La Dirección General de Comercio y Consumo han lanzado una serie de pautas que se deben seguir para mantener en buen estado de conservación los alimentos durante los meses de verano, con consejos a tener en cuenta sobre refrigeración y congelación.
Así, recomienda mantener en el frigorífico los alimentos que precisan frío para su conservación, como carne, pescado, productos lácteos y, sobre todo mayonesas, cremas o salsas y productos que las contengan, y vigilar periódicamente la temperatura para comprobar que es inferior a 5ºC en refrigeración y -18º C en congelación.
Cuando se elaboren mayonesas caseras, es aconsejable prepararlas con la mínima antelación al consumo y añadir unas gotas de limón o vinagre para favorecer su conservación. En el caso de los restaurantes y bares es obligatoria la utilización de mayonesas industriales o su elaboración con ovoproductos pasteurizados en sustitución del huevo fresco empleado en la receta casera.
Consumo también recomienda no sobrecargar los frigoríficos para evitar que se produzcan alteraciones en su funcionamiento, así como no volver a congelar productos que hayan sido descongelados total o parcialmente y se aconseja mantener los alimentos cocinados el menor tiempo posible a temperatura ambiente. Además, advierte que los productos dispuestos para ser consumidos no deben entrar en contacto, durante su conservación en la nevera, con alimentos crudos como carnes, pescados o verduras, por lo que aconseja que se guarden en recipientes separados y cerrados.
Los congelados, al final
Por otra parte, y a la hora de realizar la compra, se aconseja adquirir los productos congelados al final y rechazar los que presenten algún tipo de descongelación, total o parcial. Asimismo, hay que llevarlos inmediatamente a su lugar de conservación para no romper la cadena de frío y asegurarse de que el establecimiento comercial mantiene los productos que requieran una refrigeración continua en expositores o cámaras de refrigeración.
Finalmente, Consumo recomienda comprar únicamente los productos congelados que se encuentren en expositores congeladores a una temperatura no superior a -18ºC y que no sobrepasen la línea que señala el nivel de carga máxima del congelador. Además, hay que prestar especial atención a las fechas de caducidad y de duración mínima.
