La alimentación desempeña un papel fundamental para cuidar la salud, sobre todo en la época invernal, cuando el organismo se enfrenta a los catarros, gripes y otros virus tan habituales de estas fechas. Una buena nutrición es clave para ayudar a mantener las defensas, hacer que el cuerpo tenga una temperatura adecuada y esté hidratado y aportarle las vitaminas y los nutrientes necesarios para combatir el desgaste físico causado por el frío. Y para entrar en calor ¿qué mejor idea que preparar una crema de verduras casera y sabrosa? En este artículo se explica cómo elaborar cinco recetas muy fáciles con verduras congeladas.
Sopas y cremas, alimento por excelencia
Durante los meses de frío, se gastan más calorías y el organismo demanda alimentos con mayor aporte energético. Además, hay que reforzar el sistema inmunológico y estar bien hidratado, y eso que en esta época se bebe mucha menos agua. De ahí que entre los platos estrella durante el invierno estén las sopas, los caldos y las cremas calientes, ya que estas recetas sirven para combatir el frío una vez se llega a casa, como también para mantener una temperatura corporal adecuada.
Los platos de cuchara permiten multitud de opciones, texturas y sabores. Y entre ellos caben las sugerencias a base de verduras congeladas como las que se hacen a continuación; recetas sencillas de elaborar que aportan las vitaminas, la fibra y los minerales necesarios para cuidar la salud.
Y ¿por qué congeladas? Porque gracias al proceso de ultracongelación, no solo se retienen las vitaminas, las fibras y los minerales de las verduras, sino que también son casi igual de nutritivas que las frescas. Además, este método posibilita que siempre estén disponibles y que puedan adquirirse una gran variedad cuando se desee, sin importar la temporada. Por otro lado, estos productos son una opción perfecta para ahorrar tiempo en la cocina, ya que las verduras vienen lavadas, cortadas y listas para preparar ricas y nutritivas recetas.
- Crema o puré de verduras: esta combinación de distintas verduras (zanahorias, calabacín, judías verdes) con patata, quesitos y un poco de aceite de oliva aporta una buena dosis de nutrientes para llevar una alimentación equilibrada.
- Crema de calabacín o zanahorias: son dos tipos de cremas clásicas para los meses de frío. Y es que con tan solo cuatro o cinco ingredientes se puede elaborar un plato perfecto, saludable y nutritivo para hacer frente al frío. Las zanahorias le dan un sabor especial a las cremas.
- Crema de coliflor: esta hortaliza aporta numerosos beneficios para la salud, ya que es muy rica en vitaminas, minerales y antioxidantes.
- Crema de guisantes: es un plato muy suave y rico en proteínas vegetales, fibra, vitaminas y minerales. Si se combina con un poco de cebolleta, caldo y aceite de oliva, el resultado será una crema exquisita y muy saludable.
- Sopa de verduras: este es un sabroso plato que se puede hacer en menos de 10 minutos. Tan solo se necesita para su elaboración un poco de caldo, fideos, aceite y unos puñaditos de las verduras que se quieran utilizar. Se pone todo a hervir y, en poco tiempo, se obtiene una deliciosa y nutritiva sopa lista para degustar.
Con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre la necesidad de incorporar las verduras en la dieta diaria como hábito de vida saludable, la Asociación Española de Fabricantes de Vegetales Congelados (ASEVEC) cuenta con un espacio en Internet que permite conocer con profundidad y rigor el mundo de las verduras congeladas. En la página se puede ver el proceso de fabricación de las verduras congeladas, las zonas españolas donde se recogen las diferentes variedades, consejos de salud y hasta el mejor tratamiento y uso en la cocina para elaborar platos deliciosos.
