esa tonalidad, porque los ingredientes que se usan se fríen o se hornean, previamente y después se añaden al agua de cocción. Su sabor es más pronunciado que los caldos blancos.
• 🥣 Sirven como base y complemento para un sinfín de platos. Este caldo es ideal para hacer salsas oscuras y distintas cremas de tomate u otras verduras. Se suele emplear para mojar guisos de carne roja y rellenos de pasteles de carne. Es una preparación que admite a la perfección la congelación, emplea para ello bandejas para hacer cubitos de hielo, o incluso bolsas de plástico herméticas. Como normalmente se hace bastante cantidad, es importante refrigerar y congelar con seguridad.

• 🥣 En general, son bajos en calorías. Aunque entremos en calor rápidamente cuando los tomamos, si sus ingredientes principales son verduras y carnes blancas están libres de grasa, lo que hace que sea un plato apropiado para todos los miembros de la casa y todos los hogares.
• 🥣 Garantiza la hidratación ya que se compone sobre todo de agua; es la base de los caldos y sopas y por eso mismo resulta un plato saciante.
• 🥣 Aporta nutrientes. Estos nutrientes se hallan en alimentos tan básicos en estos caldos como el puerro, la patata, la zanahoria, la calabaza o las espinacas y en carnes como el pollo, pavo, pescado, etc.
• 🥣 Apropiados para personas con dificultades para comer. Muchas personas mayores por problemas dentales o porque tienen otros problemas médicos que les dificulta la ingesta de comida sólida encuentran en las sopas, cremas y caldos su principal comida. Basta con triturarlos, pasarlos por el chino, o simplemente beber el caldo para asegurarse de se han tomado los nutrientes necesarios.

• Caldo de carne con garbanzos
• Sopa de pescado con arroz
• Sopa campera
• Crema de calabaza
• Crema de espárragos
• Consomé de verduras con nata a la pimientas