Consejos para cocinar el solomillo de cerdo

El solomillo de cerdo admite casi todas las técnicas culinarias, siempre y cuando quede sonrosado por dentro
Por Peio Gartzia 2 de abril de 2012
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Imagen: ajafoto

El solomillo de cerdo constituye una pieza de gran valor culinario: es económica, sabrosa y muy tierna. La carne de cerdo es muy magra, la mayoría de grasas presentes son instauradas y es rica en proteínas, potasio y hierro. En cuanto al modo de cocinarla, esta pieza admite casi todas las técnicas culinarias: desde el asado en el horno o en la parrilla, o el salteado, hasta en ragú y guisado (un método que realza el sabor y respeta la terneza de su carne). A continuación se ofrecen algunos trucos para cocinar y acompañar el solomillo de cerdo.

El solomillo de cerdo se comercializa entero. No es muy grande y cada pieza puede destinarse a dos o tres personas, en función de la cantidad de guarnición o el tipo de salsa con que se acompañe. Sea cual sea la técnica que se utilice, debe quedar sonrosado por dentro sin que pierda la jugosidad, ya que no es agradable comer la carne de cerdo poco hecha, como sucede con la de vacuno.

Cocinar el solomillo

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Imagen: CONSUMER EROSKI

Para cocinar el solomillo, en primer lugar se brida, es decir, se ata y se da forma cilíndrica con la ayuda de un hilo llamado bramante. Así cuando se cocine no perderá la forma. Se guisa por todos los lados de manera uniforme para que, en el momento de servir, sea más fácil trocearlo y distribuir en los platos.

Una vez bridado, se sala un poco y, si se quiere, se puede dar un toque de pimienta y asarlo en el horno precalentado o bien en la plancha o la parrilla. De esta manera, se cocina y se dora por fuera, pero se guisa lo justo por dentro. El fuego no estará muy elevado porque se corre el riesgo de que se dore en exceso por fuera, mientras que por dentro esté todavía crudo. En el horno, la mejor temperatura de asado será 180 ºC. Una vez asado, se deja reposar durante cinco minutos, se trocea y se sirve con la salsa y con la guarnición elegida.

Algunas sugerencias del recetario de EROSKI CONSUMER para probar: solomillo con salsa de manzana y uvas, medallones de solomillo con pimiento piquillo y patata rallada, brocheta de solomillo envuelta en bacón y, para los más cocinillas, el exquisito solomillo Wellington.

Solomillo y guarniciones

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Imagen: CONSUMER EROSKI

La carne del solomillo combina de manera excelente con guarniciones saladas y con el contrapunto de las dulces. Las guarniciones que admite son variopintas: desde las clásicas patatas fritas o pimientos asados, salteados de setas y de verduras como calabacines y berenjenas asadas, hasta la cebolla confitada, las frutas caramelizadas como la piña, manzana y plátano o los frutos rojos, como moras, fresas y frambuesas. Toda esta variedad se puede combinar, sin olvidar que el producto principal no debe quedar enmascarado por el sabor de las guarniciones ni de las salsas.

En cuanto a las salsas de acompañamiento, dan contundencia al plato una clásica salsa de pimienta verde o una salsa de queso, aunque también tienen una carga calórica muy alta. Por tanto, se puede optar por alternativas más ligeras, como una salsa de vino dulce tipo Pedro Ximenez o una salsa de frutas con un toque de fresas frescas, que aportará frescura y facilitará el proceso digestivo de este plato.

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